La Unión Europea pide a las fuerzas políticas que cooperen para una "solución haitiana" a la crisis
Llamado a la cooperación política en Haití
La Unión Europea llamó este lunes a las fuerzas políticas de Haití para que cooperen "sinceramente" para buscar una "solución haitiana" para sacar al país de su larga crisis con la reciente constitución del Consejo Presidencial de Transición.
"El país necesita urgentemente una solución haitiana para poner fin al actual vacío político y abordar la crisis política, humanitaria y de seguridad de larga data. Hacemos un llamado a todas las fuerzas políticas haitianas a cooperar sinceramente para lograr este objetivo", dijo el portavoz del Servicio Europeo de Asuntos Exteriores (SEAE), Peter Stano, en un comunicado.
El órgano colegiado encargado de gobernar el país hasta la celebración de elecciones quedó constituido oficialmente tras la publicación este viernes del decreto correspondiente en el boletín oficial Le Moniteur, justo un mes después de que se acordara su creación.
El portavoz del SEAE recordó que el nombramiento de los integrantes de este órgano era también necesario para abrir el camino al despliegue de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, según lo dispuesto por la Resolución 2699 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Esa misión, añadió, deberá ayudar a fortalecer los esfuerzos de la Policía Nacional de Haití en su lucha contra las pandillas, restaurar el Estado de derecho y las condiciones básicas de seguridad en el país y, en última instancia, allanar el camino para la celebración de elecciones libres y justas.
La formación del Consejo Presidencial de Transición en Haití se basa en el acuerdo alcanzado entre las principales fuerzas políticas haitianas, en una reunión organizada por la Comunidad del Caribe (Caricom), en Kingston, el 11 de marzo.
Haití lleva años inmerso en la crisis y la violencia, y la inseguridad ha aumentado aún más desde finales de febrero, con ataques de las poderosas bandas armadas a instituciones, empresas, propiedades privadas o cárceles, de las que han huido unos 3,600 presos.