VIDEO | Empresario dominicano en Israel entiende que el conflicto allí es parecido al tema haitiano
Hank Gómez es empresario dominicano casado con una israelí que lleva nueve años y medio aquí. Le ha tocado vivir la guerra.
Hank Gómez es un dominicano de pura cepa. Es empresario y vive en Israel porque se casó con la hija de su jefe en la República Dominicana, que es judía. Lleva nueve años en Israel y conoce de cerca esta cultura, de la cual le habló extensamente a Diario Libre en Tel Aviv.
¿A qué te dedicas?
En la actualidad me desenvuelvo como empresario.
¿Qué hace un dominicano en Israel?
Bueno, tú sabes que nosotros los cristianos siempre tenemos deseos de conocer la tierra de Israel. Pero en el caso mío, se me dio la oportunidad. En la actualidad me casé con un israelí, la hija de mi jefe. Fue mi jefe por alrededor de 18 años. Yo la conocí bien pequeña. Luego cada quien hizo su vida. Se casó ella por su lado, yo me casé por mi lado, tuvimos familias diferentes. Y luego nos coincidimos, ella divorciada y yo en proceso de divorcio. Y bueno, ahí nos juntamos de nuevo. Y así, atrás de mi señora, vine para Israel.
¿Hace cuánto que estás acá?
Ya tengo 9 años, 9 años y medio.
¿Y cómo es la vida aquí?
Bueno, Israel es un país muy interesante. Cuando tú vienes de un país como República Dominicana y te encuentras con este tipo de cultura, te atrae mucho, mucho. Es un país en el que la economía fluye muy bien. Y, normalmente, cada persona migra regularmente por su mejoría. Yo vine atrás de mi señora, que en ese tiempo era mi novia. Y lógicamente, al ver que la economía de este país es mucho mejor que la República Dominicana, bueno, decidimos desarrollarnos aquí.
¿Y cómo te has adaptado?
Realmente, muy bien. Como todos los cambios, es un poco chocante. Yo tenía mi trabajo estable en República Dominicana. Iniciar todo de cero es siempre un poco difícil. Pero como todo buen dominicano, echamos para adelante.
¿Cómo es vivir aquí en tiempos de guerra? Cuéntale a tus compatriotas.
Vivir en Israel en tiempos de guerra... Yo a mis amigos les hago mucho la comparación... Cuando te topas por primera vez con una situación que generalmente es la sirena de aviso que vienen los misiles, es un poco chocante. Pero ya luego que te adaptas, te das cuenta que no es tan difícil. Dependiendo en el lugar que tú vives. Porque cada lugar tiene equis tiempo para tú, cuando vienen misiles en el aire, que es lo que más se siente, para tú guarecerte en un refugio. Ya luego que tú entiendes que tú tienes equis tiempo para guarecerte, ya te da cierta tranquilidad. En el caso mío, yo tengo un minuto y medio, porque vivo en una ciudad del sur para el centro, al lado de Tel Aviv, es aproximadamente ese tiempo que dura la llegada de un misil. Hay otras ciudades que ya tienen menos tiempo, tienen 15, 30, 40 segundos. Y yo hago la comparación, en República Dominicana y muchos países latinos, cuando te van a atracar, cuando te van a asaltar, no te avisan. Aquí cuando hay guerra, tú lo sabes, y te avisan. Pero, como en todas partes, siempre hay sorpresas, como lo que sucedió el 7 de octubre. Eso no había pasado en la historia de Israel. Lo que pasó el 7 de octubre, ya el mundo lo conoce.
¿Qué le pasó al pueblo de Israel después de ese día?
Bueno, yo te podría decir que es como una puñalada en la espalda de un enemigo conocido, pero que en un momento determinado está en tranquilidad, en paz, y el enemigo de repente te da una puñalada. Eso pasó el 7 de octubre. El 7 de octubre, una situación desastrosa, macabra, que no se justifica por nada. Desde asesinato a niños de menos de un año, de todas las edades, ancianos de 85, 90 años. Por no decirte todo lo que pasaron las demás personas, familia enteras acribilladas. Creo que no hay justificación humana que te lleve a una situación como esa.
¿Qué has podido entender tú de ese conflicto, ya estando aquí?
Es una situación muy difícil, porque si tú lo ves desde el punto de vista de los palestinos, que en cierta forma han sido oprimidos, ellos expresan que han sido invadidos, han sido ocupados sus territorios. Si tú lo ves desde ese punto de vista, es bien difícil. Ahora, cuando tú lo ves desde el punto de vista israelí, que luego que el pueblo judío se estableció legalmente, porque aquí siempre ha habido judíos y siempre ha habido árabes. Todos sabemos las historias religiosas. Luego que se establecen aquí y entran en ese conflicto, es difícil entender, muy difícil. Pero todas las opresiones que yo entiendo que sufre el pueblo palestino, ellos lo han provocado. Porque tú tienes un enemigo más fuerte que tú, no lo provoques más. Porque sabes que es más fuerte que tú, y en cada intento que tú hagas, te va a aplastar. Tú le puedes dar un golpe, pero cuando te regresen el golpe, va a ser mucho más fuerte. Y eso ha pasado, siempre ha pasado, y va a seguir pasando hasta que eso no se arregle de una manera diplomática. Y siempre hay boicot cuando se intenta solucionar.
¿Tú crees que República Dominicana tiene mucho que aprender, por ejemplo, en lo que es su relación con Haití?
Sí, realmente hay muchas cosas que el pueblo dominicano tiene que aprender. Hay muchas cosas que yo entiendo que los políticos, los políticos dominicanos, que tenemos esa bomba de tiempo al lado, que es Haití, como lo es Israelí. Tienen a los palestinos, que son una bomba de tiempo. Nosotros debemos de vernos en ese espejo para evitar que en un futuro a nosotros nos pueda suceder algo parecido. Que se ha dado en República Dominicana a escala muy pequeña, pero se ha dado. Y más ahora con esta fuerza que tienen los haitianos, de los delincuentes que están alimentados por el narcotráfico. Es una bomba de tiempo. Sí, aquí los palestinos no están alimentados directamente, hasta donde se sabe, por el narcotráfico. Pero tienen otros países que son enemigos abiertos, enemigos abiertos de Israel, que son los que auspician a esos terroristas que cometen ese tipo de actos.
¿Algo más que le quieras enviar a la República Dominicana de tu experiencia viviendo en Israel?
Bueno, yo lo que puedo decirte es que nosotros los dominicanos somos un pueblo fajador, que tiramos para adelante. Aunque en diferentes nacionalidades nosotros hemos resaltado en algunas cosas negativas, pero la mayoría del pueblo dominicano todo lo sabe. Andamos buscando el porvenir, el bienestar de la familia, del pueblo dominicano. Israel es de los pocos países que recibe a los dominicanos con la mano abierta. De hecho, nosotros los dominicanos no necesitamos visa para entrar a Israel, simplemente el pasaporte. Y siempre ha habido buena relación, siempre ha habido buena relación. Y este es un país desarrollado con una economía muy estable y se puede echar para adelante. La comunidad dominicana es muy pequeña, es muy pequeña. Tiene algunas limitaciones en el país porque el idioma es un poco difícil, pero todo el que se dispone lo aprende. Tengo conocidos que han aprendido el hebreo en seis meses, cuatro meses. A mí me tomó un poco más, pero cada quien a su ritmo.