'No podemos más': Más de medio millón de palestinos huyen de Rafah ante la amenaza de ofensiva israelí
Más de medio millón de palestinos en busca de un lugar donde refugiarse
El primer ministro israelí afirmó este miércoles que se evitó una "catástrofe humanitaria" en Rafah y anunció que 500.000 personas fueron evacuadas de esa ciudad del sur de la Franja de Gaza, bombardeada por Israel y amenazada con una gran ofensiva terrestre.
Este anuncio coincidió con el día en que los palestinos conmemoraron la "Nakba", la "Catástrofe" que supuso para ellos la creación del Estado de Israel en 1948. "76 años después de la 'Nakba', los palestinos siguen siendo desplazados por la fuerza", indicó la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que ofreció un balance superior de huidos de Rafah, de 600.000 personas.
Muchos en Gaza acumulan ya varios desplazamientos forzados en busca de refugio en este territorio asediado por Israel y asolado por la guerra donde, según la ONU, "no hay lugar seguro".
En busca de un lugar para acampar
Con sus hijos y nietos, Abdel Fattah Sharafi planta estacas. Intentan levantar una carpa improvisada para acomodar a toda la familia. "Originalmente, soy de Al-Shati, cerca de la ciudad de Gaza. Hace casi ocho meses, fuimos desplazados a Rafah, donde vivíamos en una tienda de campaña. Y luego, hace cuatro o cinco días, tuvimos que huir de nuevo. El ejército nos pidió que nos fuéramos a Deir al-Balah o Al-Mawasi, pero no pudimos establecernos allí", dice.
Es imposible acampar sobre ruinas y escombros, así que la familia continuó su camino hacia el centro de la Franja de Gaza. Ahí, algunas personas han puesto sus tierras a disposición para alojar a estas personas desplazadas. "No podemos más. Estamos cansados física, mental y moralmente. No es una vida. Esta guerra ha destruido nuestra salud. Se imagina las condiciones en las que crecen mis nietos", lamenta Fátima, la abuela.
"Rezo para que Dios nos proteja"
Abdel Fattah y los nietos de Fátima están postrados. "Traumatizados por meses de guerra", según la abuela. "Salimos de Rafah a toda prisa, después de que nos despertaran los bombardeos. Había tiroteos por todas partes. Sobrevivimos milagrosamente. Aquí ya no hay lugar seguro. Todas las noches rezo para que Dios nos proteja", añade.
A la familia Sharafi le gustaría poder regresar a su hogar en Al-Shati, junto al mar, en el norte de Gaza. "Incluso si nuestra casa fue destruida por un ataque, al menos montaremos nuestra tienda en un terreno que nos pertenece", concluyen.