Putin aboga por el sentido común ante las amenazas de Trump sobre Siria
Las amenazas de Trump no han cogido desprevenida a Rusia, que espera un inminente ataque contra el país árabe, aunque el Kremlin insistió en que “no participa en la diplomacia del Twitter” y prefiere “posturas serias”.
MOSCÚ. El presidente ruso, Vladímir Putin, abogó ayer por recuperar “el sentido común” en las relaciones internacionales después de que el líder de EE.UU., Donald Trump, advirtiera a Rusia para que se prepare para un ataque contra Siria.
“La situación en el mundo se está volviendo cada vez más caótica. Con todo, esperemos que al fin y al cabo impere el sentido común y las relaciones internacionales entren en un cauce constructivo”, dijo Putin al recibir las cartas credenciales de varios embajadores en el Kremlin.
Putin, que ha tachado de “inadmisibles” las acusaciones de que el régimen sirio de Bachar al Asad esté detrás de un supuesto ataque químico contra la población civil en la ciudad de Duma, insistió en que la situación en el mundo “no puede no causar preocupación”.
Ésta fue la escueta reacción de Putin a los exabruptos de Trump en Twitter, en los que el jefe de la Casa Blanca se dirigió por vez primera en términos amenazantes al Kremlin desde que llegara al poder.
“Rusia promete derribar todos los misiles disparados contra Siria. Prepárate, Rusia, porque van a ir, suaves y nuevos e inteligentes”, amenazó Trump en su cuenta de Twitter.
El rifirrafe verbal tiene lugar un año después de que EE.UU. lanzara 59 misiles Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat tras otro supuesto ataque químico perpetrado por las fuerzas leales a Damasco.
Entonces, Putin, al que Trump ha llamado a dejar de apoyar a Al Asad -al que describió como “un animal que mata con gas a su gente”-, no dudó en calificar el bombardeo estadounidense de “agresión”.
Las amenazas de Trump no han cogido desprevenida a Rusia, que espera un inminente ataque contra el país árabe, aunque el Kremlin insistió en que “no participa en la diplomacia del Twitter” y prefiere “posturas serias”.
“Confiamos en que todas las partes eviten dar pasos que de hecho no han sido provocados por nadie y que pueden desestabilizar seriamente la ya de por sí frágil situación en la región”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Al respecto, las autoridades negaron que las amenazas estadounidenses hayan provocado “pánico” en las filas de los soldados desplegados en la base marítima rusa de Tartus, en la costa siria.
Y advirtieron de que todos los sistemas de defensa antimisiles, radares y el resto del armamento pesado ruso en el país árabe están “preparados”.
Mientras, la Cancillería fue aún más allá que el Kremlin al insinuar que lo que en realidad busca EEUU al atacar Siria es “borrar todas las huellas de la provocación (el supuesto uso de armas químicas) con ataques con misiles inteligentes”.
“¿Los inspectores de la OPAQ (la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) ya saben que los misiles inteligentes van a eliminar ahora todo rastro del uso de armas químicas?”, se preguntó María Zajárova, portavoz de la Cancillería.
La diplomática recordó que “los misiles inteligentes deben ser dirigidos contra los terroristas y no contra un Gobierno legítimo que tantos años lucha contra el terrorismo internacional en su territorio”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de que unas 500 personas fueron atendidas en centros médicos en Duma, a menos de 17 kilómetros de Damasco, con síntomas de exposición a agentes químicos y que unas 70 personas que se escondían de los bombardeos en sótanos murieron.
Al menos 43 de los fallecidos presentaban “síntomas relacionados con una exposición a químicos altamente tóxicos”, constató la OMS en un comunicado tras haber revisado la información que le han hecho llegar entidades con las que trabaja y que apoya localmente.
En cambio, el Estado Mayor del Ejército ruso replicó que había consultado al respecto a la filial siria de la Media Luna Roja y a funcionarios de la ONU sobre el terreno, y que ninguno de los dos “poseen esos datos”.
“Los odiosos ‘cascos blancos’ (la ONG que denunció el ataque), que operan exclusivamente con los terroristas, han escenificado una vez más ante las cámaras un ataque químico contra la población civil en Duma”, denunció.
Y recordó que la OMS ya demostró su falta de credibilidad en varias ocasiones en Siria, como cuando denunció la falta de medicinas en las zonas bajo control terrorista en Alepo y una vez liberada la ciudad se encontraron almacenes repletos de fármacos, incluidos los suministrados por la agencia de Naciones Unidas.
“Por ello, tales declaraciones irresponsables de representantes de la OMS no sólo desacreditan a la organización, sino que contribuyen a una nueva escalada de la situación con consecuencias difícilmente previsibles, en primer lugar para los sirios”, subrayó.