Traumatizados y con varios frentes abiertos, israelíes enfrentan el aniversario del 7 de octubre
La guerra en Gaza sigue en marcha, Israel libra una nueva guerra contra Hezbollah
Los israelíes celebraban el lunes ceremonias solemnes para conmemorar el primer aniversario del ataque más letal en la historia del país, un asalto liderado por Hamás que hizo añicos su sensación de seguridad y abrió guerras en dos frentes que no dan visos de terminar.
Por su parte, Hamás dedicó el aniversario de su ataque del 7 de octubre de 2023 lanzando un aluvión de cohetes a Tel Aviv, lo que subrayaba su resiliencia tras un año de guerra y devastación en Gaza.
Ataque de cohetes
El grupo político y militar libanés Hezbollah, que comenzó a lanzar cohetes a Israel el 8 de octubre en apoyo de su aliado Hamás, prometió mantener los ataques pese a sus recientes pérdidas.
El inesperado ataque transfronterizo, que tomó desprevenidos a los israelíes en un importante feriado judío, remeció su fe en sus líderes y su ejército, y sus consecuencias aún continúan un año más tarde.
Unos 100 rehenes capturados ese día —de lo que se cree que un tercio ha muerto— siguen sin regresar, y los esfuerzos de buscar un cese el fuego están paralizados.
La guerra en Gaza sigue en marcha, Israel libra una nueva guerra contra Hezbollah, que comenzó a atacar Israel el 8 de octubre, y un conflicto creciente con Irán —que respalda tanto a Hamás como a Hezbollah— amenaza con hundir la región en una conflagración mucho más peligrosa.
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No había actos conmemorativos programados en la Franja de Gaza, donde continúan los combates, hay enormes zonas destruidas por completo y la mayor parte de la población ha sido expulsada de sus hogares.
En Líbano, mientras tanto, al menos 10 bomberos murieron en un ataque israelí, dentro de una serie de bombardeos que han matado a docenas de trabajadores de emergencias, según el Ministerio libanés de Salud.
Los bomberos estaban en un edificio municipal en la localidad sureña de Baraachit que fue alcanzado cuando se preparaban para salir en una misión de rescate.
El Ejército israelí no hizo comentarios en un primer momento.
Los israelíes acuden a actos de recuerdo y piden el regreso de los rehenes
Los israelíes acudieron a ceremonias, cementerios y monumentos en todo el país en recuerdo de los cientos de víctimas, las docenas de rehenes que siguen cautivos y los soldados heridos o caídos cuando intentaban salvarlos. También había actos conmemorativos planificados en Europa y otros lugares.
Los milicianos liderados por Hamás mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, en el ataque del 7 de octubre y secuestraron a otras 250.
Antes del amanecer, cientos de familiares de los fallecidos en el festival de música Nova, junto con el presidente de Israel, Isaac Herzog, se reunieron en el lugar donde al menos 364 asistentes murieron baleados y muchos otros fueron capturados.
Música interrumpida
Al salir el sol, los organizadores reprodujeron la misma pieza de música trance que se interrumpió de pronto cuando comenzó la andanada de cohetes.
A las 6:29 de la mañana, justo cuando comenzó el ataque de Hamás, los asistentes se pusieron en pie y guardaron un momento de silencio. El llanto de una mujer rompió el silencio mientras se oían explosiones de los combates en Gaza, apenas a unos kilómetros de distancia.
"Cuando estamos aquí, estamos cerca de nuestros seres queridos, este es el momento en el que bailaban y huían", dijo Sigal Bar-On, cuya sobrina, Yuval Bar-On, de 25 años, y su prometido, Moshe Shuva, de 34, planeaban casarse en diciembre de 2023.
"No podemos entender cómo ha pasado un año", dijo Shimon Busika, padre de Yarden Busika, de 25 años y que fue asesinado en el festival. "Es el lugar más natural donde estar, estar aquí para este momento de silencio".
A las 6:31 de la mañana, cuatro proyectiles se lanzaron desde Gaza hacia las mismas poblaciones israelíes que sufrieron el duro asalto el año pasado, según el ejército israelí. La ceremonia no se vio interrumpida.
El Ejército dijo que otros cinco cohetes salieron de la ciudad sureña gazatí de Jan Yunis hacia el centro de Israel e hicieron sonar las sirenas antiaéreas en Tel Aviv.
Dos mujeres sufrieron heridas leves, según personal de emergencia, y se reportaron daños menores. El Ejército dijo que había alcanzado los lugares desde donde se habían lanzado los proyectiles.
Familiares de rehenes que siguen en Gaza se congregaron por la mañana cerca de la residencia en Jerusalén del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y se mantuvieron en pie durante dos minutos mientras sonaba una sirena, una costumbre de los días más solemnes en el calendario israelí: el Recuerdo del Holocausto y el Día de los Caídos.
"Estamos aquí para recordar (a los rehenes), que no nos hemos olvidado de ellos", dijo Shiri Albag, cuya hija, Liri, está entre los cautivos.
Albag tenía un mensaje para Netanyahu, que "no le dejaremos descansar hasta que todos ellos estén de vuelta, hasta el último", dijo a la multitud, que mostraba carteles con los rostros de los rehenes.
Netanyahu emitió un comunicado que rendía homenaje a los muertos o capturados y dijo que "hace un año pasamos por una masacre terrible y nos levantamos como nación como leones".
Las banderas en el parlamento israelí, la Knéset, ondeaban a media asta. Estaba previsto que el lunes por la tarde se emitiera una ceremonia oficial de Estado centrada en actos de valor y esperanza.
La ceremonia se grabó con antelación sin público, al parecer para evitar posibles interrupciones, en la ciudad sureña de Ofakim, donde fueron asesinados unas dos docenas de israelíes.
Pero la ira contra el gobierno por no evitar el ataque y la frustración persistente porque no ha recuperado a los rehenes que quedan hizo que las familias de varios de los fallecidos y capturados organizaran un acto separado en Tel Aviv.
Estaba previsto que el evento congregara a decenas de miles de personas, pero se vio reducido de forma drástica por las restricciones a las grandes aglomeraciones debido a la amenaza de ataques de misiles de Irán y Hezbollah.
Hamás y Hezbollah prometen seguir luchando
La guerra en Gaza ha matado a más de 41.000 palestinos, desplazado a la mayoría de los 2,3 millones de habitantes del territorio e iniciado una crisis humanitaria que ha llevado a un hambre generalizada.
Pero Hamás sigue controlando el territorio y sus fuerzas se han reagrupado de forma reiterada en zonas donde Israel ha realizado grandes operaciones. Tropas israelíes rodearon el domingo la localidad norteña de Jabaliya y comenzaron otra gran operación allí que según el Ejército pretende expulsar a los milicianos.
En Líbano, Hezbollah ha seguido disparando cohetes, misiles y drones a Israel incluso después de una sucesión de ataques israelíes en las últimas semanas que mataron a la mayoría de su cúpula, incluido su veterano líder Hassan Nasrallah, y castigaron amplias zonas de Líbano.
Israel emprendió la semana pasada lo que por ahora es una operación terrestre limitada al otro lado de la frontera.
Al menos 1,400 libaneses, incluidos civiles, médicos y combatientes de Hezbollah, han muerto y 1,2 millones han sido expulsados de sus hogares. Israel dice que intenta expulsar al grupo armado y político de su frontera para que decenas de miles de ciudadanos israelíes puedan regresar a casa.
Israel también ha prometido responder a un ataque de misiles balísticos de Irán la semana pasada que según Teherán respondía a los asesinatos de Nasrallah, el líder de Hamás Ismail Haniyeh y uno de los generales de su Guardia Revolucionaria.
En un comunicado el lunes, Hezbollah prometió seguir luchando hasta que haya un cese el fuego en Gaza y dijo que Israel "era y seguirá siendo una glándula mortal, agresiva, cancerosa, que debe ser eliminada, sin importar cuánto tiempo tome".