Un año después del inicio de la guerra en Gaza, Cisjordania sigue temblando
Las comunidades palestinas continúan sufriendo las consecuencias del impacto del conflicto
"Vivimos cada día con miedo", dice a EFE el palestino Hasan desde Tulkarem, en el norte de Cisjordania y uno de los puntos más castigados desde el 7 de octubre de 2023.
Ese día Hamás mató a 1,200 personas en territorio israelí, Gaza sufrió el inicio de una nueva guerra y en Cisjordania, se ensanchó para siempre el umbral de lo que Israel puede y no puede hacer.
"Todos los días la gente del campamento tiene miedo de que las fuerzas del Ejército de ocupación (israelí) asalten el campamento", continúa Hasan (nombre ficticio), vecino del campamento de refugiados de Nur Shams, y que describe un año de muertos, demoliciones y destrozos en calles y casas a manos del Ejército israelí.
En paralelo a la ofensiva en Gaza, la violencia israelí ha alcanzado un nivel sin precedentes también en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Este. Aquí, 720 palestinos, entre ellos 160 menores según el Ministerio de Sanidad, han muerto en el último año, la mayoría durante incursiones militares.
Solo en Tulkarem, al menos 94 palestinos han muerto desde enero, incluidos ocho menores de entre 15 y 17 años, según un seguimiento de EFE.
La mayoría han muerto por disparos de soldados pero más de una treintena en ataques aéreos, una táctica que Israel no empleaba en urbes y campamentos de refugiados en Cisjordania desde la segunda intifada, hace dos décadas.
Indefensión y preguntas
De acuerdo con el analista político Hamada Jaber, esta creciente represión y destrucción posterior al 7 de octubre ha provocado, a su vez, un malestar desorbitado respecto a una ya denostada Autoridad Palestina, liderada por el octogenario Mahmud Abás cuya dimisión quiere casi el 90 % de los palestinos, según una encuesta realizada en diciembre por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas.
"¿Para qué tenemos algo llamado Autoridad Palestina con decenas de miles de miembros de seguridad incapaces de proteger a ningún palestino del Ejército (israelí) o de los colonos?, se pregunta Jaber, al señalar que esto ha impulsado también la aparición de nuevos grupos de resistencia armada, sobre todo, en el norte de Cisjordania.
"Nadie puede protegernos, así que tendremos que protegernos nosotros", resume. Para Israel, sin embargo, estas milicias, asociadas a Hamás o a la Yihad Islámica, entre otros grupos, son simples "terroristas" dispuestos a atacarles, lo que en un círculo vicioso promueve nuevas incursiones letales en los campamentos de refugiados.
Ataques de colonos
Con cerca de 1,400 ataques de colonos lejos de ciudades como Nablus, Yenín o Tulkarem, en pequeños poblados de pastores y aldeas agrícolas a lo largo de Cisjordania, la "guerra" posterior al 7 de octubre adopta una formato diferente: una creciente impunidad ante la violencia colona y la pérdida de tierra palestina a manos del Estado de Israel.
En el último año, un total de 19 aldeas han sido borradas del mapa y más de 1,600 palestinos desplazados debido a los ataques de colonos, quienes con la ayuda del Gobierno israelí crean puestos agrícolas próximos a las comunidades palestinas desde donde les amedrentan, atacan o queman sus propiedades y olivares.
"Todo el sistema los protege", explica a EFE sobre la violencia colona Dror Etkes, fundador de Kerem Navot y quien desde 2002 hace seguimiento de la política israelí de asentamientos.
"Se trata de un paquete de seis o siete piezas: los colonos reciben dinero público para asentarse, una asignación de tierras, les ofrecen carreteras, casas móviles, equipamiento y protección militar", detalla.
Desde el 7 de octubre han muerto al menos 12 palestinos a manos de colonos y siete más en altercados en los que participaron tanto fuerzas israelíes como colonos.
Según OCHA, se han registrado cerca de 1,400 incidentes violentos en Cisjordania y Jerusalén Este, en 135 de ellos causando muertes o heridos y el 80 % daños materiales.
Jaber también cree que los esfuerzos israelíes de ocupar y expulsar -reflejados en la creación de 40 nuevos "puestos de avanzada" en Cisjordania desde el 7 de octubre, y en la toma de más de 24,300 dumas de suelo palestino como "tierra estatal", según la ONG Peace Now- son parte del programa del Gobierno más radial en la historia de Israel.
"Gracias a (los ministros Bezalel) Smotrich e (Itamar) Ben Gvir existe un acuerdo y una cooperación absoluta entre ellos y los colonos más extremistas", dice Jaber sobre el peso que las formaciones de ambos diputados tienen en la coalición gobernante.
"En su mente no hay resoluciones (de la ONU), no existen los palestinos. Eso es así, incluso antes de octubre", lamenta.