La invasión rusa a Ucrania: día a día
El 23 de febrero el presidente ruso Vladimir Putin anunció que realizaría una operación militar en el este de Ucrania, a “pedido de sus líderes” que buscan separarse del Estado ucraniano. Fue la luz verde de la invasión.
La bola de nieve de las amenazas de Rusia sobre Ucrania, alimentada desde el 2014 con la toma de Crimea, alcanzó su máximo tamaño cuando el lunes 21 de febrero el presidente Vladimir Putin declaró la independencia de Donetsk y Luhansk, dos áreas de la región del Donbás en el este de Ucrania, tomadas por líderes prorrusos desde hace casi ocho años.
Dos días después, el presidente ruso anunció la acción militar para apoyar la separación de estas zonas, dando inicio a una invasión militar a Ucrania.
23 de mayo
Casi 50 ministros de Defensa de diversas partes del mundo se reunieron el lunes y acordaron enviar más armas avanzadas a Ucrania, incluyendo lanzamisiles antibuques para proteger su costa, informó a periodistas el secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin.
Por su parte, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que se lleva a cabo una discusión de “bajo nivel” sobre la manera en que Estados Unidos necesita ajustar el entrenamiento que da a las fuerzas ucranianas y sobre si algunas tropas estadounidenses deberían tener su base en Ucrania.
Estados Unidos retiró sus pocas tropas en Ucrania antes de la guerra y no tiene planes de enviar fuerzas de combate. Las declaraciones de Milley dejaron abierta la posibilidad de que las tropas regresen para brindar seguridad a la embajada u otra función que no sea de combate.
La embajada de Estados Unidos en Kiev ha reabierto parcialmente y se está dotando de personal nuevamente. Ha habido dudas sobre si el gobierno estadounidense enviará una fuerza de seguridad de la Marina de regreso para ayudar a proteger la embajada o si se deberían considerar otras opciones.
Un soldado ruso que se declaró culpable de matar a un civil fue condenado el lunes por un tribunal ucraniano a cadena perpetua -la pena máxima-, en medio de indicios de que el Kremlin podría celebrar sus propios juicios, en particular de los combatientes capturados que resistieron en la planta siderúrgica de Mariúpol.
Mientras tanto, en una rara expresión pública de oposición a la guerra desde las filas de la élite rusa, un veterano diplomático del Kremlin renunció y envió una mordaz carta a sus colegas extranjeros en la que decía: “Nunca me he sentido tan avergonzado de mi país como el 24 de febrero de este año.”
Además, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió las “máximas” sanciones contra Rusia en un discurso por vídeo dirigido a los líderes y ejecutivos mundiales en el Foro Económico Mundial de Davos.
Y en el campo de batalla, se produjeron intensos combates en el Donbás, en el este, donde las fuerzas de Moscú han intensificado sus bombardeos. Las ciudades que no están bajo control ruso fueron bombardeadas constantemente, y un oficial militar ucraniano dijo que las fuerzas rusas atacaron a los civiles que intentaban huir.
Rusia intensificó su ofensiva en la región ucraniana del Donbás, mientras el presidente de Polonia viajaba a Kiev para apoyar las aspiraciones occidentales del país y se convertía en el primer líder extranjero en dirigirse al Parlamento ucraniano desde el inicio de la guerra.
Los legisladores ucranianos se pusieron de pie para aplaudir al presidente polaco Andrzej Duda, quien les agradeció el honor de hablar en un lugar donde “late el corazón de una Ucrania libre, independiente y democrática”, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias estatal polaca PAP.
La visita de Duda, la segunda que realiza a la capital ucraniana desde abril, se produjo en un momento en que las fuerzas rusas y ucranianas se enfrentaron en una franja de 551 kilómetros (342 millas) del corazón industrial del este del país.
Después de declarar su control total de una extensa planta siderúrgica junto al mar que era el último reducto de defensa en la ciudad portuaria de Mariúpol, el ejército ruso lanzó ataques de artillería y misiles en el corazón industrial de Ucrania, tratando de ampliar el territorio que los separatistas respaldados por Moscú han mantenido desde 2014.
En un discurso en video a la nación el sábado por la noche, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski señaló que la situación en el Donbás era “realmente dura”, pero dijo que la capacidad de su país para resistir casi tres meses de guerra a gran escala contra Rusia “es una buena noticia.”
“Cada día que nuestros defensores quitan a estos planes ofensivos de Rusia, desbaratándolos, es una contribución concreta a la aproximación del día principal. El deseado día que todos esperamos y por el que luchamos: El Día de la Victoria”, señaló Zelenski.
Zelenski subrayó el sábado que la Unión Europea debería considerar el deseo de Ucrania de unirse al bloque de 27 miembros lo antes posible en el contexto de la invasión de Rusia.
“Quiero subrayar que nuestro camino de integración europea no es sólo político”, dijo Zelenski. “Se trata de la calidad de vida. Y sobre el hecho de que los ucranianos perciben los valores de la vida del mismo modo que la gran mayoría de los europeos”.
Polonia está intensificando sus esfuerzos para persuadir a otros miembros de la UE que se muestran más reticentes a aceptar a Ucrania como miembro. La posible candidatura del país se debatirá en una cumbre en Bruselas a finales de junio.
La preocupación sobre el destino de los combatientes ucranianos que se convirtieron en prisioneros al final del brutal asedio de tres meses sobre Mariúpol aumentaba el sábado, al tiempo que el líder separatista prorruso aseguró que enfrentarán a los tribunales.
Rusia aseguró el control absoluto de la planta acerera Azovstal, que durante varias semanas fue el último reducto de la resistencia en Mariúpol y un símbolo de la tenacidad ucraniana en el estratégico puerto, el cual se encuentra actualmente en ruinas y donde se teme que hayan muerto más de 20,000 residentes. La toma da al presidente ruso Vladimir Putin una muy ansiada victoria en la guerra que comenzó en febrero.
Al tiempo que Occidente respalda a Ucrania, el presidente polaco Andrzej Duda llegó a Ucrania en una visita no anunciada y se dirigirá al Parlamento del país el domingo, informó su oficina.
Polonia, que ha acogido a millones de refugiados ucranianos desde el inicio de la guerra, es un firme partidario del deseo de Ucrania de unirse a la Unión Europea. Con Rusia bloqueando los puertos marítimos de Ucrania, Polonia se ha convertido en una importante puerta de entrada para la ayuda humanitaria y las armas de Occidente que ingresan a Ucrania y ha ayudado a Ucrania a llevar su grano y otros productos agrícolas a los mercados mundiales.
El Ministerio de Defensa de Rusia difundió un video de la detención de los soldados ucranianos después de anunciar que sus tropas habían retirado los últimos bastiones de los túneles subterráneos del enorme complejo. Denis Pushilin, el líder prorruso de una zona del este de Ucrania bajo control de los separatistas, informó que había 2.439 personas detenidas. Dijo a la televisión estatal rusa que entre la cifra hay algunos extranjeros, aunque no dio a conocer detalles.
Familiares de los soldados de la siderúrgica, que pertenecen a distintas unidades de las fuerzas armadas y la policía, han pedido que se les otorguen los derechos de prisioneros de guerra y sean devueltos eventualmente a Ucrania. La viceprimera ministra Iryna Vereshchuk dijo el sábado que Ucrania “luchará por el regreso” de cada uno de ellos.
Caravanas de autobuses, resguardados por vehículos militares rusos, salieron el viernes del complejo. Al menos algunos de los ucranianos fueron llevados a una excolonia penal. Las autoridades rusas señalaron que otros fueron hospitalizados.
Pushilin dijo que sin duda los ucranianos se enfrentarán a un tribunal. Funcionarios rusos y la prensa estatal han intentado proyectar a los combatientes como neonazis y criminales.
En tanto que el presidente turco debatió el sábado con los líderes de Suecia y Finlandia sobre sus objeciones al ingreso de ambos países nórdicos a la OTAN, informó la oficina del mandatario.
Recep Tayyip Erdogan habló con el presidente finlandés Sauli Niinisto y con la primera ministra sueca Magdalena Andersson en llamadas separadas para abordar las preocupaciones de Ankara sobre quienes considera terroristas en sus países, dijo en un comunicado la oficina de prensa de la presidencia.
La oficina presidencial informó que Erdogan le pidió a Suecia que retirara las restricciones a la exportación de armas defensivas que impuso a Turquía por la incursión de este país en el norte de Siria en 2019. Erdogan también dijo que esperaba que Estocolmo tomara “medidas concretas y serias” contra el Partido de los Trabajadores de los kurdos y otros grupos que Turquía considera terroristas.
En una medida muy simbólica, Rusia suspendió las exportaciones de gas a la vecina Finlandia, pocos días después de que el país nórdico anunciara que quería entrar en la OTAN. La interrupción marcó el probable fin de los casi 50 años que Finlandia llevaba importando gas natural ruso.
La medida adoptada por el gigante energético ruso Gazprom estuvo en consonancia con un anuncio anterior, tras la negativa de Helsinki a pagar el gas en rublos, como ha exigido el presidente ruso Vladimir Putin a los países europeos desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero.
Rusia afirmó el viernes haber capturado Mariúpol, lo que supondría su mayor victoria hasta el momento desde que invadió Ucrania, luego de un asedio de casi tres meses que redujo a ruinas gran parte de la ciudad portuaria y que se teme que haya causado la muerte de más de 20,000 civiles.
Ucrania no ha confirmado nada al respecto.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, informó al presidente Vladimir Putin de la “liberación total” de la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, el último reducto de la resistencia ucraniana, y de la ciudad en su conjunto, dijo el portavoz Igor Konashenkov.
La agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti reportó que el ministro dijo que un total de 2,439 combatientes ucranianos que se habían atrincherado en Azovstal depusieron las armas y se rindieron desde el lunes, incluidos más de 500 el viernes.
Durante semanas, la planta siderúrgica había sido escenario de intensos combates. El grupo cada vez más reducido de combatientes ucranianos había mantenido el control de la planta, lo que provocó ataques aéreos, de artillería y de tanques rusos antes de que su gobierno les ordenara abandonar su defensa y salvar sus vidas.
La toma completa de Mariúpol le da a Putin una muy necesitada victoria militar en la guerra que comenzó el 24 de febrero, un conflicto que se suponía que debía ser una victoria rápida y fácil para el Kremlin, pero en la que no consiguió tomar la capital Kiev, retiró a sus fuerzas para volver a centrarse en las batallas en el este de Ucrania e incluso sufrió el hundimiento del buque insignia de la armada rusa en el Mar Negro, el Moskva.
Para los analistas militares, la captura de la ciudad en este momento tiene más importancia simbólica que otra cosa, ya que Mariúpol ya estaba prácticamente bajo el control de Moscú, y la mayoría de las fuerzas rusas que estaban inmovilizadas por el alargamiento de los combates ya se han marchado.
Rusia había buscado el control de Mariúpol para completar un corredor terrestre hasta la península de Crimea, que se anexionó de Ucrania en 2014, y para disponer de efectivos para enviarlos a la batalla por el Donbás. También privaría a Ucrania de un puerto que resulta vital.
La ciudad sufrió algunos de los peores momentos de la guerra. Se calcula que de una población de 450.000 habitantes antes de la guerra quedan 100,000 personas en la ciudad, muchas de ellas atrapadas sin comida, agua, calefacción ni electricidad. Los bombardeos constantes han dejado tras de sí edificios destrozados.
Mientras que el Grupo de los Siete países desarrollados y varias instituciones financieras globales darán 19,800 millones de dólares en ayuda a Ucrania para reforzar sus finanzas públicas, anunció el viernes el ministro de Hacienda alemán.
Christian Lindner dijo a la prensa que se movilizaron 9,500 millones de dólares de ese total durante las reuniones esta semana de los ministros de Finanzas del G7 en Koenigswinter, Alemania. El objetivo es garantizar que la situación financiera de Ucrania no afecte su capacidad de defenderse de la invasión rusa.
“Acordamos medidas concretas para profundizar la cooperación económica multilateral y destacamos nuestro compromiso de dar una respuesta unida a la guerra de agresión rusa contra Ucrania y mantener nuestro apoyo inquebrantable a Ucrania”, sostuvo el G7 en un comunicado.
19 de mayo
Estados Unidos anunció el envío de 100 millones de dólares en equipo militar a Ucrania, aparte de los 40.000 millones de dólares aprobados el jueves por el Congreso.
El último paquete incluye 18 obuses, así como sistemas de radar antiartillería, ambos de los cuales Estados Unidos ya ha proporcionado a Ucrania desde que empezó la invasión rusa el 24 de febrero. El secretario de prensa del Pentágono John Kirby dijo que el equipo estará en manos de las fuerzas ucranianas “muy, muy pronto”.
Con este último envío, Estados Unidos ha proporcionado casi 4,000 millones de dólares en ayuda militar desde el 24 de febrero y 6,600 millones de dólares desde 2014, cuando Rusia se apoderó y anexionó la península ucraniana de Crimea.
Kirby dijo que Estados Unidos consultará con Ucrania, como lo ha hecho frecuentemente desde la invasión, sobre lo que necesita en cuestión de equipamiento.
En tanto que el director del Programa Mundial de Alimentos advirtió que la guerra en Ucrania ha creado “una crisis sin precedente” en que los altos precios de los alimentos están provocando protestas en partes del mundo.
David Beasley, director ejecutivo de esa agencia de la ONU, dijo que la guerra en Ucrania añadirá por lo menos 47 millones de personas a las 276 millones que ya “marchan hacia la inanición”.
En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, Beasley dijo que 49 millones de personas en 43 países ya están “a las puertas de la hambruna”.
Enfatizó que el conflicto, el cambio climático y la pandemia ya estaban causando inseguridad alimenticia, pero que la guerra en Ucrania está generando “las más largas filas de personas buscando pan en todo el mundo”.
Exhortó a los líderes mundiales a ayudar a abrir los puertos de Ucrania y a incrementar la producción de alimentos.
Mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró las que calificó como “trascendentales” solicitudes de Suecia y Finlandia, antaño neutrales, para ingresar en la OTAN como respuesta a la invasión rusa de Ucrania, al tiempo que los tres países se esforzaban por hacer frente a la continua oposición de Turquía para que ambos se unan a la alianza militar.
Biden recibió en la Casa Blanca a la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, y al presidente de Finlandia Sauli Niinisto con apretones de manos y sonrisas. Se reunieron para conversaciones trilaterales sobre el pacto de defensa mutua de la OTAN, así como sobre preocupaciones más amplias de seguridad europea. El gobierno de Biden ha profesado optimismo por sus solicitudes para unirse a la alianza, lo que sería vergonzoso para Rusia después de su invasión a Ucrania.
“Ellos cumplen con todos los requisitos de la OTAN y algo más”, dijo Biden ante los periodistas reunidos en la Rosaleda de la Casa Blanca en Washington. “Tener dos nuevos miembros de la OTAN en el norte (de Europa) mejorará la seguridad de nuestra alianza”, añadió.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha exigido que la alianza deje de expandirse hacia las fronteras de Rusia, y varios aliados de la OTAN, encabezados por Estados Unidos y Gran Bretaña, han señalado que están listos para brindar apoyo de seguridad a Finlandia y Suecia en caso de que el Kremlin intente provocar o desestabilizarlos durante el tiempo que tomará que se conviertan en miembros plenos. Putin citó las aspiraciones de Ucrania de unirse a la OTAN como una de las razones de su invasión del país.
Casi 1,000 soldados ucranianos que defendían una enorme planta siderúrgica de Mariúpol se han rendido, dijo Rusia el miércoles, al llegar a su fin una batalla que convirtió la estratégica ciudad portuaria en un símbolo internacional de desafío y sufrimiento.
Por otra parte, un soldado ruso que es enjuiciado por Ucrania por crímenes de guerra se declaró culpable el miércoles de matar a un civil ucraniano. El sargento Vadim Shyshimarin, de 21 años, fue acusado de dispararle a un hombre ucraniano en la cabeza al comienzo de la invasión y podría ser condenado a cadena perpetua.
En tanto, Suecia y Finlandia solicitaron oficialmente su admisión en la OTAN, abandonando generaciones de neutralidad por temor de que el presidente ruso Vladimir Putin no se va a conformar con invadir Ucrania.
Los combatientes que salieron de la planta tras recibir órdenes el gobierno de Ucrania de abandonar el último bastión de resistencia en Mariúpol enfrentan una suerte incierta. Algunos fueron llevados por los rusos a una antigua colonia penal en territorio controlado por separatistas apoyados por Moscú.
Aunque Ucrania dice que aspira a un intercambio de prisioneros, Rusia amenazó con enjuiciar a algunos de ellos por crímenes de guerra.
Amnistía Internacional dijo que la Cruz Roja debe recibir acceso inmediato a los combatientes. Denis Krivosheev, director asistente de Amnistía Internacional para la región, mencionó acusaciones de ejecuciones ilegales realizadas por las fuerzas rusas en Ucrania y dijo que los defensores de Azovstal “no deben correr la misma suerte”.
No estaba claro cuántos combatientes siguen dentro de la red de túneles y búnkers bajo la siderúrgica, donde se piensa que en algún punto llegó a haber unos 2,000. Un líder separatista en la región dijo que ninguno de los comandantes había salido.
La planta era el último reducto ucraniano que impedía que Rusia declarase la captura total de Mariúpol. Su caída haría de Mariúpol la mayor ciudad ucraniana tomada las tropas rusas, dándole a Putin un impulso en una guerra en la que muchos de sus planes han fracasado.
No obstante, los analistas militares dicen que la captura de la ciudad a este punto tendría una importancia básicamente simbólica, toda vez que Mariúpol ya está bajo control de Moscú.
Mariúpol parecía estar a punto de caer en manos de los rusos el martes, luego de que Ucrania se dispuso a abandonar la planta siderúrgica en la que cientos de sus combatientes habían resistido durante semanas bajo un incesante bombardeo.
La captura de Mariúpol la convertiría en la mayor ciudad tomada por las fuerzas de Moscú en la guerra hasta el momento, y daría al Kremlin una muy necesitada victoria, aunque el paisaje ha quedado reducido en gran parte a escombros.
Más de 260 combatientes ucranianos —algunos de ellos gravemente heridos y sacados en camilla— abandonaron el lunes las ruinas de la planta de Azovstal y se entregaron al bando ruso, en un acuerdo negociado por las partes en conflicto. Las autoridades ucranianas dijeron que estaban trabajando para extraer a los soldados restantes de la enorme planta siderúrgica. No quisieron decir cuántos seguían allí.
Rusia lo calificó de rendición. Los ucranianos evitaron esa palabra, y en su lugar dijeron que la guarnición de la planta había completado su misión y que no había manera de rescatar a sus miembros militarmente en una ciudad controlada por Rusia.
“Ucrania necesita que los héroes ucranianos estén vivos. Es nuestro principio”, declaró el presidente ucraniano Volodímir Zelenski al anunciar que las tropas habían comenzado a abandonar la fábrica y su laberinto de túneles y búnkeres.
El viceministro de Defensa ucraniano, Hanna Maliar, expresó su esperanza de que los combatientes fueran intercambiados por prisioneros de guerra rusos. Pero Vyacheslav Volodin, presidente de la cámara baja del parlamento ruso, dijo sin pruebas que había “criminales de guerra” entre los defensores y que no debían ser intercambiados, sino juzgados.
La operación de abandono de la planta siderúrgica supuso el principio del fin de un asedio de casi tres meses que convirtió a Mariúpol en un símbolo mundial tanto de desafío como de sufrimiento.
Los bombardeos rusos mataron a más de 20,000 civiles, según la parte ucraniana, y dejaron a los habitantes sin apenas comida, agua, calefacción o medicinas.
Suecia decidió el lunes emular a su vecina Finlandia y solicitar el ingreso en la OTAN, poniendo fin a más de dos siglos de no alineamiento militar en un cambio histórico provocado por la invasión rusa a Ucrania.
La decisión despertó fuertes objeciones de Turquía, un miembro clave de la OTAN que declaró que no se debería permitir a ambos países ingresar en la alianza porque han sido demasiado permisivos a la hora de actuar contra los militantes kurdos.
Sólo se puede entrar en la OTAN si todos los miembros actuales están de acuerdo.
La primera ministra sueca, Magdalena Andersson, advirtió que el país nórdico se encontraría en una “posición vulnerable” durante el periodo de solicitud, e instó a sus conciudadanos a prepararse para la respuesta rusa.
“Rusia ha dicho que tomará represalias si entramos en la OTAN”, dijo. “No podemos descartar que Suecia esté expuesta, por ejemplo, a la desinformación y a los intentos de intimidar y de dividirnos”.
En tanto que los esfuerzos de la Unión Europea por imponer una nueva ronda de sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania parecieron empantanarse el lunes, luego de que un pequeño grupo de países se opuso a la restricción a las importaciones de petróleo ruso.
Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, el bloque ha implementado cinco rondas de sanciones contra Moscú. El presidente Vladimir Putin, altos funcionarios, más de 350 legisladores y oligarcas a favor del Kremlin se vieron afectados por la congelación de activos y la prohibición de viajar. Fueron sancionados bancos, el sector del transporte y supuestos medios de propaganda.
Lo que podría haber tomado años en el pasado se logró en menos de tres meses, pero limitar los ingresos energéticos de Rusia eliminando su dependencia del petróleo, sin mencionar los suministros de gas, está demostrando ser algo más difícil de alcanzar.
Hungría, que obtiene de Rusia más del 60% de su petróleo y el 85% de su gas natural, es uno de varios países sin litoral que dependen en gran medida de los hidrocarburos rusos, junto con República Checa y Eslovaquia. Bulgaria también tiene sus reservas.
Mientras que más de tres décadas después de que McDonald’s se convirtiera en el primer restaurante de comida rápida estadounidense en abrir en la Unión Soviética, la cadena anunció el lunes que comenzó el proceso de venta de su negocio en Rusia, otro síntoma del creciente aislamiento del país por haber invadido Ucrania.
La compañía, cuyos 850 restaurantes en Rusia dan empleo a 62.000 personas, señaló como razones de su decisión la crisis humanitaria causada por la guerra y el hecho de que mantener su negocio en Rusia “ya no es sostenible ni es congruente con los valores de McDonald’s”.
Casi tres meses después de que Rusia escandalizara al mundo invadiendo Ucrania, sus fuerzas están estancadas, la OTAN busca ampliarse y Ucrania se ve animada por su victoria en un concurso musical paneuropeo enormemente popular. Mientras tanto, los militares occidentales dicen que la campaña de Rusia en el este de Ucrania ha perdido impulso. El ejército ucraniano dice que está conteniendo las ofensivas rusas en esa zona.
Finlandia anunció que solicitará su ingreso en la OTAN, mientras los principales diplomáticos de la alianza militar occidental, entre ellos el secretario de Estado Antony Blinken, se reunían el domingo en Berlín para hablar de la guerra en Ucrania. Por su parte, el partido gobernante de Suecia tenía previsto anunciar su posición sobre su solicitud de ingreso en la OTAN el domingo más tarde.
El hecho de que las dos naciones nórdicas no alineadas formen parte de la alianza supondría una afrenta para el presidente ruso Vladimir Putin, quien ha citado la expansión de la OTAN en Europa del Este tras la Guerra Fría como una amenaza para Rusia. La OTAN afirma que es una alianza puramente defensiva.
Ucrania aseguró el domingo que estaba conteniendo las ofensivas rusas en el este del país. Funcionarios militares occidentales opinaron que la campaña militar que Moscú lanzó allí después de que sus fuerzas no lograron tomar Kiev, la capital de Ucrania, se había ralentizado a paso de tortuga.
“La brutal invasión (de) Rusia está perdiendo impulso”, declaró el secretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana. “Sabemos que con la valentía del pueblo y el ejército ucranianos, y con nuestra ayuda, Ucrania puede ganar esta guerra”.
Es probable que Rusia haya perdido ya un tercio de las fuerzas terrestres de combate que dedicó en febrero a la campaña y sigue sufriendo “un alto nivel de desgaste” sin lograr avances significativos de territorio en el último mes, afirmó el domingo el Ministerio británico de Defensa en su reporte de inteligencia diario.
“La ofensiva rusa en el Donbás ha perdido impulso y se ha retrasado de forma significativa”, dijo el Ministerio en Twitter. Las fuerzas sufren “una baja moral y una efectividad de combate reducida”.
El Grupo de los Siete, que reúne a las principales economías del mundo, advirtió el sábado que la guerra en Ucrania está agravando una crisis alimentaria y energética global que amenaza a los países pobres y señaló que se necesitan medidas urgentes para desbloquear los depósitos de grano que Rusia retiene en Ucrania.
La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, que fue la anfitriona de los principales diplomáticos del G7, señaló que la guerra se ha convertido en una “crisis global”.
Según Baerbock, hasta 50 millones de personas, especialmente en África y Oriente Medio, pasarán hambre en los próximos meses a menos que se encuentre la forma de liberar el grano ucraniano, que representa a un porcentaje considerable del suministro global.
En las conclusiones publicadas tras una cumbre de tres días en la costa alemana del Báltico, el G7 se comprometió a proporcionar más ayuda humanitaria a los más vulnerables.
“La guerra de agresión rusa ha generado una de las crisis alimentarias y energéticas más graves de la historia reciente, que ahora amenaza a los más vulnerables en todo el mundo", apuntó el grupo.
“Estamos decididos a acelerar una respuesta multilateral coordinada para proteger la seguridad alimentaria mundial y respaldaremos a nuestros socios más vulnerables en este sentido", agregó.
El Grupo de los Siete pidió también a China que no ayude a Rusia, ni siquiera socavando las sanciones internacionales o justificando sus acciones en Ucrania.
Beijing debe respaldar la soberanía e independencia de Ucrania y no “asistir a Rusia en su guerra de agresión”, apuntó la declaración.
El G7, que está formado por Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania Italia, Japón y Estados Unidos, pidió también a China que “desista de participar en la manipulación de información, en la desinformación y en otros medios para legitimar" las acciones de Moscú en su país vecino.
La reunión celebrada en Weissenhaus se presentó como una ocasión para discutir las implicaciones del conflicto para la geopolítica, la seguridad energética y alimentaria, y los esfuerzos internacionales para abordar el cambio climático y la pandemia. En las conclusiones se incluyeron menciones a una amplia gama de problemas mundiales, desde la situación en Afganistán a las tensiones en Oriente Medio.
En tanto que el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió el sábado a su homólogo finlandés que las relaciones entre ambos vecinos podrían verse "afectadas negativamente" si Finlandia sigue adelante con los planes de solicitar su ingreso en la OTAN.
El servicio de prensa del Kremlin informó en un comunicado que Putin le dijo a Sauli Niinisto que el abandono de Finlandia “de su política tradicional de neutralidad militar sería un error, ya que no hay amenazas para la seguridad de Finlandia”.
“Tal cambio en la política exterior del país podría hacer que se vean afectadas negativamente las relaciones ruso-finlandesas, que se construyeron con un espíritu de buena vecindad y asociación durante muchos años y fueron mutuamente beneficiosas”, agregó el comunicado.
Banda ucraniana Kalush Orchestra gana Festival Eurovisión. La banda ucraniana Kalush Orchestra ganó el Festival de la Canción de Eurovisión a primeras horas del domingo en una categórica muestra de apoyo popular a esa nación devastada por la guerra y que fue más allá de la música.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski festejó el triunfo, el tercero de Ucrania desde el debut de Eurovisión en 2003, y dijo que “haremos nuestro mejor esfuerzo” para organizar el año entrante el festival en Mariúpol, ciudad portuaria que Rusia pretende controlar.
Subrayó que será en “Mariúpol ucraniana” y agregó “¡libre, pacífica y reconstruida!”. “¡Gracias por el triunfo, Kalush Orchestra, y a todos los que votaron por nosotros!”, afirmó Zelenski en un texto en la aplicación de mensajería en Telegram.
Las fuerzas rusas sufrieron fuertes pérdidas en un ataque ucraniano que destruyó un puente de pontones con el que intentaban cruzar un río en el este de Ucrania, indicaron funcionarios ucranianos y británicos, un nuevo indicio de los apuros de Moscú para salvar una guerra que no ha salido según sus planes.
En tanto, las autoridades ucranianas iniciaron el viernes el primer juicio por crímenes de guerra del conflicto. El acusado, un soldado ruso capturado, enfrenta cargos de balear de muerte a un civil de 62 años en los primeros días de la invasión.
El juicio se lleva a cabo en un momento en que la campaña rusa en la región industrial de Donbás en el este de Ucrania parece tornarse cada vez más en una larga guerra de desgaste.
El mando de las fuerzas aéreas ucranianas divulgó fotos y video de lo que dijo es un puente de pontones ruso dañado sobre el río Síversky Donets en Bilohorivka y varios vehículos militares rusos destruidos o dañados en los alrededores. Los ucranianos dijeron que destruyeron al menos 73 tanques y otro equipo militar durante la batalla de dos días esta semana. El mando señaló que sus tropas “ahogaron a los invasores rusos”.
El Ministerio de Defensa británico dijo que en el ataque Rusia perdió una cifra “significativa de elementos blindados de maniobra” de al menos un grupo táctico de batallón. Un grupo táctico de batallón ruso está integrado por unos 1.000 soldados.
“Realizar cruces de ríos en un ambiente disputado es una maniobra altamente riesgosa y habla de la presión que enfrentan los comandantes rusos para lograr avances en sus operaciones en el este de Ucrania”, señaló el ministerio en su informe diario de inteligencia.
En otros desarrollos, una iniciativa de Finlandia y potencialmente Suecia para unirse a la OTAN fue puesta en duda cuando el presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo que su país “no tiene una opinión favorable” de la idea. Acusó a Suecia y a otros países escandinavos de respaldar a milicianos kurdos y a otros que Ankara considera terroristas.
Erdogan no dijo directamente que bloquearía el ingreso de ambas naciones a la OTAN. Pero la alianza militar toma sus decisiones por consenso, lo que significa que cada uno de sus 30 países miembros tiene poder de veto sobre quién puede ingresar.
Una expansión de la OTAN sería un golpe para el presidente ruso Vladimir Putin, que inició la guerra con la intención de bloquear el avance de la alianza hacia el este, según dijo. Pero luego de la invasión a Ucrania, otros países fronterizos con Rusia temen que ellos podrían ser los próximos en ser invadidos.
Por otro lado, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, anunció planes para darle a Kiev 500 millones de euros (520 millones de dólares) adicionales con el fin de que adquiera armas pesadas.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, recibió con beneplácito que las armas pesadas lleguen al frente de batalla, pero reconoció que no se avizora que la guerra vaya a concluir rápidamente.
12 de mayo
El gobierno de Finlandia se declaró el jueves a favor de solicitar el ingreso del país a la OTAN, y Suecia podría hacer lo mismo en los próximos días, en una histórica realineación en Europa dos meses y medio después de que la invasión a Ucrania ordenada por el presidente ruso Vladimir Putin hizo estremecer de miedo a los vecinos de Moscú.
El Kremlin reaccionó advirtiendo que se verá obligado a tomar medidas “técnico-militares” en represalia.
En tanto, las fuerzas rusas atacaron zonas del centro, norte y este de Ucrania, incluyendo el último reducto de resistencia ucraniana en Mariúpol, parte de su ofensiva para tomar la región industrial del Donbás, al tiempo que Ucrania recapturó algunas poblaciones del noreste.
El primer juicio por crímenes de guerra de un soldado ruso desde que comenzó el conflicto dará inicio el viernes en Kiev. Con 21 años de edad y miembro de una unidad de tanques, el soldado capturado está acusado de matar a disparos a un civil que andaba en bicicleta en la primera semana de la guerra.
Por su parte, el presidente finlandés Sauli Niinisto y la primera ministra Sanna Marin anunciaron el jueves que el país nórdico debería solicitar de inmediato sumarse a la OTAN, el pacto de defensa militar que fue creado en parte para hacer frente a la Unión Soviética. “Ustedes (Rusia) causaron esto. Mírense en el espejo", afirmó Niinisto hace unos días.
Aunque el Parlamento aún debe dar su opinión, el anuncio significa que es casi un hecho que Finlandia presentará su solicitud —que le será aceptada—, aunque el proceso podría tomar varios meses. Asimismo, Suecia estudia la posibilidad de solicitar el ingreso a la alianza militar.
Eso representaría un cambio importante en el panorama europeo en materia de seguridad: Suecia ha evitado las alianzas militares desde hace más de 200 años, mientras que Finlandia optó por la neutralidad después de ser derrotada por los soviéticos en la Segunda Guerra Mundial.
La invasión provocó un vuelco masivo de la opinión pública a favor del ingreso a la OTAN ante el temor de que los países fronterizos con Rusia puedan ser las próximas víctimas.
Semejante expansión de la alianza dejaría a Rusia rodeada por la OTAN en el Báltico y el Ártico, lo que significaría un doloroso revés para Putin, quien había apostado a la división y el retroceso de la alianza en Europa, y en cambio ha visto que está sucediendo lo contrario.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dicho que la alianza recibiría a Suecia y Finlandia con los brazos abiertos.
El Ministerio del Exterior ruso advirtió que Moscú “se verá forzado a tomar medidas de represalia de carácter técnico-militar y de otro tipo para contrarrestar las amenazas emergentes a su seguridad nacional”.
El envío de armas y demás asistencia militar de la OTAN a Ucrania ha sido crucial en el inesperado éxito de Kiev a la hora de contener la invasión rusa, y el Kremlin advirtió nuevamente en términos escalofriantes que la ayuda podría provocar un conflicto directo entre la OTAN y Rusia.
Ucrania detuvo el miércoles el flujo de gas natural ruso en un gasoducto que alimenta a viviendas e industrias europeas, mientras que un funcionario partidario del Kremlin en una región del sur capturada por las tropas rusas dijo que pedirá la integración del territorio a Rusia.
Los comentarios del funcionario en Jersón podrían ser otra señal del plan más amplio de Rusia para Ucrania en su intento de salvar una invasión que hasta ahora ha salido mal, en medio de la preocupación de que el país pueda seguir siendo una fuente de inestabilidad continental y global durante meses, o incluso años, en el futuro.
Después de que sus fuerzas no lograran invadir rápidamente la capital, el presidente ruso Vladimir Putin cambió su enfoque hacia el corazón oriental del país, el Donbás. Pero uno de sus comandantes ha sugerido que los planes de Moscú son más amplios, diciendo que también espera tomar el control del sur del país y aislarlo de la costa.
“La ciudad de Jersón es Rusia”, señaló Kirill Stremousov, jefe adjunto de la administración regional instalada por Moscú, a la agencia de noticias rusa RIA Novosti. Dijo que los funcionarios regionales querían hacer que Jersón fuera una “región propia” de Rusia.
Las autoridades instaladas por Rusia no siempre hablan en nombre de Moscú, pero el mes pasado, Stremousov descartó devolver el control de la región de Jersón a las autoridades ucranianas.
Jersón es limítrofe con Crimea, que Rusia arrebató a Ucrania en 2014, y su captura fue uno de los éxitos más importantes de Moscú en la guerra.
En 11 semanas, la guerra se ha desarrollado en los campos de batalla de las ciudades ucranianas, pero también en los mercados energéticos y financieros, ya que los aliados de Kiev en Occidente han tratado de privar a Rusia del dinero necesario para financiar la guerra con sanciones y embargos energéticos.
El impacto práctico inmediato del corte de gas fue probablemente limitado, ya que gran parte del gas puede seguir fluyendo a través de otro gasoducto, dijo el analista de gas Zongqiang Luo en Rystad Energy.
Los datos preliminares sobre el flujo sugieren que eso ya está ocurriendo, aunque el gigante ruso Gazprom, de propiedad estatal, indicó un cierto descenso en el suministro. Dijo que estaba enviando suministros de gas a Europa a través de Ucrania por una cantidad de 72 millones de metros cúbicos, aparentemente un 25% menos que el día anterior.
La medida pone de manifiesto el riesgo más amplio que corre el suministro de gas en la guerra y tiene un significado simbólico al ser la primera vez que Ucrania interrumpe el flujo hacia el oeste.
Rusia atacó el estratégico puerto de Odesa, informaron funcionarios ucranianos, en un aparente intento por afectar las líneas de suministro y los envíos de armas occidentales que son fundamentales para la defensa de Kiev.
La capacidad de Ucrania para frenar a un ejército ruso más grande y mejor armado ha sorprendido a muchos que habían previsto que el conflicto terminaría mucho más rápido.
Mientras la guerra atraviesa su onceava (11) semana y Kiev frena el avance a las fuerzas rusas, e incluso organiza una contraofensiva, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano pareció insinuar que el país podría ampliar sus objetivos más allá de simplemente hacer retroceder a Rusia hacia las zonas que ella o sus aliados tenían el día de la invasión del 24 de febrero.
Uno de los ejemplos más notables de la capacidad de Ucrania para evitarle a Rusia victorias fáciles es Mariúpol, donde combatientes ucranianos permanecen atrincherados en una planta siderúrgica, negándole a Moscú el control absoluto de la ciudad. El regimiento que defiende la planta dijo que los aviones de guerra rusos seguían bombardeándola.
En los últimos días, Naciones Unidas y la Cruz Roja organizaron un rescate de los que se presumía eran los últimos civiles atrapados en la planta. Pero dos funcionarios dijeron el martes que se creía que todavía había unos 100 en los túneles del complejo. Otros señalaron que era imposible confirmar la información.
En otro ejemplo del espeluznante balance de la guerra, las autoridades ucranianas dijeron que habían encontrado los cuerpos de 44 civiles entre los escombros de un edificio destruido hace semanas en la ciudad nororiental de Izium.
Mientras tanto, nuevas cifras de la ONU mostraron que 14 millones de ucranianos se han visto forzados a abandonar sus hogares hasta finales de abril, incluidos más de 5.9 millones que han salido del país.
En Washington, un alto funcionario de inteligencia testificó que entre 8 y 10 generales rusos han fallecido en la guerra. El teniente general Scott Berrier, quien dirige la Agencia de Inteligencia de la Defensa, comentó a una comisión del Senado que debido a que Rusia carece de un cuerpo de suboficiales, sus generales tienen que ir a las zonas de combate y terminan en posiciones peligrosas.
El presidente ruso Vladimir Putin aprovechó el día feriado patriótico más importante de su país para justificar nuevamente su guerra en Ucrania, pero no declaró ni siquiera una victoria limitada ni señaló hacia dónde se dirige el conflicto, mientras sus fuerzas mantienen una ofensiva con pocas señales de progreso.
El mandatario ruso supervisó el lunes un desfile del Día de la Victoria en la Plaza Roja de Moscú, en el que tropas marcharon en formación y se exhibió equipo militar como parte de la celebración del papel de la entonces Unión Soviética en la derrota de la Alemania nazi en 1945.
Pero su muy esperado discurso no ofreció novedades sobre cómo pretende salvar la guerra y, en cambio, se aferró a las acusaciones de que Ucrania representaba una amenaza para Rusia, a pesar de que las fuerzas armadas nucleares de Moscú son muy superiores en número y potencia.
“El peligro aumentaba día a día”, aseguró Putin. “Rusia ha dado una respuesta preventiva a la agresión. Fue una decisión forzada, oportuna y la única correcta”.
Putin no entró en detalles sobre el campo de batalla, sin mencionar los combates potencialmente cruciales por Mariúpol, el vital puerto del sur del territorio ucraniano, y ni siquiera pronunció la palabra “Ucrania”.
Mientras tanto, se produjeron intensos combates terrestres en el este de Ucrania. El puerto estratégico de Odesa en el Mar Negro, en el sur, fue bombardeado nuevamente y las fuerzas rusas intentaron acabar con los defensores ucranianos que hacían su última resistencia en una siderúrgica en Mariúpol.
Putin está enfadado desde hace tiempo por el avance de la OTAN hacia el este rumbo a las exrepúblicas soviéticas y argumentó el lunes que Rusia tenía que invadir Ucrania antes de un choque “inevitable”. Las autoridades ucranianas y sus partidarios occidentales han negado que Kiev o la OTAN representen una amenaza.
Como lo ha hecho todo el tiempo, Putin describió falsamente la lucha como una batalla contra el nazismo, vinculando así la guerra con lo que muchos rusos consideran su mejor momento: el triunfo sobre la Alemania nazi. La Unión Soviética perdió 27 millones de personas en lo que Rusia llama la Gran Guerra Patriótica.
También trató de describir la actual ofensiva por el control de la región de Donbás en el este —el punto de atención de Moscú después de su fallido intento de asaltar la capital, Kiev— como una lucha en las “tierras históricas” de Rusia. Desde hace mucho tiempo ha tratado de negar los 1.000 años de historia de Ucrania.
El presidente Joe Biden firmó una medida bipartidista para reiniciar el programa de “préstamo y arriendo” de la Segunda Guerra Mundial que ayudó a derrotar a la Alemania nazi, con el fin de fortalecer a Kiev y a sus aliados de Europa del Este.
La nueva iniciativa es simbólica en gran medida, pero llega en un momento en que el Congreso se dispone a liberar más recursos por 33,000 millones de dólares o más para combatir la guerra. Todo esto es en respuesta al presidente ruso Vladimir Putin, quien aprovechó el Día de la Victoria —el aniversario de la rendición incondicional de Alemania y el feriado patriótico más importante de Rusia— para movilizar a su pueblo a favor de la invasión.
Más de 60 personas habrían muerto el domingo después de que una bomba rusa destruyó una escuela que era utilizada como refugio, informaron autoridades ucranianas.
En tanto, las fuerzas de Moscú mantuvieron su ofensiva contra los defensores atrincherados en la siderúrgica de Mariúpol, en una aparente carrera por capturar la ciudad antes del feriado ruso del Día de la Victoria.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo que quedó “conmocionado” por los reportes del ataque del sábado contra una escuela de la localidad de Bilohorivka, en el este de Ucrania, diciendo que es un recordatorio de que “son los civiles los que pagan el precio más alto” en la guerra.
Unas 90 personas se resguardaban en el sótano, señalaron las autoridades. Cuadrillas de emergencia encontraron dos cuerpos y rescataron a 30 personas, pero “lo más probable es que las 60 que siguen bajo los escombros ya estén muertas”, dijo Serhiy Haidai, gobernador de la provincia de Luhansk, en un mensaje publicado en Telegram.
Ataques de artillería rusa también cobraron la vida de dos niños, de 11 y 14 años, en la localidad de Pryvillia, a poca distancia de la escuela. Luhansk forma parte del Donbás, la región industrial del este de Ucrania que las fuerzas rusas intentan capturar.
En un momento en que Moscú se alista a celebrar el lunes el triunfo sobre la Alemania nazi en 1945 con un desfile militar por el Día de la Victoria, una serie de gobernantes y celebridades de Occidente realizaron visitas sorpresa a Ucrania en una muestra de apoyo.
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, se reunió con su contraparte ucraniana Olena Zelenska. El primer ministro canadiense Justin Trudeau izó la bandera de su país en su embajada en Kiev. Y Bono y The Edge de la banda U2 se presentaron en una estación del metro de la capital ucraniana que ha sido utilizada como refugio antibombas, interpretando el éxito de la década de 1960 “Stand By Me”.
La embajadora interina de Estados Unidos ante Ucrania, Kristina Kvien, publicó una imagen suya en la embajada estadounidense, y anunció planes para un eventual regreso de la misión de ese país a la capital ucraniana, después de que las fuerzas de Moscú dejaron de lado sus intentos por tomar Kiev hace algunas semanas y se enfocaron en la captura del Donbás.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski, entre otros, advirtió en días recientes que los ataques rusos se recrudecerían antes del Día de la Victoria, y algunas ciudades declararon toques de queda y recomendaron a la población no reunirse en lugares públicos. Se cree que el mandatario ruso Vladimir Putin quiere proclamar algún triunfo en Ucrania durante su discurso a las tropas en la Plaza Roja.
“No tienen nada que celebrar mañana”, aseguró Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, en declaraciones a CNN. “No han tenido éxito en vencer a los ucranianos. No han tenido éxito en dividir al mundo ni en dividir a la OTAN. Y en lo único en lo que han tenido éxito es en aislarse internacionalmente y convertirse en un Estado paria en todo el mundo”.
Las fuerzas rusas dispararon el sábado misiles crucero contra Odesa, ciudad del sur de Ucrania, y atacaron intensamente la sitiada acería de Mariúpol, con la intención de completar a tiempo la conquista del puerto ante los próximos festejos de Moscú por el Día de la Victoria.
Las autoridades anunciaron la evacuación de los últimos civiles de la planta siderúrgica —mujeres, niños y adultos mayores_, aunque los combatientes ucranianos continuaban atrapados en el lugar.
En un indicio de una inesperada eficacia defensiva que les ha permitido mantenerse en lucha por 11ma semana, las fuerzas armadas de Ucrania destruyeron posiciones rusas en una isla del mar Negro capturada en los primeros días de la guerra y que se ha convertido en símbolo de la resistencia.
Analistas militares occidentales indicaron que una contraofensiva ucraniana avanzaba en torno a la segunda ciudad más grande del país, Járkiv, aun cuando ésta continuaba siendo un objetivo crucial del fuego de artillería de las fuerzas rusas.
El mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial ha devenido en una terrible guerra de desgaste en la que miles de personas han perecido y millones se han visto obligadas a huir de sus casas, así como en una amplia devastación en algunas ciudades.
Las autoridades ucranianas han advertido que los ataques se agravarán a medida que se acerque la efeméride del lunes en la que Rusia festeja la derrota de la Alemania nazi hace 77 años y el presidente Volodímir Zelenski exhortó a los ucranianos a estar atentos a las alarmas de ataque aéreo.
El secretario de Estado norteamericano Antony Blinken dijo el sábado que Zelenski y su pueblo “encarnan el espíritu de aquellos que prevalecieron durante la Segunda Guerra Mundial”.
Blinken acusó al presidente ruso Vladimir Putin de intentar “desvirtuar la historia en un intento para justificar su guerra no provocada y brutal contra Urania”.
En tanto que Jill Biden escuchó historias desgarradoras el sábado de parte de mujeres y niños ucranianos que escaparon de la guerra y se han refugiado en Rumania. Una madre le relató a la primera dama de Estados Unidos su fuga tras haber estado refugiada en un sótano estrecho y frío con su traumatizada hija de 8 años.
Llegar a Rumania “lo cambio todo para nosotros”, le dijo a Biden Svitlana Golliak, de Járkiv, durante la visita de la primera dama a una escuela pública en Bucarest que esta albergando a niños refugiados. Golliakd dijo que su hija “se siente mucho mejor aquí … no más llanto, y se ha adaptado muy bien”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó el envío de otros 150 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania para la adquisición de cartuchos de artillería y sistemas de radar en su lucha contra las fuerzas invasoras rusas.
En declaraciones difundidas el viernes por la noche, Biden añadió que el nuevo gasto significa que su gobierno “casi ha agotado” lo que el Congreso autorizó en marzo para Ucrania. Pidió a los legisladores que aprueben rápidamente un paquete de gastos de más de 33.000 millones de dólares que durará hasta fines de septiembre.
Docenas de civiles más fueron rescatados el viernes de los túneles bajo la sitiada siderúrgica de Mariúpol en la que soldados ucranianos han estado resistiendo para impedir que Moscú tome completamente la estratégica ciudad portuaria.
Funcionarios rusos y ucranianos dijeron que 50 personas fueron evacuadas de la planta de Azovstal y entregadas a representantes de las Naciones Unidas y del Comité Internacional de la Cruz Roja. Las fuerzas armadas rusas indicaron que en el grupo había 11 niños.
La viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, y funcionarios rusos dijeron que las tareas de evacuación proseguirían el sábado. Los recién evacuados se suman a los aproximadamente 500 civiles que salieron de la planta y de la ciudad en los últimos días.
La lucha por el último reducto de la resistencia ucraniana en una ciudad reducida a escombros por el embate ruso parecía cada vez más desesperada, en medio de especulaciones de que el presidente Vladimir Putin quiere concluir la batalla de Mariúpol para presentarle al pueblo ruso un éxito en combate que coincida con el Día de la Victoria, el cual se celebra el lunes y es el feriado patriótico más importante del calendario ruso.
Conforme se acerca este feriado que conmemora la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, las ciudades de toda Ucrania se preparan para un previsible incremento en los ataques rusos, y las autoridades exhortaron a los habitantes a que atiendan las alertas de ataques aéreos.
“Estas fechas simbólicas son para el agresor ruso como el color rojo para un toro”, dijo Yevhen Yenin, viceministro del Interior de Ucrania. “Aunque en estos días todo el mundo civilizado recuerda a las víctimas de guerras terribles, la Federación Rusa quiere desfiles y está preparándose para bailar sobre huesos en Mariúpol”.
De acuerdo con el cálculo más reciente de Rusia, aproximadamente 2,000 combatientes ucranianos están atrincherados en el vasto laberinto de túneles y búnkeres debajo de la siderúrgica, y se han negado reiteradamente a rendirse. Antes de las evacuaciones del viernes, funcionarios ucranianos dijeron que unos pocos centenares de civiles también están atrapados allí, y los temores por su seguridad se han incrementado al agudizarse los combates en días recientes.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski señaló que “Estados influyentes” están involucrados en las gestiones para rescatar a los soldados, aunque no mencionó el nombre de ninguno.
Mientras que la primera dama de Estados Unidos Jill Biden expresó el viernes su agradecimiento a los soldados estadounidenses desplegados en Rumania como resguardo contra una agresión rusa, al comenzar un viaje de cuatro días a Europa para ver personalmente la crisis de refugiados causada por la invasión de Rusia a Ucrania.
Tras volar desde Washington por la noche, la primera dama arribó a la Base Aérea Mihail Kogalniceau en Rumania, cerca del Mar Negro, a tiempo para ayudar a servir la cena a los soldados estadounidenses estacionados allí. Unos 1.600 de los varios miles de soldados desplegados por el presidente Joe Biden en el este de Europa antes de la guerra Rusia-Ucrania fueron enviados a la base, que está a unos 100 kilómetros (60 millas) de la frontera con Ucrania.
Tras la evacuación de algunos civiles de una planta siderúrgica cercada por las fuerzas rusas en el puerto de Mariúpol, el destino de cientos de soldados ucranianos que aún se encuentran en el laberinto de túneles y búnkeres subterráneos de la instalación es incierto.
Al parecer, sus opciones son combatir hasta la muerte o rendirse con la esperanza de que se les perdone la vida conforme a los términos del derecho internacional humanitario.
Pero los expertos afirman que es poco probable que las tropas, que cuentan entre sus filas con personas sanas y heridas, consigan su salida de una manera sencilla, y que incluso tengan dificultades para abandonar la planta siderúrgica de Azovstal como hombres libres o incluso vivos.
“Tienen derecho a luchar hasta morir, pero si se rinden a Rusia, pueden ser detenidos”, dijo Marco Sassoli, profesor de derecho internacional de la Universidad de Ginebra. "Es su decisión, así de simple”.
Sassoli indicó que no hay que descartar que los rusos los traten de acuerdo con el derecho internacional. "Sería poco acertado decir que estos pobres chicos de Azovstal no deben entregarse a los rusos porque éstos los ejecutarán o torturarán”, señaló.
La enorme planta de Azovstal, situada junto al mar, es un objetivo de guerra clave para las fuerzas rusas, ya que es el último reducto de resistencia en la costa del sureste de Ucrania, tras el duro y devastador asedio de Mariúpol.
Por el contrario, los militares rusos han pedido a las tropas dentro de Azovstal que depongan las armas y salgan con banderas blancas. Dicen que los que se rindan no serán asesinados, de acuerdo con el derecho internacional.
Por su parte, los comandantes de la resistencia ucraniana en la planta han rechazado repetidamente los plazos que Rusia dio para su rendición. Pero en una nueva grabación de video, el subcomandante del Regimiento Azov, Sviatoslav Palamar, dijo que se debía permitir la salida de algunos soldados —en particular de los heridos— y pidió ayuda directa al presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
En tanto que el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado urgente al mundo para que se una y ponga fin a la guerra en Ucrania, que calificó de insensata, despiadada e “ilimitada en su potencial para un daño global”.
Las Naciones Unidas informaron que más de 300 civiles de la asediada ciudad de Mariúpol y de otras cuatro localidades han sido evacuados a Zaporiyia, en una segunda operación exitosa para sacar a los civiles ucranianos de las zonas sometidas a ataques rusos.
Osnat Lubrani, la jefa de asuntos humanitarios de la ONU en Ucrania, dijo en un comunicado que muchos de los civiles de Mariúpol, Manhush, Berdiansk, Tokmak y Vasylivka —todas localidades del sureste de Ucrania— llegaron el miércoles sin nada más que la ropa puesta y ya están recibiendo ayuda humanitaria. También recibirán “apoyo psicológico sumamente necesario”, agregó.
En su comunicado Lubrani no especificó si la evacuación incluyó a civiles de la siderúrgica Azovstal en Mariúpol, que está rodeada por soldados rusos y que fue objeto de nuevos ataques el miércoles, según se reportó.
El comandante de la principal fuerza que defiende la siderúrgica de Azovstal, en la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol, Ucrania, afirma que las tropas rusas han entrado en terrenos de la fábrica, donde la semana pasada se produjeron evacuaciones limitadas de civiles.
El gobierno ruso, por su parte, se comprometió a facilitar corredores humanitarios desde el jueves hasta el sábado para permitir más evacuaciones.
En un video publicado el miércoles, Denys Prokopenko, comandante del regimiento ucraniano Azov, dijo que las incursiones habían continuado por segundo día y que hay "intensas y cruentas batallas”.
En tanto que la líder de la Unión Europea pide que el bloque de 27 países vete las importaciones de petróleo ruso, en el sexto paquete de sanciones contra Moscú por su guerra en Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso también que Sberbank, el más grande de Rusia, y otras dos grandes entidades sean desconectados del sistema internacional SWIFT de pagos bancarios.
En una comparecencia ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, Von der Leyen pidió a los países miembro de la UE que eliminen de forma gradual las importaciones de crudo en seis meses y de productos refinados para final de año.
3 de mayo
Las fuerzas rusas comenzaron el martes un asalto contra la planta siderúrgica donde se encuentra el último foco de resistencia en Mariúpol, según dijeron los defensores ucranianos, mientras decenas de civiles que fueron evacuados del destruido complejo durante el fin de semana llegaron a territorio bajo control ucraniano y narraron los días y noches llenos de temor y desesperación por los incesantes ataques.
Osnat Lubrani, coordinador humanitario de la ONU para Ucrania, dijo que gracias a las labores de evacuación del fin de semana, 101 personas, incluidos mujeres, ancianos y 17 niños, de los cuales el menor tenía seis meses de edad, finalmente pudieron salir de los búnkeres debajo de la acería de Azovstal y “ver la luz del sol después de dos meses”.
Se desconoce el número de combatientes ucranianos que estaban atrincherados en el lugar. Los rusos estimaron la cifra en unos 2 mil, de los cuales 500 estaban heridos. Aún permanecían en el sitio algunos cientos de civiles, según la viceprimera ministra ucraniana Iryna Vereshchuk.
En tanto que Eslovaquia y Hungría manifestaron que no respaldarán las sanciones contra el sector energético ruso que prepara la Unión Europea por la guerra en Ucrania, argumentando que dependen demasiado de esos suministros y que no tienen alternativas inmediatas.
Los comisionados de la UE están debatiendo nuevas propuestas de sanciones, que podrían incluir un embargo gradual contra el petróleo ruso. Es probable que los 27 países miembros comiencen a analizarlas el miércoles, pero podrían pasar varios días antes de que las medidas entren en vigor. No está claro si el petróleo estaría entre ellas o si Eslovaquia y Hungría recibirían exenciones.
El ministro de Economía eslovaco, Richard Sulik, alegó que la única refinería del país, Slovnaft, no puede cambiar inmediatamente del crudo ruso a otro tipo de petróleo. Cambiar la tecnología llevaría varios años, aseguró Sulik a los periodistas. “Entonces, insistiremos en la exención, seguro”, agregó.
Eslovaquia depende casi por completo del petróleo ruso, que recibe a través del oleoducto Druzhba, de la era soviética. Hungría también depende en gran medida, aunque otros importantes importadores de hidrocarburos, como Alemania, dijeron que podrían hacer frente si la UE prohibiera el petróleo ruso.
El ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, dijo que el país no votará a favor de ninguna sanción “que imposibilite el transporte de gas natural o petróleo de Rusia a Hungría”.
Mientras que el papa Francisco dijo a un diario italiano que ha ofrecido viajar a Moscú para reunirse con el presidente Vladimir Putin y tratar de ayudar a poner fin a la guerra en Ucrania, pero que aún no ha recibido respuesta. Francisco dijo que hizo la oferta unas tres semanas después del inicio de la invasión a través del secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin.
Polonia exhortó el lunes a sus socios de la Unión Europea a unirse para imponer extensas sanciones contra los sectores de petróleo y gas rusos por la guerra en Ucrania y no ceder ante la presión para pagar su gas en rublos rusos.
Los ministros de la UE se reúnen en Bruselas para discutir su respuesta a la decisión de la semana pasada de Rusia de cortar el suministro de gas a Bulgaria y Polonia. La empresa energética rusa Gazprom dijo que ninguno de los dos países pagaron su cuenta en abril.
“Haremos un llamado para sanciones inmediatas contra el petróleo y gas rusos. Este es el paso siguiente, urgente y absoluto", dijo la ministra de Clima y Medio Ambiente de Polonia Anna Moskwa. “Ya tenemos carbón. Ahora es momento del petróleo y el segundo paso es para el gas. La mejor opción es tomarlos todos juntos”.
En una medida de la semana pasada etiquetada en Europa como “chantaje”, Gazprom de Rusia cortó el suministro a Bulgaria y Polonia. La decisión se tomó después de que el presidente ruso Vladimir Putin dijera que países “no amistosos” deben empezar a pagar su gas en rublos, la moneda de Rusia.
Bulgaria y Polonia se negaron a hacerlo, al igual que la mayoría de los países de la Unión Europea. Más recibos de Gazprom vencen el 20 de mayo y el bloque está receloso de que Rusia corte el suministro a más países. Rusia rechaza la acusación de chantaje.
El bloque de 27 naciones importa aproximadamente 40% del gas que consume de Rusia, pero algunos de sus países, principalmente Hungría y Eslovaquia, tienen mayor dependencia que otros y apoyan un embargo al petróleo gradual.
Alemania considera que podría soportar un corte de petróleo ruso. El ministro de Economía, Robert Habeck, dijo que el petróleo ruso actualmente representa el 12% de las importaciones totales, debajo del 35% antes de la guerra, y la mayoría va a la refinería Schwedt cerca de Berlín.
“Alemania no se opone a una prohibición del petróleo de Rusia. Claro que es una carga pesada, pero estamos preparados para soportarla”, dijo Habeck a la prensa. Agregó que sería útil si contaran con unas semanas o meses más para encontrar embarcaciones que transporten petróleo, y preparar mejor los puertos y oleoductos.
En tanto que el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se expresó el lunes confiado de que los países del bloque se pondrán de acuerdo para imponer nuevas y significativas sanciones a Rusia en los próximos días, al menos en lo que se refiere a las importaciones de petróleo.
Borrell se encuentra en Panamá para tratar el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania en una reunión con los cancilleres de Centroamérica y el Caribe.
La ansiada evacuación de civiles de una siderúrgica de la ciudad de Mariúpol estaba en marcha el domingo, y la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, dio a conocer que visitó al presidente de Ucrania para mostrar el respaldo incondicional de Washington a la defensa del país frente a la agresión rusa.
Las fuerzas ucranianas publicaron un video en internet en el que se veía a ancianas y madres con hijos pequeños envueltos en ropa de invierno siendo ayudadas a ascender por una gran pila de escombros de la planta para luego abordar un autobús.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, en coordinación con autoridades rusas y ucranianas, está encargado de la operación para evacuar a los civiles del enorme complejo acerero de Azovstal, dijo Saviano Abreu, portavoz de asuntos humanitarios de la ONU.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski elogió la evacuación y dijo que se tiene previsto que más de 100 civiles, en particular mujeres y niños, lleguen el lunes a la ciudad de Zaporiyia, controlada por Ucrania.
Horas más tarde el domingo, uno de los defensores de la planta indicó que las fuerzas rusas reanudaron su ofensiva contra el complejo tan pronto como se completó la evacuación del grupo de civiles.
Mariúpol, un puerto sobre el Mar de Azov, es un objetivo crucial debido a su posición estratégica cerca de la península de Crimea, que Rusia le arrebató a Ucrania en 2014.
Por su parte, Pelosi visitó Kiev el sábado, la legisladora estadounidense de mayor rango en viajar al país desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero. Efectuó su visita apenas días después de que Rusia lanzó cohetes hacia la capital durante la visita del secretario general de la ONU, António Guterres.
En una conferencia de prensa el domingo en la ciudad polaca de Rzeszów, Pelosi dijo que ella y otros miembros de la delegación estadounidense se reunieron con Zelenskyy para traerle “un mensaje de reconocimiento de parte del pueblo estadounidense por su liderazgo”.
30 de abril
Fuerzas ucranianas peleaban pueblo por pueblo para frenar un avance ruso en el oriente del país, mientras Naciones Unidas buscaba negociar la evacuación de civiles del último baluarte defensivo de la ciudad portuaria de Mariúpol, ahora reducida a ruinas.
Se calcula que unos 100,000 civiles permanecen en la ciudad y hasta 1,000 se guarecen bajo tierra en la gigantesca planta siderúrgica local que data de la era soviética, según autoridades ucranianas.
Ucrania se ha abstenido de precisar cuántos combatientes se encuentran en la planta, la única parte de Mariúpol no ocupada por las fuerzas rusas, aunque Moscú calcula que son alrededor de 2,000.
Medios de prensa rusos informaron el sábado que 25 civiles fueron evacuados de la siderúrgica Azovstal, aunque no había confirmación de Naciones Unidas. Sin ofrecer mayores detalles, la agencia noticiosa rusa RIA Novosti reporto que 19 adultos y seis niños fueron retirados de las instalaciones.
Un jefe del Regimiento Azov, la unidad ucraniana que defiende la planta, dijo que 20 civiles fueron desalojados durante un alto el fuego, aunque se desconoce si se refirió al mismo grupo mencionado en los despachos noticiosos rusos.
En su discurso nocturno del sábado en la noche, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski habló en ruso y exhortó a los soldados rusos a que no luchen en Ucrania y señaló que incluso sus generales prevén que miles de ellos habrán de morir.
El presidente acusó a Moscú de reclutar nuevos soldados que tienen poca motivación y poca experiencia de combate" a fin de reforzar a las unidades mermadas a principios de la guerra para que estén nuevamente en condición de lucha.
“Cada soldado ruso todavía puede salvar su vida”, dijo. “Es mejor para ustedes sobrevivir en Rusia que perecer en nuestra tierra”.
En tanto, el ministro de relaciones exteriores de Rusia Serguéi Lavrov dijo en una entrevista que los negociadores rusos y ucranianos hablan “casi todos los días” Sin embargo, le dijo a la agencia noticiosa estatal china que “el progreso no ha sido fácil”.
Estados Unidos cree que los rusos están “al menos varios días rezagados de donde querían estar” debido a la resistencia de las fuerzas ucranianas mientras intentan rodear a las tropas estatales en el este, apuntó un alto funcionario de defensa de Washington, que habló bajo condición de anonimato para revelar evaluaciones militares estadounidenses.
29 de abril
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de intentar humillar a Naciones Unidas con un ataque con misiles sobre Kiev durante la visita de su secretario general, António Guterres. El incidente quebró el tímido intento de la capital ucraniana de regresar a la normalidad ahora que el foco de la guerra se ha desplazado al este del país.
Según Zelenski, las fuerzas ucranianas frenaban el intento de avance ruso en el sur y en el este mientras continuaban los esfuerzos para garantizar el paso seguro de los residentes que siguen en Mariúpol, una ciudad reducida en su mayoría a escombros tras dos meses de asedio.
Rusia bombardeó objetivos en toda Ucrania el jueves, incluyendo un rascacielos residencial y otro inmueble durante el operativo sobre Kiev. El alcalde de la capital, Vitali Klitschko, reportó el viernes el hallazgo de un cadáver entre los escombros del ataque. Diez personas resultaron heridas, de las cuales al menos una perdió una pierna, según los servicios de emergencias.
El ataque más audaz de las fuerzas rusas sobre la capital ucraniana desde su retirada hace unas semanas se produjo apenas una hora después de la conferencia de prensa conjunta entre Zelenski y Guterres, quien visitó algunos de los escenarios de la destrucción en Kiev y sus alrededores y condenó los ataques a la población civil.
Uno de los objetivos de la visita de Guterres era garantizar la evacuación de los civiles que siguen en la arrasada ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur, incluyendo la destrozada planta metalúrgica que es el último reducto de la resistencia ucraniana. Cientos de civiles se han refugiado también en la acería.
En Mariúpol se han vivido algunos de los momentos más dramáticos del conflicto: sitiada desde los primeros días de la invasión, muchos de sus residentes quedaron atrapados y se fueron quedando sin comida, agua, medicamentos y electricidad
Se estima que en la ciudad hay todavía 100,000 personas, y el gobierno local advirtió el jueves que la falta de agua potable y los problemas del sistema de saneamiento podrían provocar brotes de enfermedades letales como el cólera y la disentería. Además, los cadáveres yacen en descomposición bajo los escombros, agregó.
Aunque las fuerzas rusas controlan en gran medida la ciudad, alrededor de 2.000 combatientes ucranianos se han atrincherado en la planta metalúrgica. Junto a ellos hay cerca de 1,000 civiles, y los bomberos dijeron que los últimos ataques sobre el complejo causaron muertos y heridos.
Rusia atacó blancos prácticamente desde un extremo a otro de Ucrania el jueves, incluyendo Kiev, bombardeando la ciudad mientras la visitaba el secretario general de la ONU en el ataque más audaz sobre la capital desde que las fuerzas de Moscú se replegaron hace semanas.
Al menos una persona murió y varias más resultaron heridas en la ofensiva sobre Kiev, entre ellas algunas que quedaron atrapadas cuando dos edificios fueran alcanzados por proyectiles, informaron funcionarios de rescate.
El ataque se llevó a cabo apenas una hora después de que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy sostuvo una conferencia de prensa con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien declaró que Ucrania se ha vuelto “un epicentro de una angustia y dolor insoportables". Un portavoz de Guterres dijo que él y su equipo se encontraban a salvo.
En tanto, se reportaron explosiones en diversos puntos del país, desde Polinne en el oeste, Cherníhiv cerca de la frontera con Bielorrusia, y en Fastiv, un importante centro ferroviario al suroeste de la capital. El alcalde de Odesa, en el sur del país, dijo que las defensas antiaéreas interceptaron cohetes.
Las autoridades ucranianas también reportaron una intensa ofensiva en el Donbás —el centro industrial del este de Ucrania que el Kremlin dice es su principal objetivo_, y cerca de Járkiv, una ciudad nororiental a las afueras del Donbás que es considerada clave en el conflicto.
En la destruida ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur de Ucrania, combatientes ucranianos atrincherados en una planta acerera que representa el último bastión de la resistencia dijeron que ataques nocturnos dejaron más muertos y heridos. Además, las autoridades advirtieron que la falta de agua potable dentro de la ciudad podría resultar en brotes de enfermedades letales como el cólera y la disentería.
La nueva serie de ataques ocurrieron en un momento en que Guterres evaluaba los daños en los pequeños poblados que rodean la capital y donde se registraron algunas de la escenas más horrendas de las primeras semanas de la guerra. Condenó las atrocidades cometidas en localidades como Bucha, donde se encontró evidencia de civiles masacrados una vez que Rusia se replegó de la zona hace unas semanas luego de encontrar una resistencia más firme de lo que preveía.
Países, organizaciones internacionales y entidades de derechos humanos discutieron este miércoles en la ONU cómo garantizar que haya rendición de cuentas ante las graves atrocidades que se están cometiendo en Ucrania, una guerra que supondrá una prueba de fuego para la Justicia internacional, según advirtieron.
Reunido en una sesión informal, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas escuchó las posturas de, entre otros, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet; el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan; la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, y organizaciones como Human Rights Watch (HRW).
Todos ellos insistieron en que los crímenes que se están viendo en Ucrania no pueden quedar impunes si el mundo quiere mantener un atisbo de justicia de cara al futuro.
"Esta es una coyuntura crítica. Las implicaciones son profundas en Ucrania, pero se extienden más allá de Ucrania. Es momento de aferrarse a la ley, de defender la ley. Si no nos agarramos con el mayor respeto a la ley en este momento, no nos quedará nada más que aceptar la desesperanza y el sufrimiento", subrayó Khan.
El fiscal de la CPI, que desde marzo investiga la situación en Ucrania, consideró que está en juego el Estado de derecho y todo el sistema legal internacional.
Desde el inicio de la guerra, la ONU ha documentado "graves violaciones" de los derechos humanos y de la ley humanitaria internacional, según señaló Bachelet.
En particular, la expresidenta chilena destacó los numerosos "ataques indiscriminados", prohibidos por esas normas y que pueden suponer "crímenes de guerra".
La oficina de Bachelet ha confirmado hasta ahora la muerte de 2,782 civiles, la mayoría como resultado de bombardeos aéreos, misiles y fuego de artillería lanzados contra zonas urbanas, pero da por seguro que las cifras reales son mucho mayores.
Estados Unidos presionó a sus aliados para que muevan “cielo y tierra” para mantener a Kiev bien abastecida de armas, mientras las fuerzas rusas atacan el este y el sur de Ucrania, en medio de temores de que la guerra pueda propagarse más allá de las fronteras del país.
Por segundo día consecutivo, se registraron explosiones en la región separatista de Transnistria, en la vecina Moldavia, las cuales derribaron dos potentes antenas de radio cercanas a la frontera ucraniana. Nadie reivindicó la autoría de los atentados, pero Ucrania culpó a Rusia.
En tanto, Polonia y Bulgaria dijeron que el Kremlin dejará de suministrarles gas natural a partir del miércoles, en lo que representa la primera acción de este tipo en la guerra. Ambos países, miembros de la OTAN, habían rechazado las exigencias de Rusia de que pagaran el gas en rublos.
Polonia ha sido una de las principales puertas de entrada de armas a Ucrania y ha confirmado esta semana el envío de tanques al país.
El efecto potencial del corte no estaba claro por el momento. Polonia dijo que estaba bien preparada para una medida de este tipo después de trabajar durante años para reducir su dependencia en la energía rusa. Bulgaria obtiene más del 90% de su gas de Rusia, y los funcionarios señalaron que estaban tratando de encontrar otras fuentes.
Después de dos meses de lucha, las armas occidentales han ayudado a Ucrania a detener la invasión rusa, pero los líderes del país han dicho que necesitan más apoyo rápidamente.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, convocó a una reunión de funcionarios de unos 40 países en la base aérea estadounidense de Ramstein, en Alemania, y dijo que se está preparando el envío de más ayuda.
“Esta reunión refleja al mundo unido”, dijo Austin, y agregó que quiere que los funcionarios se vayan de la reunión “con una comprensión común y transparente de los requisitos de seguridad inmediatos de Ucrania, porque vamos a seguir moviendo cielo y tierra para poder satisfacerlos”.
Después de que una dura defensa de las fuerzas ucranianas impidió la toma de la capital ucraniana al inicio de la guerra, Moscú ahora dice que se enfoca en el Donbás, la región industrial en su mayoría rusófona situada en el este de Ucrania.
En Mariúpol, las autoridades indicaron que las fuerzas rusas asestaron 35 ataques aéreos en la planta siderúrgica Azovstal durante las últimas 24 horas. La planta es el único reducto conocido de combatientes ucranianos en la ciudad, y algunos de los civiles que se refugian ahí resultaron heridos durante los ataques, informaron funcionarios.
25 de abril
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia informó el lunes que convocó al embajador alemán Géza Andreas von Geyr para expresarle “nuestra enérgica protesta ante la decisión hostil” de expulsar a diplomáticos rusos.
Añadió que se le informó a von Geyr que 40 empleados de sedes diplomáticas alemanas en Rusia serán declarados persona non grata.Alemania anunció la expulsión de 40 diplomáticos rusos el 4 de abril tras evidencias de atrocidades cometidas por soldados rusos en Bucha, un suburbio de Kiev, la capital de Ucrania.
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El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Estados Unidos y sus aliados de intentar “dividir a la sociedad rusa”.
Hablando el lunes en una reunión con altos funcionarios en la oficina del Fiscal General, Putin dijo que Rusia ha sido objeto de “sanciones occidentales sin precedentes”.
Denunció que Estados Unidos y sus aliados han tratado de “dividir la sociedad rusa y destruir Rusia desde adentro”, y agregó que sus planes han fracasado.
Putin instó a los fiscales rusos a actuar con mayor rapidez para bloquear las manifestaciones no autorizadas organizadas desde el extranjero. También señaló que deberían centrarse en exponer las “provocaciones abiertas” contra el ejército ruso que supuestamente involucran medios internacionales y redes sociales.
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KIEV, Ucrania - El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, describe como “alentadoras” y “efectivas” las conversaciones con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin.
En un mensaje en video el lunes, indicó que Estados Unidos ofrece un “poderoso” apoyo a su país. Zelenskyy añadió que habían acordado “nuevos pasos para reforzar a las fuerzas armadas de Ucrania y cubrir todas las necesidades prioritarias de nuestro ejército”. Señaló que también se había hablado de endurecer las sanciones contra Moscú.
Blinken y Austin anunciaron que Estados Unidos ha aprobado una venta de munición por valor de 165 millones de dólares para la campaña en Ucrania, así como más de 300 millones de dólares en financiamiento militar exterior.
Zelenskyy señaló que Ucrania espera que Estados Unidos lidere a otros aliados a la hora de ofrecer garantías de seguridad de cara al futuro.
El presidente también criticó a Rusia por realizar ataques en el Domingo de Pascua Ortodoxa, que describió como “destrucción deliberada de la vida en Ucrania”.
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MOSCÚ — El ejército ruso anuncia que abrirá un corredor humanitario para que los civiles evacúen la asediada planta siderúrgica en Mariúpol.
El Ministerio ruso de Defensa dijo que a las 1100 GMT (14:00, hora local) abriría un corredor humanitario para que todos los civiles abandonasen la planta de Azovstal en Mariúpol. Las tropas rusas detendrán el fuego para permitir que los civiles abandonen la planta con seguridad, añadió.
El enorme complejo, que tiene un laberíntico sistema de túneles, ha sido el último reducto de la resistencia ucraniana en la estratégica ciudad portuaria en el mar de Azov.
Las autoridades ucranianas han dicho que hasta un millar de civiles se han cobijado allí. Han pedido en varias ocasiones que las fuerzas rusas les proporcionen una salida segura.
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MOSCÚ - Las autoridades rusas informan de un incendio en una instalación de almacenaje de combustible en el oeste de Rusia.
Un enorme incendio ardía en el depósito en la ciudad de Bryansk desde el lunes de madrugada, según el Ministerio de Emergencias. La causa no estaba clara en un primer momento.
El depósito era propiedad de Transneft-Druzhba, una filial de la firma controlada por el estado Transneft, que gestiona el oleoducto Druzhba (Amistad), que lleva crudo a Europa. No estaba claro si el depósito formaba parte de la infraestructura del ducto y si el incendio podría afectar al suministro.
Medios rusos informaron de que otro depósito de combustible en Bryansk se había incendiado el lunes por la mañana y se desconocía la causa en un primer momento.
Bryansk está unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de la frontera con Ucrania, donde Moscú emprendió una campaña militar hace dos meses. El mes pasado, dos helicópteros ucranianos armados atacaron una reserva de crudo en la región rusa de Belgorod, que limita con Ucrania, lo que provocó un incendio.
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KIEV, Ucrania - El ejército ruso ha realizado varios ataques contra infraestructuras ferroviarias del país, según dicen el lunes las autoridades ucranianas.
Un misil ruso golpeó el lunes por la mañana una instalación ferroviaria en Krasne, unos 40 kilómetros (25 millas) al este de Leópolis, y provocó un incendio, según el gobernador regional de Leópolis, Maksym Kozytskyy.
Un total de cinco instalaciones ferroviarias en el centro y el oeste del país se vieron afectadas por los ataques, indicó Oleksandr Kamyshin, director de la agencia estatal Ferrocarriles de Ucrania. Los ataques demoraron al menos 16 trenes de pasajeros.
En un primer momento no había información sobre los daños provocados por los ataques.
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LONDRES — La decisión del Kremlin de sitiar la planta siderúrgica de Azovstal en Mariúpol implica que muchas unidades rusas tendrán que permanecer en la ciudad y no pueden desplazarse a otras partes de Ucrania, según indican el lunes las autoridades británicas de defensa.
En un reporte de inteligencia publicado por la mañana, el Ministerio británico de Defensa señala que la defensa ucraniana en Mariúpol "ha agotado a muchas unidades rusas y reducido su efectividad de combate”.
Rusia ha hecho “avances menores” en su esfuerzo por ocupar toda la región del Donbás, en el este de Ucrania, y no ha conseguido “un avance significativo” en una ofensiva lastrada por problemas de suministro, añadió el Ministerio.
Las autoridades rusas de defensa han propuesto que los pagos de compensación a las familias de militares sean supervisados por el ejército, en lugar de por las autoridades civiles, añadió el Ministerio, que describió la propuesta como un probable esfuerzo de ocultar al público “el alcance real de las pérdidas rusas”.
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CERCA DE LA FRONTERA ENTRE UCRANIA Y POLONIA — El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dice que Rusia está fracasando en sus objetivos bélicos y “Ucrania está teniendo éxito”.
El viaje de Blinken y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue la visita estadounidense de más alto nivel a la capital ucraniana desde que Rusia invadió el país a finales de febrero.
Tras reunirse el domingo con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, Blinken dijo el lunes a los periodistas en Polonia que dado que Rusia ha retirado sus tropas en torno a Kiev y en el norte de Ucrania para centrarse en la región oriental del Donbás, “cuando se trata de los objetivos bélicos de Rusia, Rusia está fracasando, Ucrania está teniendo éxito”.
En un video de la reunión publicado más tarde por la presidencia ucraniana, Blinken elogió el “extraordinario valor y liderazgo y el éxito que han tenido en repeler esta espantosa agresión rusa”.
“En todo el mundo nos hemos acostumbrado a verle en video, pero es estupendo, es bueno verle en persona”, dijo Blinken con una sonrisa.
Blinken añadió que probablemente, los diplomáticos estadounidenses que regresaran al país comenzarían reactivando el consulado en Leópolis, en el este de Ucrania, antes de regresar a Kiev.
Austin dijo que Ucrania “ha inspirado al mundo” en la guerra y que Estados Unidos mantendría su apoyo.
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CERCA DE LA FRONTERA ENTRE UCRANIA Y POLONIA — Estados Unidos dará nueva asistencia militar a Ucrania y renovará la campaña diplomática asociada a la guerra, según anunciaron las autoridades mientras el secretario de Estado y el jefe del Pentágono completaban un viaje a Kiev.
El secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa Lloyd Austin, informaron al presidente de Ucrania de un paquete de más de 300 millones de dólares en financiamiento militar extranjero y una venta de munición por valor de 165 millones de dólares.
También indicaron que el presidente, Joe Biden, elegiría a un embajador estadounidense ante Ucrania y que los diplomáticos estadounidenses que se marcharon antes de la invasión rusa en febrero empezarían a regresar al país a partir de la próxima semana.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que tenía previsto reunirse el domingo con los dignatarios estadounidenses en Kiev, aunque el gobierno de Biden rechazó confirmarlo o comentar ningún detalle sobre una posible visita.
Era la visita estadounidense de más alto nivel en la capital desde que Rusia invadió el país a finales de febrero.
Austin y Blinken anunciaron un total de 713 millones de dólares en financiamiento militar exterior para Ucrania y 15 países aliados y socios. Unos 322 millones de dólares estaban reservados a Kiev.
Las autoridades señalaron que el resto se repartiría entre miembros de la OTAN y otros países que han proporcionado a Ucrania suministros militares cruciales desde que comenzó la guerra con Rusia.
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LEÓPOLIS, Ucrania - Un incendio se declaró en un depósito de combustible ruso cerca de la frontera con Ucrania.
La agencia de noticias Tass informó del incendio en Bryansk el lunes por la mañana. El reporte ruso indicó que los tanques de combustible del recinto se habían incendiado en torno a las dos de la madrugada, hora local.
Satélites de la NASA que monitorean incendios identificaron un fuego en coordenadas que correspondían con una instalación de Rosneft unos 110 kilómetros (70 millas) al norte de la frontera ucraniana.
Las personas que vivían cerca del depósito en llamas estaban siendo evacuadas, según dijo Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio ucraniano de Asuntos Internos, en declaraciones citadas por la agencia ucraniana de noticias Unian.
Moscú ha acusado a Ucrania de ataques en la región rusa de Bryansk, que hace frontera con Ucrania.
Mandos de seguridad ucranianos han negado que Kiev fuera responsable de un ataque aéreo anterior contra un depósito de combustible en la ciudad rusa de Belgorod, a unos 60 kilómetros (35 millas) de la frontera.
24 de abril
La ofensiva rusa en Ucrania, que ha dejado miles de muertos entre civiles y militares, cumple dos meses sin que las partes hayan logrado avanzar en las negociaciones para establecer un alto el fuego.
Según la ONU, al menos 2,200 civiles han fallecido desde el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania el pasado 24 de febrero, que ha causado también múltiples bajas en las filas de ambos ejércitos. Hasta ahora han reconocido 1.351 muertos por parte de Rusia y entre 2,500 y 3,000 por parte de Ucrania.
Naciones Unidas ha advertido de que la cifra real de los civiles muertos puede ser muy superior a los datos que se manejan ahora debido a la falta de acceso a zonas donde aún continúan los combates.
Mientras, las partes del conflicto han estimado en más de 20,000 las bajas mortales en el bando enemigo.
Las hostilidades y la incertidumbre también han causado la huida de Ucrania de más de cinco millones de personas en las últimas ocho semanas, según la ONU, mientras centenares de miles llegaron a Rusia desde los territorios de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como otras partes de Ucrania, de acuerdo con fuentes oficiales rusas.
Los dos meses del conflicto se cumplen en plena ofensiva rusa por el control total del Donbás, en el este ucraniano. "El enemigo continúa realizando operaciones ofensivas (...) para establecer el control total sobre las regiones de Donetsk y Lugansk", según el último parte del Estado Mayor del Ejército ucraniano.
Un alto mando militar ruso reconoció esta semana que durante la segunda fase de la "operación militar especial" Rusia buscará hacerse con el control también del sur de Ucrania, con posible acceso a la frontera con Moldavia.
Mariúpol, junto al mar de Azov, es el último reducto de la resistencia ucraniana en esta ciudad portuaria y constituye uno de los principales objetivos rusos desde el principio de la campaña militar para intentar lograr el total control de la región del Donbás y formar un corredor terrestre en el este del país hasta la anexionada península de Crimea en 2014.
Pocos días antes de cumplirse dos meses del inicio de la ofensiva en Ucrania, Moscú afirmó que tiene bajo su control la estratégica urbe, salvo la acería de Azovstal, donde se refugian los últimos defensores de la ciudad.
Kiev no obstante asegura que la lucha por la ciudad continúa y que sus fuerzas se han atrincherado no solo en Azovstal, sino también en otros puntos de la ciudad, donde ahora se encuentran cerca de 100,000 habitantes, según Ucrania, y 250,000, según milicias prorrusas.
23 de abril
Las fuerzas rusas en Ucrania intentaron tomar por asalto una planta siderúrgica donde se encuentran soldados y civiles en la ciudad sureña de Mariúpol a fin de acabar con el último reducto de resistencia, en un lugar de profundo valor simbólico y estratégico para Moscú, indicaron autoridades ucranianas.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció que se reunirá mañana 24 de abril en la capital de su nación con dos altos funcionarios estadounidenses: el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin. La Casa Blanca declinó hacer comentarios.
En una conferencia de prensa, Zelenski dio pocos detalles sobre la logística del encuentro, pero señaló que esperaba resultados concretos, “no simplemente regalos ni algún tipo de pasteles, esperamos cosas específicas y armas específicas”.
El viaje será el primero de funcionarios estadounidenses de alto nivel a Kiev desde el inicio de la guerra el 24 de febrero. Durante su visita a Polonia en marzo, Blinken pisó brevemente suelo ucraniano para dialogar con el ministro del Exterior del país. Zelenski se reunió con Kamala Harris el 19 de enero en lo que fue su anterior reunión directa con un representante de alto nivel del gobierno de Estados Unidos.
En una ofensiva lanzada la víspera de la Pascua ortodoxa, las fuerzas rusas atacaron ciudades y poblados en el sur y el este de Ucrania. Mientras que las fuerzas militares de Ucrania informaron que destruyeron un puesto de mando ruso en Jersón, una ciudad del sur del país que fue tomada por fuerzas rusas al inicio de la guerra.
Las fuerzas militares de Ucrania informaron que destruyeron un puesto de mando ruso en Jersón, una ciudad del sur del país que fue tomada por fuerzas rusas al inicio de la guerra.
El puesto de mando fue atacado el viernes, cobrando la vida de dos generales e hiriendo de gravedad a otro, indicó la agencia de inteligencia militar ucraniana en un comunicado. Las fuerzas militares de Rusia se negaron a comentar al respecto ni confirmaron que haya ocurrido.
22 de abril
Rusia confirmó que un militar falleció y otros 27 están desaparecidos debido al hundimiento del buque inginia de la Flota del Mar Negro, el cual se accidentó hace más de una semana, y que Ucrania informó que fue derribado por sus misiles.
"Los intentos de la tripulación de extinguir el fuego no dieron resultado. Durante la lucha por los daños del barco, un militar falleció y otros 27 tripulantes resultaron desaparecidos", han explicado desde la cartera de Defensa, según recoge la agencia rusa TASS.
Por otro lado, Ucrania ha vuelto a pedir más ayuda militar a los Estados Unidos, pese que un día antes, el presidente Joe Biden destinó un aporte de 800 millones de dólares. Durante una reunión en Washington entre el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el primero también solicitó más sanciones para Rusia.
El presidente ruso Vladimir Putin declaró la victoria en la batalla por Mariúpol a pesar de que ordenó a sus tropas no arriesgarse a más pérdidas tomando por asalto una enorme planta siderúrgica que representa el último bastión ucraniano en esta ciudad portuaria. En lugar de ello, ordenó a sus fuerzas aislar la planta de Azovstal “para que no pase ni una mosca”.
Las tropas rusas han bombardeado Mariúpol, una ciudad en el sureste ucraniano, desde los primeros días de la guerra. Aunque altos mandos han dicho que ha estado a punto de caer, las fuerzas ucranianas han resistido tenazmente en la ciudad que está prácticamente pulverizada.
En semanas recientes, miles de defensores —según cálculos de Rusia— se han atrincherado junto con cientos de civiles en el enorme complejo siderúrgico mientras las fuerzas de Putin bombardean el sitio incesantemente y exigen su rendición.
Pero este jueves, como lo ha hecho en otras ocasiones, el líder ruso pareció cambiar la narrativa y declaró la victoria sin tomar la planta de Azovstal, la cual abarca 11 kilómetros cuadrados (4 millas cuadradas) y tiene unos 24 kilómetros (15 millas) de túneles y búnkeres.
“El trabajo de combate para liberar Mariúpol es un éxito”, declaró Putin acompañado de su ministro de Defensa. “Felicidades”.
Por su parte, Ucrania rechazó la idea de una victoria rusa.
“La situación significa lo siguiente: que no pueden capturar físicamente Azovstal. Ya han entendido esto. Están sufriendo enormes pérdidas aquí”, aseguró Oleksiy Arestovich, asesor del presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, dijo a Putin el jueves que el resto de la ciudad más allá de Azovstal ha sido “liberado”, el término que emplean las autoridades rusas para las zonas de Ucrania que han tomado.
La captura de Mariúpol representaría la mayor victoria del Kremlin hasta ahora en la guerra de Ucrania. Ayudaría a Moscú a asegurar una mayor parte de la costa, completar un puente terrestre entre Rusia y la península de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014, y permitiría a Putin trasladar más fuerzas ahora que busca tomar el este, el corazón industrial de Ucrania.
El sufrimiento en la ciudad la ha convertido en un foco de interés global. Además, su caída privaría a Ucrania de un puerto vital y liberaría tropas para movilizarlas a otras zonas del Donbás.
Las fuerzas rusas apretaban el cerco alrededor de los ucranianos atrincherados en una planta siderúrgica de Mariúpol en medio de nuevos esfuerzos desesperados por abrir un corredor de evacuación para los civiles atrapados en la ciudad en ruinas, un campo de batalla clave en el avance de Rusia hacia el este industrial del país.
A medida que la resistencia ucraniana sufría nuevos ataques, el Kremlin dijo que presentó un borrador de sus demandas para poner fin a los combates, la cantidad de personas que huían del país superó los 5 millones y Occidente se apresuraba a suministrar a Ucrania armas para la nueva fase de la guerra.
Con las tensiones globales en aumento, Rusia informó el primer lanzamiento de prueba exitoso de un nuevo tipo de misil balístico intercontinental, el Sarmat. El presidente Vladimir Putin se jactó de que el misil puede superar cualquier sistema de defensa antimisiles y hacer que aquellos que amenazan a Rusia “lo piensen dos veces”. El jefe de la agencia aeroespacial estatal rusa calificó el lanzamiento desde el norte de Rusia como “un regalo para la OTAN”.
En el campo de batalla, el ejército ucraniano dijo que Moscú sigue organizando ataques en el este, buscando puntos débiles en las líneas defensivas ucranianas. Rusia dijo que lanzó cientos de misiles y ataques aéreos contra objetivos que incluían concentraciones de tropas y vehículos.
El objetivo declarado del Kremlin es la captura de Donbás, la región oriental mayoritariamente de habla rusa que alberga minas de carbón, plantas metalúrgicas y fábricas de equipo pesado vitales para la economía de Ucrania. Separar a Donbás le daría a Putin una victoria muy necesaria tras dl fallido intento de asaltar la capital, Kiev, y a dos meses de iniciar la invasión.
Los analistas dicen que la ofensiva en el este podría convertirse en una sombría guerra de desgaste cuando Rusia se enfrente a las tropas más experimentadas y aguerridas de Ucrania, que han estado luchando contra los separatistas prorrusos en Donbás durante los últimos ocho años.
En tanto, casi ocho semanas después de iniciada la guerra, desde que las tropas rusas invadieron el 24 de febrero, más de 5 millones de personas han huido de Ucrania, informó el miércoles la agencia de refugiados de la ONU. Cuando el número alcanzó los 4 millones el 30 de marzo, el éxodo superó las peores predicciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial empeoró cuando Rusia desató una ofensiva a gran escala en el este de Ucrania que seguramente interrumpirá y acabará con más vidas.
El país tenía una población de 44 millones antes de la guerra y el ACNUR calcula que el conflicto ha desplazado a más de 7 millones de personas dentro de Ucrania. Se cree que 13 millones de personas están atrapadas en las zonas ucranianas afectadas por la guerra.
Rusia aumentaba su campaña para tomar el corazón industrial en el este de Ucrania con nuevos ataques sobre ciudades y pueblos a lo largo de un frente de cientos de kilómetros, en lo que ambos bandos describieron como una nueva fase de la guerra.
Después de que la ofensiva rusa sobre la capital no lograra rendir la ciudad, el Kremlin declaró que su principal objetivo era capturar la región oriental del Donbás. Si tiene éxito, la ofensiva le daría al presidente, Vladimir Putin, una pieza vital de Ucrania y una necesitada victoria que podría esgrimir ante el pueblo ruso mientras crecen las bajas de la guerra y las penurias económicas derivadas de las sanciones occidentales.
También dividiría de forma efectiva a Ucrania en dos y la privaría de sus principales bienes industriales concentrados en el este, incluidas minas de carbón, plantas metalúrgicas y fábricas de máquinas.
El ejército ucraniano dijo que una “nueva fase de la guerra” había comenzado el día anterior cuando “los ocupantes hicieron un intento de romper nuestras defensas a lo largo de casi toda la línea del frente. El ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, dijo que “ahora está empezando una nueva fase”.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo que un número masivo de soldados rusos estaban comprometidos con la campaña, aunque algunos observadores señalaron que desde hace jun tiempo ya se intensifica la campaña ahí y se cuestionaron si realmente era el inicio de una nueva ofensiva.
Justin Crump, un excomandante de tanque británico ahora con la firma de asesoría estratégica Sibylline, dijo que los comentarios ucranianos podrían, en parte, ser un intento para persuadir a los aliados a enviar más armas.
Las armas europeas y estadounidenses han sido clave para impulsar la defensa de Ucrania, al ayudar al país con pocas armas de fuego a frenar a los rusos. El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo el martes a Zelenski que Holanda enviaría “material más pesado”, incluidos vehículos blindados.
En lo que parecía un recrudecimiento de los ataques, el teniente general Igor Konashenkov, vocero del Ministerio de Defensa de Rusia, dijo que misiles aéreos habían destruido 13 blancos de tropas y armas ucranianas, mientras que la fuerza aérea había alcanzado otras 60 instalaciones militares ucranianas, incluidos depósitos de cabezas de misil. La artillería rusa alcanzó 1,260 dependencias militares ucranianas y 1,214 concentraciones de tropas en las 24 horas previas, añadió. No fue posible verificar las afirmaciones de forma independiente.
Rusia ha lanzado su tan temida ofensiva a gran escala para tomar el control del este de Ucrania, anunció el lunes el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
“Ahora ya podemos afirmar que las tropas rusas han comenzado la batalla por el Donbás, para la que se han estado preparando durante mucho tiempo”, dijo el mandatario en un discurso por video. Zelenski afirmó que una “parte significativa de todo el ejército ruso está ahora concentrada en esta ofensiva.”
El Donbás es el corazón industrial de Ucrania situado en el este del país, con una población mayoritariamente de habla rusa, donde los separatistas respaldados por Moscú han estado luchando contra las fuerzas ucranianas durante los últimos ocho años y han declarado dos repúblicas independientes que han sido reconocidas por Rusia.
En las últimas semanas, el Kremlin declaró que la captura del Donbás era su principal objetivo de la guerra, tras haber fracasado en su intento de llegar a Kiev.
“No importa cuántas tropas rusas sean conducidas allí, lucharemos”, prometió Zelenski. “Nos defenderemos. Lo haremos todos los días”.
En tanto, Rusia bombardeó la ciudad occidental de Leópolis y diversos objetivos en distintos puntos de Ucrania, en un aparente intento por diezmar las defensas del país al tiempo que acumulaba fuerzas en el este.
Rusia se ha quejado airadamente sobre el creciente flujo de armas occidentales hacia Ucrania y ha advertido que este tipo de asistencia podría tener consecuencias. En los medios de comunicación estatales rusos, algunos presentadores de noticias han acusado que el suministro de armas representa una participación directa de Occidente en la lucha contra Rusia.
El ministro del Exterior de Ucrania describió la situación de Mariúpol como urgente y desconsoladora, y señaló que los continuos ataques rusos a esa ciudad podrían ser una “línea roja” que ponga fin a todas las negociaciones por alcanzar la paz.
En declaraciones al programa “Face the Nation” de CBS, Dmytro Kuleba dijo que el personal militar ucraniano y los civiles que permanecen en la ciudad están prácticamente rodeados por las fuerzas rusas. Señaló que los ucranianos “continúan su lucha”, pero de hecho la ciudad ya no existe debido a la enorme destrucción.
Kuleba dice que su país ha sostenido pláticas a “nivel experto” con Rusia en las últimas semanas con la esperanza de alcanzar una solución política para concretar la paz. Pero al mencionar la importancia de Mariúpol, repitió las palabras del presidente ucraniano Volodímir Zelenski de que la eliminación de las fuerzas ucranianas en esa ciudad podría ser una “línea roja” que ponga fin a las gestiones diplomáticas por la paz.
Mientras que en el que debería ser el día más alegre del mundo católico, el papa Francisco hizo un desesperado llamado a la paz en la “insensata” guerra de Ucrania y en otros conflictos armados que asolan el mundo, y citó el “preocupante” riesgo de una guerra nuclear.
“Que haya paz para la Ucrania devastada por la guerra, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de esta guerra cruel y sin sentido a la que fue arrastrada”, declaró Francisco desde el balcón central de la Plaza de San Pedro.
El pontífice terminó así de oficiar la Misa de Domingo de Resurrección en la plaza, que estaba repleta de fieles por primera vez desde que comenzó la pandemia a principios de 2020. Muchas de las 50,000 personas en la explanada y en una avenida cercana aplaudieron cuando el pontífice mencionó a Ucrania.
“Por favor, por favor, no nos acostumbremos a la guerra”, suplicó Francisco, quien una vez más condenó la guerra sin citar al presidente ruso, Vladimir Putin, quien tomó la decisión de lanzar una invasión contra Ucrania el 24 de febrero.
Las fuerzas rusas reanudaron ataques dispersos contra Kiev, el oeste de Ucrania y otras regiones del país en un recordatorio explícito a la población ucraniana y sus partidarios occidentales de que todo el territorio ucraniano sigue bajo amenaza a pesar de que Moscú se haya centrado en una nueva ofensiva en el este.
El mando del ejército ruso, sorprendido por la pérdida del buque insignia de su flota en el Mar Negro e indignado por supuestos ataques ucranianos en territorio ruso, advirtió en la víspera de nuevos ataques con misiles contra la capital de Ucrania. Funcionarios en Moscú dijeron que han estado atacando sitios militares, una aseveración repetida en los 52 días que van de la guerra pero que ha sido refutada por testigos.
La cifra de muertos no para de aumentar. Cada día se descubren víctimas civiles de una invasión que ha destrozado la seguridad europea. Mientras Rusia se prepara para la anticipada ofensiva, una madre llora sobre el cadáver de su hijo de 15 años después que cohetes cayeron en una zona residencial de Járkiv, una ciudad en el noreste de Ucrania. Un bebé y al menos ocho personas más perdieron la vida, de acuerdo con las autoridades.
En las localidades en las afueras de Kiev, las autoridades informaron que se han encontrado más de 900 cadáveres de civiles, la mayoría con heridas de bala, tras la retirada de las tropas rusas hace dos semanas. Una densa humareda salía a primera hora del sábado de Darnytski, un distrito del este de Kiev que fue atacado, según el alcalde de la capital, Vitali Klitschko.
El alcalde recomendó a quienes huyeron de la ciudad al inicio de la invasión que, por su seguridad, no regresen todavía.
“No descartamos nuevos ataques contra la capital”, declaró Klitschko. “Si ustedes tienen la oportunidad de permanecer un poco más en ciudades más seguras, háganlo”.
En el terreno se desconocía de momento que objetivo fue atacado en el distrito Darnytskyi de Kiev, La amplia zona en la orilla sureste de la capital incluye cuadras de apartamentos estilo soviético con centros comerciales modernos, grandes tiendas minoristas, zonas industriales y depósitos de ferrocarril.
Los cadáveres de más de 900 civiles han sido descubiertos en la región que rodea la capital ucraniana, Kiev, tras la retirada de las fuerzas rusas, la mayoría de ellos con heridas de bala, informó la policía.
La cifra fue dada a conocer poco después de que el Ministerio de Defensa de Rusia prometió intensificar su ofensiva con misiles contra Kiev en respuesta a los supuestos ataques de Ucrania en suelo ruso. La advertencia se hizo tras la sorpresiva pérdida del buque insignia de Moscú en el Mar Negro, el cual de acuerdo con un alto funcionario de defensa de Estados Unidos fue alcanzado por al menos un misil ucraniano.
En medio de sus amenazas, Moscú seguía preparándose para su renovada ofensiva en el este de Ucrania. La lucha continuaba también en la devastada ciudad sureña de Mariúpol, donde los lugareños informaron haber visto a efectivos rusos enterrando cadáveres. En la ciudad nororiental de Járkiv, el fuego de artillería contra una zona residencial dejó siete muertos, incluido un bebé de 7 meses, y 34 heridos, según el gobernador regional Oleh Sinehubov.
En los alrededores de Kiev, Andriy Nebytov, jefe de la policía regional de la capital, dijo que los cuerpos fueron abandonados en las calles o se les dio sepultura temporal. Citó información de la policía que indicaba que 95% de esas personas murieron por herida de bala. Cada día se encuentran más cadáveres, bajo los escombros y en fosas comunes, añadió. Dijo que el mayor número de víctimas se encontró en Bucha, con más de 350.
El presidente Vladimir Putin pidió que las exportaciones energéticas rusas se reorienten de Europa a Asia, debido a la crisis provocada por la ofensiva en Ucrania, y acusó a los países occidentales de "desestabilizar el mercado" al querer prescindir de los hidrocarburos rusos.
"Partimos del principio de que en el futuro las entregas hacia el oeste van a disminuir", dijo el mandatario ruso en una reunión de gobierno dedicada al sector energético tras la imposición de sanciones internacionales. Por tanto hay que "reorientar nuestras exportaciones hacia los mercados del sur y este, que crecen rápidamente", agregó.
"Los países europeos hablan continuamente de prescindir de los suministros rusos, y al hacerlo desestabilizan el mercado y hacen subir los precios", acusó el presidente ruso.
Mientras el gobierno francés anunció que ha congelado 33 propiedades en la Riviera, París y otros lugares que pertenecen a oligarcas rusos afectados por sanciones debido a la guerra en Ucrania.
El ministerio de Hacienda publicó una lista actualizada de propiedades rusas congeladas, entre ellas un chateau lujoso con vista al Mediterráneo en Cap d’Antibes que, según trascendidos, pertenece al multimillonario ruso Roman Abramovich.
Se calcula que el valor de las 33 propiedades en conjunto supera los 500 millones de euros. A diferencia de los bienes incautados o confiscados, las propiedades congeladas siguen perteneciendo a sus dueños, que pueden vivir en ellas, pero no alquilarlas a terceros ni venderlas.
En tanto que el buque insignia de la flota rusa en el Mar Negro, un crucero con misiles guiados que se convirtió en un importante blanco de la defensa ucraniana en los primeros días de la guerra, se hundió el jueves después de sufrir severos daños, en lo que representa el más reciente revés para Moscú en su invasión a Ucrania.
Las autoridades ucranianas aseguraron que sus tropas impactaron la embarcación con misiles, mientras que Rusia admitió que se registró un incendio a bordo del Moskva, pero no reconoció que fuera a causa de un ataque. Funcionarios de Estados Unidos y otras naciones no pudieron confirmar las causas del incendio.
El presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó el miércoles 800 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, que incluye artillería y helicópteros, con el fin de reforzar sus defensas frente a la intensificación de la ofensiva rusa en el este del país.
Biden anunció la ayuda después de una llamada con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski a fin de coordinar la entrega de la asistencia, que dijo que incluía sistemas y proyectiles de artillería, vehículos blindados de transporte de tropas y helicópteros.
“Este nuevo paquete de asistencia contendrá muchos de los sistemas de armas altamente efectivos que ya hemos proporcionado y nuevas capacidades adaptadas al ataque más amplio que esperamos que Rusia lance en el este de Ucrania”, afirmó Biden en un comunicado.
Biden dijo que Estados Unidos continuará trabajando con gobiernos aliados para compartir armas y recursos adicionales a medida que continúe el conflicto.
En tanto que los presidentes de cuatro países próximos a Rusia viajaron el miércoles a Kiev para mostrar su apoyo a Ucrania, un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que continuará con su ofensiva sangrienta de siete semanas hasta su “culminación plena”.
Los mandatarios de Polonia, Lituania, Letonia y Estonia —todos miembros de la OTAN y preocupados por ser el próximo blanco de Moscú si Ucrania cae— viajaron por tren para reunirse con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.
En una de las batallas más cruciales de la guerra, Rusia dijo que más de 1,000 soldados ucranianos se rindieron en la asediada ciudad portuaria de Mariúpol, donde las fuerzas ucranianas han estado resistiendo en zonas de la ciudad. No fue posible verificar la información.
Mientras que el arresto en Ucrania del oligarca ucraniano prófugo Viktor Medvedchuk, exlíder de un partido opositor prorruso y colaborador cercano del presidente ruso Vladimir Putin, ha sido recibido con entusiasmo en Kiev y con irritación en Moscú.
Algunos analistas consideran que Medvedchuk se convertirá en un valioso peón en las negociaciones entre Rusia y Ucrania para poner fin a la devastadora guerra que el Kremlin ha desatado sobre su vecino, el cual solía pertenecer a la desaparecida Unión Soviética.
Vladimir Putin prometió que la ofensiva militar rusa en Ucrania continuará hasta que se cumplan sus objetivos, e insistió en que la campaña se desarrolla según lo previsto, a pesar de haber hecho una retirada ante la dura oposición ucraniana y de que ha sufrido importantes pérdidas.
Las tropas rusas, frustradas en su avance hacia la capital ucraniana, se centran ahora en la región oriental de Donbás, donde Ucrania dice estar investigando una denuncia de que se había lanzado una sustancia venenosa sobre sus tropas. No estaba claro qué sustancia podría ser.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero con el objetivo, según los funcionarios occidentales, de tomar Kiev, derrocar al gobierno e instalar un régimen favorable a Moscú. En las seis semanas transcurridas desde entonces, el avance terrestre de Rusia se estancó, sus fuerzas perdieron posiblemente miles de combatientes y los militares fueron acusados de matar civiles y de otras atrocidades.
Putin insistió en que su invasión tenía como objetivo proteger a la población de las zonas orientales de Ucrania, las cuales están bajo control de rebeldes respaldados por Moscú, y “garantizar la propia seguridad de Rusia”.
El jefe de los separatistas prorrusos de Donetsk, en el este de Ucrania, afirmó el lunes que sus fuerzas conquistaron completamente el puerto de la ciudad estratégica de Mariúpol, en el sudeste, sitiada desde hace más de un mes.
El alcalde de Mariúpol dijo que más de 10,000 civiles han muerto en esa ciudad del sudeste de Ucrania desde que Rusia invadió al país en febrero.
Vadym Boychenko dijo a la AP por teléfono el lunes que los muertos “cubren las calles de nuestra ciudad” y que el saldo de muertes podría ser más de 20,000.
Fuerzas ucranianas denuncian el uso de armas químicas en esa ciudad.
Las fuerzas ucranianas se atrincheraron y el ejército ruso preparaba más poderío bélico antes de un esperado enfrentamiento en el este de Ucrania que podría convertirse en un período decisivo en una guerra que ha arrasado ciudades, matado posiblemente a miles y aislado a Moscú económica y políticamente.
Los expertos dicen que una ofensiva a gran escala en el este podría comenzar en unos días, aunque quedan dudas sobre la capacidad de las fuerzas desmoralizadas y mermadas de Rusia para conquistar mucho terreno después de que los inspirados defensores de Ucrania repelieron su intento de capturar la capital, Kiev.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña informó que las fuerzas armadas de Rusia buscan compensar las crecientes bajas aumentando el número de tropas con personal que había sido dado de baja del servicio desde 2012. Ucrania tiene la mayor parte de sus fuerzas militares en el este: las estimaciones varían, pero se calculan en decenas de miles.
Los separatistas respaldados por Rusia han luchado contra las fuerzas ucranianas en el este de Ucrania desde 2014 y controlan partes del Donbás, una región industrial en su mayoría de habla rusa. Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, sus tropas han bombardeado el territorio controlado por el gobierno. La ofensiva anticipada en el este y el sur podría terminar extirpando una vasta franja de tierra de Ucrania.
Este domingo 10 de abril, las fuerzas rusas bombardearon Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, en el noreste, y enviaron refuerzos hacia Izyum, en el sureste, para quebrantar las defensas de Ucrania, dijo el comando militar ucraniano. Los rusos también mantuvieron el sitio de Mariúpol, un puerto clave del sur sitiado durante casi un mes y medio.
En tanto que Rusia ha nombrado un nuevo comandante para su guerra en Ucrania tras sufrir duros reveses en intento de invasión, informó un funcionario estadounidense. Rusia designó al general Alexander Dvornikov, de 60 años, uno de los más experimentados oficiales militares rusos y, según funcionarios estadounidenses, un comandante con reputación de brutalidad contra civiles en Siria y otros teatros de guerra.
Las evacuaciones de civiles avanzaron en zonas del este de Ucrania asoladas por la guerra, un día después que un ataque con misiles matara al menos a 52 personas e hiriera a más de 100 en una estación de tren en la que miles de personas intentaban salir antes de una prevista embestida rusa.
Tras el ataque en Kramatorsk, varios mandatarios europeos dieron su muestra de solidaridad con Ucrania, y tanto el canciller australiano Karl Nehammer como el primer ministro británico Boris Johnson visitaron Kiev —la capital ucraniana de la que Rusia no pudo apoderarse y de donde los soldados rusos se retiraron hace días.
Johnson se reunió con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en una visita sorpresa en la que se comprometió a brindar más asistencia militar, incluidos 120 vehículos blindados y nuevos sistemas de misiles antibuques.
Más tarde, Zelenski agradeció a Johnson y Nehammer durante un mensaje a la nación que fue difundido por la noche. También agradeció a Ursula Gertrud von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y al primer ministro canadiense por un evento global de recaudación de fondos que recabó más de 10,000 millones de euros (11,000 millones de dólares) para ucranianos que abandonaron sus hogares. Agregó que los países democráticos están unidos para frenar la guerra, “porque la agresión rusa no tiene la intención de limitarse tan solo a Ucrania... El proyecto europeo entero es un objetivo de Rusia”.
Zelenski repitió su exhorto a un embargo completo del petróleo y gas natural ruso, lo que llamó las fuentes de “autoconfianza e impunidad” de Moscú”.
Más de seis semanas después del inicio de la invasión, Rusia retiró sus tropas de la parte norte del país, alrededor de Kiev, y se volvió a concentrar en la región de Donbás en el este. Los analistas militares occidentales dijeron que un arco de territorio en el este de Ucrania estaba bajo control ruso, desde Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, en el norte hasta Jersón, en el sur.
El ataque contra la estación de tren ucraniana de Kramatorsk, en el este de Ucrania, ha provocado al menos 52 muertos, incluidos cuatro niños, según las autoridades locales, que recuerdan que miles de personas se habían concentrado ahí en espera de su evacuación.
Fotografías de la estación en Kramatorsk mostraban a los muertos cubiertos con lonas, así como los restos de un cohete que tenía pintada la frase en ruso “Para los niños”. El gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, insistió asimismo a través de su cuenta en esa red social en que se trató de un ataque en un punto de concentración "conocido" como lugar donde agilizar la evacuación de la población.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski y otros gobernantes acusaron a las fuerzas rusas de atacar deliberadamente la estación. Rusia, por su parte, culpó a Ucrania, y afirmó que sus fuerzas no utilizan ese tipo de misiles como el que cayó en la estación, una aseveración que fue descartada por algunos expertos.
Zelenski dijo a los ucranianos que se hará un gran esfuerzo “para establecer cada minuto de quién hizo qué, quién dio qué órdenes, de dónde provino el misil, quién lo transportó, quién dio la orden y cómo se acordó este ataque”.
El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, acusó hoy a Rusia de "sacar a los muertos de las calles y sótanos del territorio ocupado" para ocultar la evidencia "de los crímenes de guerra" que su ejército comete en Ucrania.
En su mensaje de esta madrugada, Zelenski dijo tener "información de que el ejército ruso ha cambiado sus tácticas y está tratando de sacar a los muertos de las calles y sótanos del territorio ocupado. Ucranianos asesinados. Esto es solo un intento de ocultar la evidencia y nada más".
Pero "la responsabilidad no se puede eludir. Ya sabemos de miles de personas desaparecidas. Ya sabemos de miles de personas que podrían ser deportadas a Rusia o asesinadas", dijo Zelenski, que prometió "descubrir las circunstancias de la mayoría de nuestros ciudadanos desaparecidos".
El presidente ucraniano cree que, por lo que se vio en Bucha, "parece que la actitud hacia el estado ruso moderno finalmente está cambiando en el mundo" y que ahora la actitud frente a Rusia es simple: "O apoyas la búsqueda de la paz o apoyas masacres injustificadas". También pidió a los ciudadanos rusos que se enfrenten a "la maquinaria represiva rusa", porque siempre eso será mejor que "ser equiparado con los nazis por el resto de tu vida".
El Ministerio de Defensa de Rusia ha asegurado que cuenta "con la certeza" de que algunos de sus soldados presos en Ucrania estarían siendo objeto de torturas.
Así lo ha hecho saber este miércoles el jefe del Centro de Control de la Defensa Nacional de Rusia, Mijail Mizintsev, quien en sesión informativa ha expresado de que Moscú "tiene todas las razones para creer que no todo está en orden" con los militares rusos apresados en Ucrania.
Mizintsev ha explicado que las sospechas nacen después de que las autoridades de Kiev se hayan "negado" a intercambiar prisioneros. "Se ha establecido con certeza que la tortura, la violencia y la intimidación se utilizan contra los militares rusos", ha asegurado, informa la agencia de noticias Interfax.
Mizintsev ha lamentado "tales hechos atroces" permanezcan sin la atención debida de la comunidad mundial, incluyendo Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Estados Unidos y sus aliados de Occidente planean imponer más sanciones sobre Rusia después de que se dio a conocer nueva evidencia de crímenes de guerra en Ucrania, de acuerdo con la Casa Blanca. Las nuevas penas incluirán una prohibición a todas las nuevas inversiones en Rusia.
Entre otras medidas que se le impondrán a Rusia están sanciones más duras sobre sus instituciones financieras y las empresas que son propiedad del Estado, además de sanciones sobre funcionarios del gobierno y sus familiares, de acuerdo con la secretaria de Prensa de la Casa Blanca Jen Psaki.
“El objetivo es obligarlos a tomar una decisión”, comentó. “La parte más importante de nuestro objetivo aquí es agotar los recursos que Putin tiene para continuar con su guerra contra Ucrania”.
Por otra parte, el Departamento del Tesoro tomó medidas para bloquear cualquier pago de la deuda del gobierno ruso con dólares estadounidenses en las cuentas de las instituciones financieras de Estados Unidos, lo que dificulta que Rusia cumpla con sus obligaciones financieras.
En tanto que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski acusó a las fuerzas armadas rusas de cometer atrocidades en Ucrania y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que los responsables sean llevados inmediatamente ante la justicia por crímenes de guerra ante un tribunal similar al que se estableció en Nuremberg después de la Segunda Guerra Mundial.
Los hallazgos de cadáveres de civiles tras el retiro de las fuerzas rusas han desatado indignación global y firmes negativas de parte del gobierno ruso.
El Reino Unido, que tiene la presidencia del Consejo este mes, anunció la tarde del lunes que el mandatario ucraniano hablará en la reunión abierta.
Videos y fotografías de las calles de Bucha repletas de cadáveres de supuestos civiles, algunos de ellos con las manos atadas por la espalda, han causado una aversión global, llamados a imponer sanciones más estrictas y a suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Según la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, los cuerpos de 410 civiles han sido retirados de localidades del área de Kiev que fueron recuperadas de las fuerzas rusas recientemente. Periodistas de Associated Press vieron al menos 21 cuerpos en varios lugares alrededor de Bucha, que se ubica al noroeste de la capital.
Mientras que Estados Unidos pedirá que Rusia sea suspendida de su asiento en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU ante reportes de que soldados rusos cometieron crímenes de guerra en Ucrania. De su lado, el ministro de relaciones exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo que Moscú ve las acusaciones ucranianas de una masacre de civiles en Bucha, a las afueras de Kiev, como una “provocación que plantea una amenaza directa para la paz y la seguridad global”.
En tanto, el ministerio de Asuntos Exteriores de Francia anunció que el país ha decidido expulsar a “numerosos” diplomáticos rusos, por considerar que sus “actividades iban en contra de nuestros intereses de seguridad”.
El anuncio se produjo horas después de que Alemania informara de la expulsión de 40 diplomáticos y de que Lituania diera a conocer que expulsaría al embajador ruso y el retiro de su enviado en Moscú. Se desconoce el número de diplomáticos que expulsaría Francia.
Cuerpos con las manos atadas, balazos a quemarropa e indicios de tortura yacían esparcidos en una ciudad a las afueras de Kiev después de que soldados rusos se retiraron de la zona. Las autoridades ucranianas los acusaron de cometer crímenes de guerra y dejar atrás una “escena de una película de terror”.
Conforme comenzaban a surgir desde Bucha las imágenes de los cadáveres, diversos gobernantes europeos condenaron las atrocidades y pidieron sanciones más estrictas contra Moscú. En una muestra de cómo los horrendos reportes estremecieron a muchos de los dignatarios, la ministra de Defensa de Alemania incluso sugirió que la Unión Europea sopese la posibilidad de prohibir las importaciones de gas ruso.
Hasta el momento se han encontrado los cuerpos de 410 civiles en localidades del área de Kiev que estaban bajo control de las fuerzas rusas y fueron recuperadas recientemente, dijo la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova.
Mientras que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski apareció en un mensaje de video en los premios Grammy para pedir apoyo para contar la historia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
En su mensaje, que se transmitió en la ceremonia, Zelenski comparó la invasión con un silencio mortal que amenazaba con extinguir los sueños y las vidas del pueblo ucraniano, incluidos los niños. “Nuestros músicos usan chalecos antibalas en lugar de esmóquines. Le cantan a los heridos en los hospitales, incluso a los que no pueden oírlos”, dijo. “Pero la música se abrirá paso de todos modos”.
Las tropas rusas siguieron avanzando en el Donbás, en el este de Ucrania y donde el Ejército ucraniano resiste las acometidas de la artillería y la aviación rusas, cuyo objetivo es conquistar todo el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk, mientras Kiev logra respirar con cierta tranquilidad tras más de un mes de asedio.
"Las fuerzas rusas se están concentrando en Donbás, hacia Járkov, y se están preparando para ataques aún más poderosos", declaró el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en un mensaje de vídeo difundido online.
Con el fin de evitar el envío de refuerzos al Donbás, los militares rusos destruyeron con misiles de alta precisión blindados, cisternas con combustible y almacenes de pertrechos en las estaciones de ferrocarril de Lozovaya y Pavlograd, en las regiones de Járkov y Dniepropetrovsk, respectivamente.
De los ataques rusos tampoco escapó el aeródromo militar de Mirgorod, ubicado en la región de Poltava, donde fueron aniquilados varios helicópteros de combate y un avión, además de depósitos de combustible y pertrechos.
Bucha, ciudad del noroeste de Kiev que sufrió un duro asedio ruso, fue "liberada", según anunció su alcalde Anatoly Fedoruk, y controlada en su totalidad por las fuerzas ucranianas, que también recuperaron el control del estratégico aeropuerto de la vecina Hostomel, tomado por los rusos en los primeros días de la invasión.
Las primeras imágenes del interior de Bucha muestran un grado de devastación similar al visto días atrás en Irpin, con cadáveres de civiles maniatados por las calles; mientras que las autoridades han recordado que aún es pronto para volver a las zonas liberadas ya que los rusos han minado terrenos en su repliegue.
Dos dos helicópteros bombardearon un depósito de gasolina en territorio ruso, en la localidad de Bélgorod, a unos 40 km de la frontera con Ucrania. Es la primera vez que se da un ataque en el lado del país atacante.
Al principio, los medios informaron que el ataque fue dirigido desde Ucrania, pero autoridades de ese país negaron estar detrás de esos ataques a las instalaciones petroleras de Rusia.
Rusia, por su parte, siguió retirando parte de sus tropas terrestres de las regiones cercanas a Kiev. Sin embargo, Ucrania y sus aliados advirtieron que el Kremlin no está desescalando, sino reabasteciendo y trasladando sus tropas al este del país para intensificar el ataque a la región de Donbás.
De forma paralera a ese impasse, unas seis mil personas fueron evacuadas a través de los corredores humanitarios en Ucrania.
Además, los ucranianos piensan que Rusia podría usar armas químicas en cualquier momento, "como ya lo hicieron en la guerra de Siria", y han dicho que "deben estar preparados".
Las tropas rusas devolvieron a Ucrania el control de la planta nuclear de Chernóbil y comenzaron a abandonar la sumamente contaminada instalación más de un mes después de que se apoderaron de ella, informaron las autoridades, mientras los combates se recrudecían a las afueras de Kiev y en otros frentes.
La retirada se produjo en medio de crecientes indicios de que el Kremlin utiliza los anuncios de una desescalada como una cortina para reagruparse y reabastecer a sus fuerzas para reposicionarlas a fin de intensificar su ofensiva en el este de Ucrania.
En tanto, una caravana de autobuses se dirigía a Mariúpol en un nuevo intento de evacuar gente de la asediada ciudad portuaria, después de que el ejército ruso aceptó un limitado alto al fuego en el área. Además se tiene previsto que se lleve a cabo una nueva ronda de negociaciones el viernes, luego de cinco semanas de combates que han dejado miles de muertos y han obligado a 4 millones de ucranianos a abandonar su país.
En otro frente, los servicios de emergencia de Ucrania informaron que el número de muertos ascendió a 20 luego de que Rusia atacó con misiles un edificio gubernamental en la ciudad de Mykolaiv. Mientras Occidente buscaba pistas sobre cuál podría ser el siguiente paso de Rusia, un destacado oficial británico de inteligencia afirmó el jueves que soldados rusos desmoralizados en Ucrania se han negado a cumplir órdenes, han saboteado su propio equipo y derribaron accidentalmente sus propios aviones.
En tanto que el primer ministro australiano Scott Morrison anunció que enviará vehículos blindados Bushmaster a Ucrania después de que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski los solicitó específicamente durante una videoconferencia con legisladores australianos en la que pidió más ayuda en su guerra contra Rusia.
Las fuerzas rusas atacaron los alrededores de Kiev y de otra ciudad apenas unas horas después de que Moscú prometiera reducir las operaciones militares en esos lugares para incrementar la confianza entre las partes, informaron el miércoles las autoridades ucranianas.
La ofensiva —y la intensificación de los ataques rusos en otras partes del país— atemperaron el optimismo sobre cualquier avance en las conversaciones para poner fin a la guerra.
Cinco semanas después de que comenzó la invasión que ha dejado miles de muertos de ambas partes, el número de ucranianos que han huido del país rebasó los 4 millones, la mitad de ellos niños, señaló Naciones Unidas.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU indicó que está brindando asistencia de emergencia a 1 millón de personas dentro de Ucrania. Dijo que entre los alimentos que distribuyen se incluyen 330.000 hogazas de pan recién horneado para familias ubicadas en la ciudad oriental de Járkiv, la cual ha estado bajo intensos ataques.
En tanto que el presidente estadounidense Joe Biden se apresta a ordenar la liberación de hasta un millón de barriles de petróleo al día de la reserva estratégica del país, de acuerdo con dos personas familiarizadas con la decisión, a fin de controlar los precios de los energéticos que han ido al alza debido a que Estados Unidos y sus aliados han impuesto duras sanciones sobre Rusia por la invasión a Ucrania.
Rusia anunció que reducirá significativamente las operaciones militares cerca de la capital de Ucrania y de una ciudad en el norte, un desarrollo que representa los esbozos de un posible acuerdo surgidos en las conversaciones para poner fin a la guerra.
Durante las negociaciones, llevadas a cabo en Estambul, la delegación ucraniana presentó un marco bajo el cual el país se declararía neutral y una serie de naciones garantizarían su seguridad.
La reacción pública de Moscú fue positiva, y se tiene previsto que las negociaciones se reanuden el miércoles, luego de cinco semanas de lo que se ha convertido en una sangrienta guerra de desgaste que ha dejado miles de muertos y ha hecho que casi 4 millones de ucranianos salgan de su país.
En medio de las negociaciones, el viceministro de Defensa ruso Alexander Fomin dijo que Moscú ha decidido “fundamentalmente... reducir la actividad militar en dirección a Kiev y Járkiv” para “incrementar la confianza mutua y crear las condiciones para más conversaciones”. No detalló de momento lo que eso significa en términos prácticos.
Estados Unidos y otros países se mostraron escépticos ante el anuncio. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo que no se puede confiar en Rusia. Aunque las señales surgidas de las negociaciones son “positivas”, “no pueden silenciar las explosiones de la artillería rusa”, manifestó en un discurso difundido en video.
En tanto que David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, advirtió que la guerra en Ucrania ha creado “una catástrofe sobre otra” y tendrá un impacto global “más allá de todo lo que hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial” debido a que los agricultores del país que era el granero del mundo están en la primera línea del combate contra Rusia y los precios de los alimentos, que ya eran elevados, se están disparando.
Ucrania aseguró el lunes haber recuperado un suburbio de Kiev y un pueblo del este del país que estaban en poder de las fuerzas rusas, mientras los negociadores preparan otra ronda de conversaciones el martes con el objetivo de poner fin a los combates.
Antes del encuentro, que está programado para realizarse en Estambul, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo que el país está dispuesto a declararse neutral, como lo ha exigido Moscú, y está abierto a ceder sobre el destino de Donbás, la región disputada del este del país.
En tanto que el presidente Joe Biden declaró que “no se disculpará” ni se “retractará” por su comentario del fin de semana de que el mandatario ruso Vladimir Putin “no puede permanecer en el poder”, en un intento por dejar atrás la controversia que ensombreció su reciente gira por Europa.
Biden también insistió en que no está pidiendo un cambio de régimen en Moscú, lo que habría representado un giro drástico hacia una confrontación directa con otra potencia nuclear. "Estaba expresando la indignación moral que siento hacia este hombre”, dijo Biden. “No estaba hablando de un cambio de política”.
Las prioridades de Ucrania en las negociaciones con Rusia en Turquía la próxima semana serán la “soberanía e integridad territorial”, dijo el domingo el presidente Volodímir Zelenski en su discurso diario a la nación. "Buscamos la paz, realmente, sin demora”, declaró. “Existe una oportunidad y una necesidad para un encuentro cara a cara en Turquía. Esto no es malo. Ya veremos el resultado”.
Rusia no tardó en prohibir la publicación de la entrevista. Roskomnadzor, que regula las comunicaciones para Moscú, emitió la prohibición el domingo, señalando que podrían tomarse acciones contra los medios rusos que participaron, incluyendo “aquellos que son medios noticiosos extranjeros actuando como agentes extranjeros”.
En tanto que el presidente ucraniano firmó un decreto prohibiendo la publicación de movimientos de tropas o equipos militares a menos que haya sido previamente aprobado con la cúpula militar. Quien viole la nueva norma podría recibir de entre tres a ocho años de cárcel, reportó la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
Mientras que una de las últimas rutas ferroviarias que quedaban entre Rusia y la Unión Europea quedó cortada el domingo al partir los últimos trenes entre San Petersburgo y Helsinki. La compañía ferroviaria finlandesa VR anunció que suspenderá servicios entre la capital finlandesa y la segunda mayor ciudad de Rusia el domingo, cortando una de las últimas rutas de transporte públicas para rusos que deseaban ir a la UE.
El presidente estadounidense Joe Biden dijo que Vladimir Putin “no puede permanecer en el poder”, en una escalada retórica radical contra el mandatario ruso tras su brutal invasión de Ucrania. Pese a que las declaraciones de Biden dieron la vuelta al mundo, la Casa Blanca trató de clarificar poco después que el presidente terminó su discurso en Polonia que no promovía un cambio de gobierno en Rusia.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Biden “no discutía el poder de Putin en Rusia ni un cambio de régimen”. El funcionario, que habló bajo la condición de mantener el anonimato, dijo que el mensaje de Biden es que “no se puede permitir que Putin ejerza poder sobre sus vecinos o la región”.
Biden también aprovechó su discurso para defender vehementemente la democracia liberal y la alianza militar de la OTAN, y agregó que Europa debe armarse para una larga lucha contra la agresión rusa.
Mientras Biden estaba reunido con refugiados, Rusia continuó con su ataque a ciudades ucranianas. Explosiones se escucharon en Leópolis, la ciudad grande más cerca de Polonia y un destino para los desplazados al interior que en gran medida no ha sido escenario de ataques.
Las imágenes de Biden reconfortando a los refugiados y pidiendo unidad de Occidente contrastaron con las dramáticas escenas de incendios y humo negro tan cerca de la frontera polaca, otra doble imagen estremecedora de la guerra.
Las fuerzas rusas parecen estar desviando su atención de la capital ucraniana a la disputada región de Donbás, en un posible indicio de una nueva fase de la guerra. Al parecer, los rusos están dando prioridad a lo que Moscú llama la liberación de la región de Donbás por encima de una ofensiva terrestre sobre Kiev. Los separatistas respaldados por Rusia han controlado parte de la región de Donbás, en el este de Ucrania, desde 2014.
Mientras tanto, las autoridades ucranianas dicen que un ataque a un teatro perpetrado la semana pasada en la ciudad sitiada de Mariúpol causó la muerte de unas 300 personas, lo que supone el ataque más mortífero desde que comenzó la invasión hace un mes.
Durante un mensaje nocturno en video, el presidente Volodímir Zelenski exhortó de nuevo a Rusia a negociar el fin de la guerra, pero dijo que Ucrania no aceptaría ceder nada de su territorio a cambio de la paz. El presidente estadounidense Joe Biden se encontraba en Polonia para rendir homenaje a un país que ha acogido a más de dos millones de refugiados ucranianos que se vieron obligados a huir de sus hogares.
Al cumplirse un mes del comienzo de las acciones armadas en territorio de Ucrania, las ciudades ucranianas fueron objeto de incesantes ataques rusos mientras el presidente Volodímir Zelenski pedía a los líderes de la OTAN reunidos en Bruselas que le brindaran ayuda ilimitada — incluyendo aviones, tanques y otras armas —, argumentando que su país está “defendiendo nuestros valores compartidos”.
El presidente estadounidense Joe Biden y aliados de Occidente prometieron nuevas sanciones contra Rusia y más ayuda humanitaria para Ucrania, pero sus ofrecimientos no abarcan la totalidad de las solicitudes de Zelenski de una enorme asistencia militar. Los gobernantes occidentales han dejado entrever que actúan con cautela para evitar que el conflicto se extienda más allá de las fronteras ucranianas.
Ucrania también acusó a Moscú de reubicar por la fuerza a cientos de miles de civiles ucranianos en Rusia para que puedan ser usados como “rehenes” con el fin de exigir una rendición. Sin embargo, el Kremlin dice que está evacuando a civiles por voluntad de éstos.
En tanto, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por mayoría abrumadora una resolución que culpa a Rusia por la crisis humanitaria en Ucrania y pide un cese al fuego inmediato y protección para millones de civiles atrapados en el conflicto, así como para hogares, escuelas y hospitales críticos para su supervivencia.
Los aplausos estallaron en la Asamblea General al momento en que se anunció el resultado de la votación: 140 a favor por cinco en contra. Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea se sumaron a Rusia en contra de la medida. Hubo 38 abstenciones, incluyendo la de China -aliado de Rusia-, India, Sudáfrica, Irán y Cuba.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dice que Rusia ha iniciado el proceso de expulsión de varios diplomáticos más de la embajada estadounidense en Moscú.
El Departamento dijo que recibió el miércoles una lista de diplomáticos que han sido declarados “persona non grata” por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. No dijo cuántos diplomáticos se vieron afectados por la orden, que generalmente resulta en la expulsión de los indiciados en un plazo de 72 horas.
En tanto, Gran Bretaña anunció que enviará miles de misiles más al gobierno de Ucrania, y el primer ministro británico Boris Johnson exhortó a sus aliados occidentales a aumentar la ayuda militar a Ucrania.
En Ucrania, las fuerzas terrestres rusas parecen estar atrincherándose y estableciendo posiciones defensivas entre 15 y 20 kilómetros (9 y 12 millas) a las afueras de Kiev, después de registrar avances mínimos o nulos hacia el centro de la ciudad, informó el miércoles un alto funcionario de Defensa estadounidense.
El funcionario dijo que parece que las fuerzas ya no intentan avanzar hacia el centro de la ciudad y, en algunos casos al este de Kiev, los soldados ucranianos han podido alejar a las tropas rusas.
La batalla por las ciudades ucranianas continuaba en este día. El ejército ucraniano recuperó un vecindario clave cerca de Kiev y las tropas rusas invasoras aumentaron sus ataques aéreos, que han causado un número desconocido de bajas y hecho huir a más de 3.5 millones de personas.
El ejército ucraniano dijo por la mañana que había expulsado a las tropas rusas a salir de Makariv, un estratégico suburbio de Kiev. Sin embargo, las las fuerzas rusas que combatían por Kiev habían podido retomar parte de otros suburbios en el noroeste que llevaban semanas en disputa.
Los civiles que hicieron la peligrosa huida del asediado puerto sureño de Mariúpol describieron combates calle a calle y cómo habían pasado junto a cadáveres sin sepultar mientras los bombardeos rusos constantes trataban de doblegar la ciudad. No había indicios en un primer momento de avances diplomáticos que pudieran llevar algo de alivio.
Mientras que, por tercera vez, Rusia acusó a Ucrania de preparar ataques químicos con ayuda de Occidente y de buscar la consecución de armas biológicas e incluso nucleares, acusaciones negadas vehementemente por Estados Unidos y Gran Bretaña.
La lucha por el estratégico puerto de Mariúpol se intensificó luego de que Ucrania rechazó una oferta rusa para desalojar a sus tropas de la sitiada ciudad. Los bombardeos rusos continuaron contra el puerto y otras ciudades ucranianas.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo que unos 400 civiles estaban refugiados en una escuela de artes de Mariúpol cuando fue impactada por una bomba rusa.
Advirtiendo que las relaciones con Estados Unidos están “a punto de una ruptura”, Rusia convocó al embajador estadounidense para protestar sobre las críticas del presidente Joe Biden contra su homólogo ruso Vladimir Putin.
La invasión de Rusia en Ucrania, que está en su vigesimosexto día, no muestra señales de amainar. La ONU dice que casi 3.4 millones de personas han huido de Ucrania.
En tanto, el presidente de estadounidense Joe Biden pidió a las empresas de Estados Unidos asegurarse que sus puertas digitales estén bien cerradas debido a "datos de inteligencia en evolución” de que Rusia está considerando lanzar ciberataques contra blancos cruciales de infraestructura en un momento en que sigue combatiendo en Ucrania.
Mientras que un tribunal de Moscú prohibió a Facebook e Instagram operar en Rusia debido a lo que describió como actividad extremista en un proceso contra su empresa matriz, Meta. La fiscalía rusa acusa a las redes sociales de hacer caso omiso a los pedidos del gobierno de eliminar lo que llama noticias falsas sobre las actividades militares rusas en Ucrania y las convocatorias para realizar protestas en Rusia contra la guerra.
Rusia exigió que los ucranianos de la sitiada ciudad de Mariúpol depongan las armas a cambio de una vía segura para poder salir, pero Ucrania rechazó el ofrecimiento. Horas antes, las autoridades ucranianas informaron que las fuerzas de Moscú bombardearon una escuela de arte en donde se resguardaban unas 400 personas.
El coronel general ruso Mijail Mizintsev dijo que autorizaría dos corredores para salir de la ciudad costera en el Mar de Azov, uno con dirección este en dirección a Rusia y otro hacia otras partes del oeste de Ucrania.
A los residentes de Mariúpol se les dio de plazo hasta las 5 de la mañana del lunes para responder a la oferta, que incluía ondear banderas blancas. Rusia no señaló qué acciones tomaría en caso de que su ofrecimiento fuera rechazado. Sin embargo, la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, se negó a entregar la ciudad.
La lucha se enardeció en varios frentes en Ucrania con un intenso combate en el asediado puerto de Mariúpol, donde se registran algunos de los mayores sufrimientos de la guerra. Funcionarios ucranianos indicaron que sus fuerzas luchan con los rusos por la planta de acero Azovstal, una de las más grandes de Europa.
La guerra ya inició su cuarta semana. Durante la noche, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski acusó al Kremlin de crear deliberadamente “una catástrofe humanitaria”, pero también apeló al presidente Vladimir Putin a reunirse con él para conversar directamente.
La agencia de migración de la ONU dijo que el combate ha desplazado a casi 6,5 millones de personas al interior de Ucrania, además de los 3.2 millones de refugiados que ya han huido del país.
Ucrania afirma que miles de personas han muerto.
Al menos una persona ha muerto y otras 19 resultaron heridas, incluidos varios niños, en un nuevo bombardeo ruso con cohetes sobre Kiev, informó este viernes el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko, en su cuenta de Telegram.
Los bombardeos afectaron, según el alcalde, a una zona residencial de la capital ucraniana, Podil, donde resultaron prácticamente destruidos una guardería y un centro escolar.
Los cohetes también afectaron a seis edificaciones de civiles.
"El enemigo continúa atacando la capital. Por la mañana, los orcos bombardearon una zona residencial en el distrito de Podil. Una persona murió, 19 resultaron heridas, incluidos cuatro niños. Seis casas, un jardín de infantes y una escuela resultaron dañados", dijo Klitschko.
El Kremlin consideró hoy "imperdonable" que llame "criminal de guerra" al presidente ruso, Vladímir Putin, el presidente de EEUU, Joe Biden, un país que lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial.
"Nuestro presidente es un mandatario internacional, sabio, perspicaz, culto y líder de la Federación Rusa. Dichas declaraciones del señor Biden son absolutamente inadmisibles, inaceptables e imperdonables", dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, en rueda de prensa telefónica.
Peskov agregó: "Y, lo más importante: no tiene derecho a hacerlas el jefe de un Estado que bombardeó gente por todo el mundo y durante muchos años".
Un país que "lanzó una bomba atómica sobre un país que ya había sido derrotado, por lo que no tenía ningún sentido. Me refiero a Hiroshima y Nagasaki".
"El presidente de dicho país no tiene derecho a (pronunciar) esas palabras. Es nuestro absoluto convencimiento", dijo.
Biden llamó este miércoles "criminal de guerra" a Putin por sus tácticas militares "bárbaras" durante la "operación militar especial" en Ucrania.
"Él es un criminal de guerra", dijo Biden en respuesta a la pregunta de una periodista durante un acto en la Casa Blanca.
Poco después de las declaraciones de Biden, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el presidente "estaba hablando desde el corazón y en relación a lo que ha visto por la televisión".
"Y eso son acciones bárbaras de un dictador brutal durante su invasión de un país extranjero", añadió Psaki durante su rueda de prensa diaria.
La portavoz matizó que por ahora el Departamento de Estado no ha hecho una declaración formal que acuse a Rusia de haber cometido crímenes de guerra, y que la revisión "legal" sobre ese tema "sigue en curso".
Efectivos rusos bombardearon este miércoles un teatro que servía de refugio a cientos de personas residentes de la asediada ciudad ucraniana de Mariúpol, lo que ha causado un número todavía indeterminado de víctimas, según fuentes ucranianas.
La Rada (Parlamento) de Ucrania informó de que, en el interior del teatro, que ha quedado reducido a escombros, había muchos ciudadanos escondidos y que se desconoce si hay supervivientes, mientras las autoridades rusas negaron haber tenido nada que ver con el incidente.
Serhiy Orlov, vicealcalde de Mariupol, aseguró que en el teatro se escondían entre 1,000 y 1,200 personas, si bien de momento no hay cifras acerca de posibles víctimas. En los alrededores del edificio se había desatado una fuerte batalla y nadie puede acceder a la zona, según fuentes ucranianas.
El ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, aseguró que se trata de "otro horrible crimen de guerra" cometido por Rusia en Mariúpol y que el edificio "está completamente destruido".
"Ha habido un masivo ataque ruso sobre el Drama Theater donde se escondían cientos de inocentes civiles", escribió Kuleba en Twitter, que ironizó con que "los rusos no podían saber que era un refugio civil".
Por su parte, el ministerio de Defensa ruso negó haber llevado a cabo ningún ataque en el teatro de Mariupol donde podría haber civiles presentes y acusó del suceso a la parte ucraniana, según las agencias rusas.
"Según la información fidedigna disponible, los combatientes del batallón nacionalista Azov han llevado a cabo una nueva provocación sangrienta, volando el edificio del teatro que habían cableado", dijo el Ministerio de Defensa ruso.
La situación es desesperada desde hace días en Mariúpol, una estratégica ciudad portuaria ucraniana a orillas del mar interior de Azov y situada entre la península anexionada de Crimea y el este separatista de Donbás, por lo que su captura es un objetivo prioritario de Rusia.
Ucrania señaló que veía posible que se produzcan acuerdos en las negociaciones con Rusia, mientras las fuerzas de Moscú intensificaban sus ataques contra Kiev y unos 20,000 civiles huían desesperadamente de la aledaña ciudad de Mariúpol a través de un corredor humanitario.
Los acontecimientos en el frente diplomático y en el terreno se produjeron en el vigésimo día de la invasión rusa, mientras el número de ucranianos que han huido del país en medio del conflicto más fuerte de Europa desde la Segunda Guerra Mundial superaba los 3 millones.
Por su parte, la ONU dijo que se ha confirmado que cerca de 700 civiles ucranianos han fallecido, aunque se cree que la cifra real probablemente es mucho mayor. Dos periodistas que trabajaban para Fox News perdieron la vida cuando el vehículo en el que iban a bordo fue atacado en las afueras de Kiev, informó la cadena. Fox los identificó como el videoperiodista Pierre Zakrzewski y la periodista ucraniana Oleksandra Kuvshynova, quien ayudaba al equipo de Fox a recorrer la zona. Otro periodista falleció el domingo en Ucrania.
El presidente estadounidense Joe Biden viajará a Europa la semana próxima para conversaciones con líderes europeos sobre la invasión rusa a Ucrania, anunció el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca Jen Psaki. Biden se reunirá con los líderes de la alianza militar y de Europa en Bruselas el 24 de marzo.
Rusia y Ucrania mantuvieron abierto un endeble canal diplomático con una nueva ronda de negociaciones el lunes, incluso mientras las tropas rusas intensificaban su ofensiva sobre Kiev y otras ciudades del país con incesantes bombardeos que la Cruz Roja dijo han creado "ni más ni menos que una pesadilla” para la población civil.
En tanto, una caravana de 160 vehículos civiles salió del sitiado puerto de Mariúpol a través de un corredor humanitario, reportó el ayuntamiento. La evacuación representó un raro destello de esperanza una semana y media después de que inició un asedio letal que ha dejado casas y edificios pulverizados, y a la población desesperada por conseguir alimentos, agua, calefacción y medicamentos.
Durante la noche, las sirenas de ataque aéreo se activaron en distintas ciudades y poblaciones del país, desde puntos cercanos a la frontera rusa en el este hasta los Montes Cárpatos en el oeste, y los combates continuaban a las afueras de Kiev. Las autoridades ucranianas informaron que las fuerzas rusas cañonearon varios suburbios de la capital.
En Rusia, el principal programa de noticias vespertino de la televisora estatal fue interrumpido brevemente por una mujer que ingresó al estudio sosteniendo un letrero en contra de la guerra. El sitio web de OVD-Info que monitorea los arrestos políticos dijo que era una empleada de Channel 1 y fue detenida.
Rusia intensificó su ofensiva en el oeste de Ucrania con un bombardeo sobre una base militar en la que tropas ucranianas han entrenado con fuerzas de la OTAN, acercando el conflicto a Polonia y a otros miembros del bloque.
Los continuos combates en varias regiones causaron más sufrimiento en toda Ucrania y mayor indignación a nivel internacional. En las afueras de la capital Kiev, el afamado cineasta y periodista estadounidense Brent Renaud falleció y otro periodista de ese país resultó herido cuando fueron atacados por soldados rusos.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy acusó a Rusia de tratar de crear nuevas “pseudo-repúblicas” para desbaratar su país. Pidió a las regiones ucranianas no repetir la experiencia de 2014, cuando separatistas prorrusos empezaron a luchar contra las fuerzas ucranianas en dos regiones del este.
Ahora en su tercera semana, la guerra ha obligado a más de 2.5 millones de personas a huir de Ucrania. Miles de civiles y soldados han fallecido.
Las fuerzas rusas intensificaron su ofensiva en Ucrania, azotando zonas habitadas con artillería y ataques aéreos y desplegando tácticas de asedio perfeccionadas en Siria y Chechenia, donde las ciudades rivales quedaron reducidas a escombros.
La guerra se ha extendido a zonas próximas a Polonia y Rumanía, ambos miembros de la OTAN, y las autoridades ucranianas afirmaron que dos ciudades cercanas a esas fronteras registraron ataques aéreos rusos. Mientras, los residentes en algunas de las zonas asediadas, como la sitiada ciudad portuaria de Mariúpol, sufren bombardeos tan constantes que no pueden siquiera enterrar a sus muertos.
Occidente ha aumentado la presión económica sobre Rusia: Estados Unidos y sus aliados han rebajado el estatus comercial de Moscú en su últimos esfuerzo para aislar aún más al país desde la invasión. Sobre el terreno, en Ucrania, esas medidas parecían estar a un mundo de distancia.
La guerra ha obligado a más de 2.5 millones de personas a huir de Ucrania, mientras que otras tratan de protegerse en sótanos, estaciones de metro y refugios subterráneos.
Rusia intensificó sus ataques en el Este y Oeste de Ucrania, destruyendo pistas aéreas en la zona occidental del país y una zona industrial en la oriental, causando más tensión en la población del país invadido.
Asimismo, las autoridades rusas bloquearon el acceso a Instagram y Facebook en Rusia, luego que Meta permitiera llamamientos violentos contra rusos
Las fuerzas rusas mantuvieron su bombardeo sobre el puerto de Mariúpol el jueves, al tiempo que fotografías satelitales mostraron que una gigantesca columna militar del Kremlin que estuvo inmóvil en las afueras de la capital ucraniana se dispersó hacia poblados y bosques cercanos a Kiev, y la artillería fue colocada en posición de ataque.
En tanto, las conversaciones al más alto nivel desde que la invasión comenzó hace dos semanas no han producido avances, el número de refugiados que han huido del país llegó a 2.3 millones, y Kiev se preparaba para enfrentar una embestida. El alcalde Vitali Klitschko manifestó que la capital se había convertido prácticamente en una fortaleza protegida por civiles armados.
En total, unas 100,000 personas han sido evacuadas durante los últimos dos días de siete ciudades sitiadas en el norte y centro del país, incluyendo los suburbios de Kiev, declaró presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
Temprano las autoridades ucranianas aseguraron que la planta nuclear de Chernóbil, que quedó en desuso después del accidente nuclear de 1986, ha quedado fuera de la red eléctrica, y que generadores de emergencia le suministran energía. La causa del daño a la línea eléctrica a Chernóbil no estaba clara, pero el sitio está bajo control de las fuerzas rusas desde la semana pasada. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) denunció el corte de la transmisión de datos a distancia de sus sistemas de vigilancia en las centrales de Chernóbil y Zaporozhie.
Mientras que Mariúpol, una asediada ciudad portuaria en el Mar de Azov, ha sido testigo de alguna de las escenas más desesperantes de la guerra, mientras los civiles pasan días sin agua, calefacción, saneamiento básico o teléfono. Se denunció el ataque a un hospital infantil. Las autoridades de Kiev han acusado a Rusia del ataque contra el establecimiento sanitario y han señalado que al menos 17 personas han resultado heridas.
El Pentágono rechazó el miércoles cualquier plan para proporcionar cazas MiG a Ucrania, incluso a través de un segundo país, diciendo que se trata de una iniciativa de “alto riesgo” que no modificaría significativamente la efectividad de la Fuerza Aérea ucraniana.
La aviación rusa bombardeó el martes en la noche zonas residenciales en los alrededores de Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, y Zhitómir, al oeste de Kiev, y las fuerzas rusas además intensificaron su fuego de artillería contra los suburbios de Kiev. En las casi dos semanas desde que el presidente ruso Vladimir Putin lanzó la invasión, sus fuerzas han capturado amplias zonas del sur y la costa ucraniana, pero sus avances se han visto frenados en diversas áreas, entre ellas en los alrededores de Kiev.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy anunció que su país combatirá la invasión de Rusia en sus ciudades, campos y ríos. “No nos rendiremos y no perderemos”, dijo Zelenskyy en un video a la atestada Cámara de los Comunes de Gran Bretaña tras evocar el discurso de “jamás se rindan” que Winston Churchill pronunció durante la Segunda Guerra Mundial.
En tanto que el presidente Biden dijo que Estados Unidos prohibirá todas las importaciones de petróleo de Rusia incluso si ello implica un aumento de los costos para los estadounidenses, en particular en las gasolineras. Las exportaciones de energía han mantenido un flujo constante de efectivo a Rusia a pesar de las severas restricciones que enfrenta.
Las delegaciones de Rusia y Ucrania reanudaron conversaciones después de intentos fallidos para iniciar la evacuación de civiles de ciudades sitiadas de Ucrania, incluyendo el puerto de Mariúpol.
Luego de que los dos primeros intentos fracasaron el fin de semana, Rusia anunció otro cese del fuego limitado que permitiría la salida de los desesperados civiles de ciudades sitiadas a través de corredores humanitarios, aunque este día, lunes, en la noche no había noticias de que los bombardeos hubieran cesado.
En tanto, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy exhortó a su pueblo a seguir resistiendo el ataque que, según las Naciones Unidas, ha obligado a más de 1.7 millones de personas a huir de Ucrania. El mandatario también pidió un boicot total de todos los productos rusos, incluyendo el petróleo.
6 de marzo
Las tropas rusas intensificaron su ofensiva contra ciudades del centro, norte y sur de Ucrania, informó un funcionario ucraniano, luego de que fracasó un segundo intento por evacuar a civiles de las poblaciones sitiadas.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy exhortó a la población a salir a las calles a combatir. Por su parte, su homólogo ruso Vladimir Putin responsabilizó a Ucrania del conflicto, asegurando que la invasión por parte de Moscú podría ser suspendida “sólo si Kiev pone fin a las hostilidades”. La guerra, en su onceavo día, ha obligado a 1.5 millones de personas a abandonar el país.
Un alto funcionario de Defensa de Estados Unidos declaró eque, según estimados de Washington, aproximadamente el 95% de las tropas rusas que se habían desplegado a lo largo de las fronteras ucranianas ya están dentro del país.
El presidente ucraniano Volodymyr Selensky agradeció al director general de SpaceX, Elon Musk, por permitir a Ucrania acceder al sistema de internet satelital de su compañía llamado Starlink, el mismo día en que conversó con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para discutir los esfuerzos en marcha para imponer costos económicos a Rusia y agilizar el envío de la asistencia militar, humanitaria y económica estadounidense a Ucrania.
En tanto que las fuerzas rusas intensificaron sus bombardeos en la ciudad portuaria de Mariúpol, incluyendo el uso de aviones. Mientras, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que Moscú consideraría cualquier declaración de terceros de crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania como una “participación en el conflicto armado”, esto después que Selensky hiciera la solicitud a la OTAN, que negó esta petición.
El ejército ruso lanzó cientos de misiles y ataques de artillería sobre ciudades y otros objetivos en todo el país. Pero la vasta columna de blindados rusos que amenaza la capital ucraniana seguía estancada a las afueras de Kiev.
4 de marzo
La invasión militar rusa de Ucrania cumple su noveno día. Las fuerzas rusas cañonearon la planta de energía nuclear más grande de Europa, provocando un incendio que fue extinguido durante la noche. El organismo de control nuclear de la ONU confirmó que no hubo indicios de fugas de radiación.
Los rusos también se han apoderado de la ciudad portuaria estratégica de Jersón y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que la campaña seguirá avanzando para “desmilitarizar” Ucrania, pese a que el día anterior los delegados ucranianos y rusos se reunieron en la vecina Bielorrusia, donde acordaron proporcionar corredores seguros para evacuar a los civiles y entregar ayuda humanitaria.
Rusia ha reconocido que cerca de 500 soldados rusos han muerto y que alrededor de 1,600 han resultado heridos. Entre los fallecidos está el mayor general Andrei Sukhovetsky, comandante general de la Séptima División Aerotransportada de Rusia, que tenía experiencia previa en Siria. Ucrania no ha publicado cifras de bajas para sus fuerzas armadas.
Las fuerzas rusas atacaron con fuego de artillería la planta nuclear Zaporizhzhia, la más grande de Europa a primeras horas de este día, desatando un incendio allí en la disputa por el control de una ciudad crucial para el suministro eléctrico de Ucrania.
La segunda ronda de conversaciones entre las delegaciones ucraniana y rusa se efectuó en la vecina Bielorrusia. Pero ambas partes parecían muy distanciadas desde antes de la reunión, y Putin advirtió a Ucrania que debe aceptar de inmediato la exigencia del Kremlin de que “se desmilitarice” y se declare neutral, lo que incluye que renuncie a su pretensión de ingresar a la OTAN.
Mientras que se registró un aumento de 37% en los precios del trigo y los del maíz 21% en lo que va del año después de aumentar más de 20% durante todo 2021. Desde hace mucho tiempo se considera a Ucrania un “granero del mundo” debido a la fertilidad de su tierra. El país exporta el 12% del trigo mundial, según el Departamento de Agricultura estadounidense.
En tanto que el número de personas que han tenido que huir de Ucrania por la invasión rusa superó el millón, el éxodo de refugiados más rápido de este siglo, indicó la ONU, mientras las fuerzas rusas seguían bombardeando la segunda ciudad más poblada del país, Járkiv, y sitiando dos puertos estratégicos.
2 de marzo
En los días que han transcurrido desde que Occidente le impuso sanciones a Rusia por su invasión de Ucrania, los rusos de a pie están sintiendo los dolorosos efectos, desde sistemas de pago que no funcionan hasta problemas para retirar efectivo y no poder comprar algunos artículos.
Mientras que el portavoz del ministerio de Defensa de Rusia aseguró el miércoles que las tropas tomaron el control de la ciudad portuaria de Jersón, en el sur de Ucrania. El ejército ucraniano rechazó tal afirmación. Un portavoz del Ministerio de Defensa ruso dice que 498 soldados rusos han muerto en Ucrania y 1.597 han resultado heridos. El general de división Igor Konashenkov rechazó los informes sobre “pérdidas incalculables” de los rusos y cifró en más de 2,870 soldados ucranianos han fallecido y unos 3,700 resultaron heridos, mientras que otros 572 fueron capturados.
La agencia de refugiados de la ONU dice que más de 874,000 personas han huido de Ucrania desde que Rusia invadió la semana pasada y la cifra está “aumentando exponencialmente”.
En tanto, Rusia dijo que su ejército ha tomado el control de las inmediaciones de la central nuclear Zaporizhzhia, la mayor de Ucrania, y alberga seis de los 15 reactores existentes en el país. Rusia se había hecho ya con el control de la clausurada planta de Chernóbil, escenario del peor accidente nuclear de la historia en 1986.
1 de marzo
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo en su primer discurso sobre el Estado de la Unión que Estados Unidos cerrará su espacio aéreo a todos los vuelos rusos en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Dijo que Estados Unidos está trabajando para confiscar yates y apartamentos de oligarcas rusos.
Biden dedicó los primeros 12 minutos de su discurso a Ucrania. Los legisladores de ambos partidos se pusieron en pie repetidamente y aplaudieron cuando elogió la valentía del pueblo ucraniano y condenó el ataque de Rusia.
Apple ha dejado de vender su iPhone y otros de sus populares productos en Rusia como parte de las estrictas medidas que están implementando las corporaciones en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Otras importantes compañías estadounidenses, como Google y Twitter, también han reducido sus operaciones en Rusia.
Los 31 países miembros de la Agencia Internacional de Energía pactaron liberar 60 millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas —la mitad de esa cantidad procedente de Estados Unidos— “para enviar un fuerte mensaje a los mercados de petróleo” de que no habrá una “escasez de suministros.
Las fuerzas armadas rusas cañonearon la segunda ciudad más poblada de Ucrania y se acercaban a la capital Kiev, en una caravana de cientos de tanques y otros, mientras las negociaciones dirigidas a suspender la guerra sólo consiguieron un acuerdo para seguir hablando. Por segundo día consecutivo, el Kremlin hizo surgir el fantasma de la guerra nuclear, anunciando que sus misiles balísticos intercontinentales, submarinos y bombarderos de largo alcance con capacidad nuclear han sido puestos en alerta máxima, siguiendo las órdenes del presidente Vladimir Putin del fin de semana.
En tanto, más de medio millón de personas habían huido del país desde la invasión, y muchas de ellas se han dirigido a Polonia, Rumania y Hungría.
27 de febrero
La Unión Europea acordó cerrar su espacio aéreo a las aerolíneas rusas, canalizar cientos de millones de euros a la compra de armas para Ucrania y prohibir algunos medios de prensa pro-Kremlin. En lo que describió como “un momento decisivo para la historia europea”, el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que se decidió “suministrar armas letales, asistencia letal, al ejército ucraniano por un valor de 450 millones de euros (502 millones de dólares) … y 50 millones más (56 millones de dólares) para suministros no letales, combustible, equipo de protección”.
En tanto, manifestantes pacifistas salieron a las calles de Berlín, Roma, Praga, Estambul y otras partes —incluso en ciudades rusas como Moscú y San Petersburgo, y en una docena de ciudades bielorrusas_, para exigir el fin de la guerra.
Estados Unidos y naciones europeas acordaron imponer las sanciones financieras más potencialmente severas hasta la fecha a Rusia en represalia por su implacable invasión a Ucrania, yendo tras las reservas del banco central que sostiene la economía rusa y dejando fuera a algunos bancos rusos de una red global financiera vital.
En tanto que las fuerzas ucranianas oponían una resistencia tenaz para frenar el avance de los más numerosos y más poderosos contingentes militares de Rusia que asedian la capital, mientras Estados Unidos y la Unión Europea enviaban a toda prisa municiones y armas a Kiev.
25 de febrero
La ofensiva de Rusia sobre Ucrania llegó a las inmediaciones de la capital, Kiev, y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski pronosticó que el conflicto no tardaría en intensificarse, mientras que el temor a una guerra más amplia en Europa daba pie a nuevos esfuerzos internacionales para obligar a Moscú a detenerse, incluyendo sanciones directas al presidente Vladimir Putin.
Funcionarios de la ONU dijeron que millones de personas podrían huir de Ucrania. Las ligas deportivas se movilizaron para castigar a Rusia, e incluso el popular concurso de la canción Eurovisión le prohibió participar en la final de mayo en Italia. Las autoridades ucranianas informaron de al menos 137 muertos en su lado y afirmaron que hubo cientos en el lado ruso.
En un discurso televisado al comenzar el ataque, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que era necesario para proteger a los civiles en el este de Ucrania, donde las fuerzas ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia han estado librando una lucha desde hace casi ocho años. Putin acusó a Estados Unidos y a sus aliados de ignorar las exigencias de Rusia de evitar que Ucrania se integre a la OTAN y de ofrecerle a Moscú garantías en materia de seguridad. Poco después de su discurso, se escucharon explosiones en las ciudades de Kiev, Járkiv y Odesa.
El presidente estadounidense Joe Biden anunció una nueva ronda de sanciones en contra de Rusia, asegurando que Putin “eligió esta guerra” y que su país pagará por las consecuencias de sus actos. Otras naciones también anunciaron sanciones.
23 de febrero
El Parlamento de Ucrania vota para declarar estado de emergencia tras reconocimiento de Rusia a zonas separatistas. Horas después, Rusia dice que los líderes rebeldes del este de Ucrania le han pedido ayuda militar para repeler "agresión" ucraniana y el presidente ruso Vladimir Putin dice que Rusia realizará una operación militar en el este de Ucrania.