El hambre llega a niveles sin precedentes en Haití, según la ONU
Casi la mitad de la población se enfrenta a inseguridad alimenticia
En medio de una agravada crisis de seguridad, el hambre ha alcanzado niveles sin precedentes en Haití, revela un nuevo informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas . Casi cinco millones de personas (casi la mitad de la población del país) se enfrentan ahora a una inseguridad alimentaria aguda y luchan por alimentarse, según el análisis de la Clasificación Integrada por Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) publicado hoy.
"Los haitianos están al límite: ahora cualquier persona tiene hambre. El aumento del hambre está alimentando la crisis de seguridad que está destrozando este país. Necesitamos medidas urgentes ahora; esperar a responder a gran escala no es una opción", afirmó Jean-Martin Bauer, director de país del Programa Mundial de Alimentos en Haití.
Haití enfrenta los peores niveles de inseguridad alimentaria jamás registrados en momentos en que el país es golpeado por la violencia, una inflación galopante y malas cosechas.
Los recientes ataques y la violencia por parte de grupos armados han llevado a Haití a una dramática crisis de seguridad que está afectando a la población civil incluso mucho más allá de la capital, Puerto Príncipe, donde los grupos armados controlan gran parte de la ciudad. Más de 360.000 personas han sido desplazadas en todo el país desde principios de 2024, afectadas por la violencia, y ahora luchan por conseguir suficientes alimentos.
Las pérdidas de empleos e ingresos afectaron a dos tercios de las familias en todo el país durante la última ola de violencia en marzo, mientras que la inseguridad está disparando los ya altos precios de los combustibles y los alimentos. Entre agosto de 2023 y febrero de 2024, el costo de una canasta de alimentos aumentó un 22 %, lo que hizo que los alimentos fueran inasequibles para millones de haitianos. Estas personas se ven ahora forzadas a recurrir a estrategias de supervivencia para hacer frente a su situación, como comprar a crédito y endeudarse, y vender animales, semillas y otros bienes sólo para sobrevivir.
Según el informe, 4,97 millones de personas enfrentan crisis o niveles peores de inseguridad alimentaria aguda (fase 3+ de la CIF), incluidos 1,64 millones de personas que enfrentan niveles de "emergencia" (fase 4 de la CIF). Entre las zonas más gravemente afectadas se encuentra el valle de Artibonite, el granero del país, donde grupos armados se han apoderado de las tierras cultivables y han robado las cosechas. También son motivo de preocupación el departamento Oeste, las zonas rurales de Grand´Anse en el sur y varios barrios pobres de la capital, incluidos Croix des Bouquets y Cité Soleil, que sufrieron focos de hambre catastrófica (fase 5 de la CIF) a finales de 2022.
Si bien las operaciones de WFP continúan en Haití, la violencia y los disturbios han limitado la entrega de alimentos y otro tipo de asistencia humanitaria. A través de organizaciones locales, WFP brinda asistencia a las personas que han sido desplazadas recientemente por la violencia en Puerto Príncipe. Durante las dos primeras semanas de marzo, se proporcionaron más de 100.000 comidas calientes a más de 23.000 personas en 16 sitios diferentes. Estas comidas calientes representan un apoyo esencial para las familias obligadas a huir de sus hogares.
WFP continúa proporcionando comidas escolares a los niños de las provincias, gracias a su cadena de suministro descentralizada y a las compras locales de alimentos a agricultores familiares haitianos. En lo que va de marzo, 250.000 niños fueron alimentados en escuelas de Cap Haïtien, Gonaïves, Jeremie y Miragoane.
"WFP brinda apoyo esencial a los haitianos a pesar de las dificultades reales sobre el terreno. Trabajamos con ONG locales y organizaciones agrícolas priorizando las compras locales. Esto significa que podemos acortar nuestra cadena de suministro y somos menos vulnerables a los conflictos y los bloqueos de carreteras, al mismo tiempo que impulsamos la economía local", añadió Bauer.
Las operaciones humanitarias en Haití carecen lamentablemente de fondos suficientes y WFP necesita 95 millones de dólares durante los próximos seis meses. Ahora más que nunca, se necesita el apoyo de los donantes para permitir que WFP mantenga sus programas en funcionamiento y continúe sirviendo a los haitianos más vulnerables atrapados en esta crisis.