Más de 1,300 viajeros murieron durante la peregrinación a la Meca a causa del calor extremo
Egipto cierra agencias turísticas ilegales tras la muerte de peregrinos en el Hajj
En Arabia Saudita más de 1,300 viajeros murieron durante la peregrinación musulmana del Hajj que coincidió este año con el sofocante verano de la península Arábiga. muchos de ellos eran egipcios y no contaban con el permiso legal para efectuar esta peregrinación, según las autoridades.
Más de mil peregrinos han muerto en los últimos días durante el Hajj en Arabia Saudí a causa del calor extremo. Unas 650 víctimas mortales han sido identificadas como egipcios. Según el gobierno de Egipto, la culpa es de los operadores turísticos que no tienen en cuenta la seguridad de los peregrinos. Por ello, las autoridades egipcias han decidido tomar medidas para combatir el fenómeno y 16 agencias ilegales han sido clausuradas.
En su agencia de Nasr City, un cómodo barrio de las afueras de El Cairo, Galal Al Sheikh ofrece viajes a La Meca que cumplen las normas, él explica que quien desee hacer el Hajj en Arabia Saudita necesita un visado de peregrinación. El costo promedio de un viaje con visado oficial de peregrinación es de 200,000 libras egipcias, o 3,900 euros. Una suma inasequible para muchos egipcios. "El costo del visado de peregrinación es más elevado que el de otros visados, como los de turista o visitante, así que sin duda es el factor precio el que está en la raíz de este problema", dice Galal, al explicar que es por eso que, por ello, los viajeros optan por los visados de turista, mucho más baratos.
Por tanto, los peregrinos ilegales están engrosando las multitudes en suelo saudí. Y esto está creando una afluencia peligrosa, según Khaled Abdou, otro operador turístico ubicado en el centro de El Cairo. "Sin autorización, la gente normalmente no puede participar en los rituales. En Mina, por ejemplo, para la lapidación de las estelas, es muy estrecho, así que cuando hay mucha gente y hace calor, es cuando empiezan los problemas".
Estos viajeros, que carecen de visados oficiales, también viajan sin guía, a menudo tomando rutas secundarias en medio del desierto, lo que hace que su viaje sea aún más peligroso.