La ONU ve grandes avances para un acuerdo sobre el cereal ucraniano
Rusia y Ucrania tienen un papel clave en los mercados alimentarios
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, anunció este miércoles grandes progresos de cara a un acuerdo que permita la exportación del cereal ucraniano bloqueado por la guerra en el país, aunque aún será necesario más trabajo a nivel "técnico" para formalizar un pacto.
Según Guterres, las negociaciones dieron un "paso adelante clave" en las conversaciones mantenidas este miércoles en Estambul entre Rusia, Ucrania, Turquía y la propia ONU.
En declaraciones a los periodistas en Nueva York, el diplomático portugués explicó que hay acuerdos en varios de los aspectos como los mecanismos que controlarán las exportaciones y el sistema de coordinación para facilitar la salida del grano de los puertos, pero todavía se necesita cerrar algunas cuestiones.
"El de hoy es un paso importante y sustancial de cara a un acuerdo completo", subrayó Guterres, que calificó estos progresos como un "rayo de esperanza" a la hora de estabilizar los mercados alimentarios globales y, sobre todo, poder apoyar a los países más vulnerables.
Se calcula que en los puertos ucranianos hay actualmente más de 20 millones de toneladas de cereales y semillas de girasol que no pueden salir al mercado como consecuencia del bloqueo del mar Negro, y la ONU lleva meses tratando de gestionar una solución.
La organización, al mismo tiempo, trata de garantizar que los productos agrícolas y fertilizantes rusos puedan exportarse sin trabas con el fin de aliviar la crisis alimentaria que vive el mundo debido al fuerte aumento del precio de los alimentos.
Rusia y Ucrania tienen un papel clave en los mercados alimentarios y de sus exportaciones dependen especialmente países pobres de África y Oriente Medio.
En medio de un gran secretismo, Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU reanudaron hoy en Estambul las conversaciones para tratar de resolver esta crisis.
Según los observadores, el mayor obstáculo para alcanzar un acuerdo ha sido hasta ahora el control de los barcos en su ruta hacia Ucrania, pues Moscú quiere registrarlos para asegurarse de que no transporten armas al país invadido, una exigencia que Kiev rechaza.
A su vez, la parte ucraniana pide garantías de seguridad frente a los ataques rusos si accede a eliminar las minas marinas que colocó para proteger sus puertos.
"Todavía se necesitará más trabajo técnico para materializar el progreso de hoy, pero el impulso es claro. Al final, el objetivo de las partes no es sólo un acuerdo entre la Federación Rusa y Ucrania, sino un acuerdo para el mundo", explicó Guterres.
La ONU espera que ahora las delegaciones vuelvan a sus respectivas capitales y que puedan volver a reunirse "muy pronto", probablemente la próxima semana, para cerrar un acuerdo definitivo.