Cientos de niños en Haití disfrutan de agasajo navideño pese a violencia de bandas armadas
Agentes de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad compartieron con los niños
El pasado domingo, el Hotel Karibe se convirtió en un centro de alegría para más de 350 niños y sus tutores, que llegaron de barrios desfavorecidos de Puerto Príncipe, Haití, para participar en una celebración por la Navidad.
Se trató de un evento organizado gracias a la colaboración del Club Rotario de Jóvenes (RCJu), la Oficina de las Naciones Unidas en Haití (Binuh), la Policía Comunitaria de la Policía Nacional de Haití (PNH), la Policía Comunitaria (PC/Edupol) y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS).
Los niños y sus tutores recibieron consultas médicas y tratamiento por parte del equipo médico de la misión de seguridad. También disfrutaron de juegos y regalos, contrario a lo que es su cotidianidad enmarcada en la violencia de las bandas armadas.
Misión garantiza lucha contra pandillas
Entre los oradores invitados se encontraban el comandante de la fuerza de seguridad, Godfrey Otunge, y el presidente del Club Rotario.
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Otunge expresó su gratitud a todas las partes interesadas involucradas y destacó la importancia de llevar sonrisas a los rostros de los niños, según un comunicado de la misión encabezada por Kenia.
Aseguró que la misión de seguridad seguiría trabajando incansablemente para garantizar que los niños pudieran asistir a la escuela y crecer en un entorno pacífico, libre de disparos y violencia de pandillas.
Actividades
Los organizadores distribuyeron regalos de Navidad, mientras que los jóvenes músicos entretuvieron a la multitud con actuaciones animadas adaptadas a los niños.
"Fue conmovedor ver a los niños, muchos de los cuales habían sido traumatizados por la violencia de las pandillas, disfrutar de momentos de juego y risas en un entorno seguro", indica la información.
Los agentes de policía de la misión de seguridad también se mezclaron con los niños, mostrando un lado compasivo de su trabajo, muy alejado de sus batallas diarias contra las pandillas en barrios como Solino, Bas Delmas, Bel Air, Downtown y Carrefour.
Los niños son la base de la sociedad, pero a menudo son ellos los que sufren las consecuencias más duras de la inseguridad y la violencia.
En Haití, los niños son especialmente vulnerables, ya que las bandas los tienen en la mira y a veces incluso los obligan a ser reclutados.