CARICOM toma la iniciativa para buscar una solución a crisis en Haití
Los Jefes de Gobierno de CARICOM y el primer ministro de Haití debatieron en Guyana las posibles soluciones que puede haber para el país caribeño, de modo que se pueda arreglar su estancamiento político.
Los gobiernos que componen la Comunidad del Caribe (CARICOM) decidieron tomar el control de la crisis en Haití y delinearon una hoja de ruta para que su socio haitiano celebre elecciones a más tardar agosto del próximo año, en una reunión realizada en Guayana, que concluyó el miércoles con un compromiso del primer ministro Ariel Henry de llamar a comicios y compartir el poder.
Los Jefes de Gobierno del CARICOM, junto con el primer ministro de Haití, Henry, se reunieron esta semana con socios internacionales, como Canadá, Francia, Estados Unidos, Reino Unido y la ONU, para abordar la situación de la región y específicamente el tema haitiano.
Con "profunda preocupación", como hicieron saber en una nota de prensa, los jefes de Gobierno de la Comunidad analizaron el continuo deterioro de la situación política, humanitaria y de seguridad que vive Haití. El país caribeño se encuentra en un estancamiento político y la posibilidad de unas elecciones libres y justas han quedado bloqueadas.
Desde CARICOM han mencionado la "necesidad crítica e inmediata de un camino político claro a seguir, que debe ser participativo e inclusivo".
El papel del primer ministro haitiano ha sido reconocido por los jefes de la Comunidad, sobre todo, por "tomar medidas importantes para hacer avanzar el proceso político", donde también han incluido la organización de unas elecciones generales, con la consecuente restauración del gobierno y de la autoridad constitucional.
Ariel Henry en Kenia para acuerdo para el despliegue de la misión en Haití
CARICOM ha creado un equipo de evaluación de ese proceso electoral en conjunto con las Naciones Unidas, Canadá, Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos. Ejercerán la función de apoyar la planificación y esfuerzos necesarios de las instituciones haitianas.
"Los jefes de CARICOM y los socios clave reconocen la profundidad del sufrimiento del pueblo haitiano", afirmaron en una nota de prensa.
Desde la Comunidad han hecho un llamamiento a todos los interesados a participar en una "reunión urgente" para abordar y resolver el estancamiento político de Haití.
Los miembros de Caricom son Antigua y Barbuda, Barbados, Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago. República Dominicana solicitó en esta reunión su ingreso al grupo caribeño.
Los mandatarios hablan
El primer ministro de Bahamas, Phillip Davis, aseguró que Henry, se comprometió a celebrar elecciones antes del 31 de agosto de 2025, durante su discurso en la conferencia de clausura de la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) de cuatro días celebrada en Georgetown, Guyana.
"Cuando se mira la cantidad de muertes en el mes de enero, se observa que hubo más muertes en Haití que en la guerra de Ucrania y Rusia. Así que eso nos habla de la profundidad del sufrimiento que se está produciendo entre la población de Haití", lamentó Davis.
Por ello, el primer ministro bahameño afirmó que un equipo de evaluación dirigido por Caricom y Naciones Unidas con el apoyo de Canadá, Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunirá antes del 31 de marzo de 2024 para apoyar la planificación y los esfuerzos de las instituciones pertinentes que se establecerán en Haití.
Por su parte, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, recalcó que Caricom insta "a que cada parte interesada reconozca que no obtendrá todo lo que desea, pero Haití debe obtener lo que necesita".
En este sentido, Ali tildó de "tarea difícil" abordar la crisis que asola a Haití y explicó que Caricom ha estado debatiendo más de 15 horas la situación para allanar el camino para unas elecciones en el país francófono.
"Un tiempo que mereció la pena por lo importante que es Haití para la región y lo fundamental que es que encontremos una solución para el progreso integral del pueblo haitiano", aseveró el mandatario guyanés.
Asimismo, Ali reconoció la labor de Henry y dijo que tras "una discusión muy difícil" fue clave "su papel en la asunción de compromisos y la comprensión".
Los líderes regionales acordaron que celebrarán otra reunión sobre Haití, posiblemente en Jamaica, en las próximas dos semanas.
"La región tiene que proporcionar el liderazgo en este asunto", sentenció Ali.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, urgió este miércoles a los países de Caricom a apoyar la fuerza de paz multinacional que será enviada a Haití.
Caricom ha estado mediando entre los distintos actores políticos de Haití para ayudar a que se celebren elecciones libres en el país.
El principal escollo actual para el despliegue de esta misión, aprobada por el Consejo de Seguridad en octubre pasado, se encuentra ahora en Kenia, que ofreció liderar esa fuerza policial y aportar 1,000 agentes.
El pasado 26 de enero, un tribunal keniano paralizó la participación del país en la misión en Haití por considerarla inconstitucional, aunque el presidente William Ruto dijo después que pensaba seguir adelante con sus planes.
Henry en Kenia
Henry llegó este jueves a Nairobi, donde se espera que ultime con las autoridades de Kenia los detalles del despliegue de la misión multinacional autorizada por las Naciones Unidas y que el país africano se ofreció a liderar.
Henry se desplazó también a Nairobi con motivo del segmento de alto nivel de la VI Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6), que tiene lugar este jueves y el próximo viernes.
El viaje del mandatario se produce un mes después de que el Tribunal Superior de Nairobi prohibiera el despliegue en Haití del contingente previsto de mil policías kenianos para encabezar la misión, al establecer que el Consejo de Seguridad Nacional de Kenia no tiene potestad para mandar a los agentes al extranjero.
Entonces, el juez Chacha Mwita afirmó que ese órgano -formado por el presidente, el vicepresidente, el jefe del Ejército, el director general de los Servicios de Inteligencia y el inspector general de la Policía, entre otros- sólo podría enviar a los agentes si existiese un "acuerdo recíproco" con el Gobierno anfitrión.
Tras esa decisión judicial, una delegación haitiana mantuvo a mediados de este mes en Washington reuniones con autoridades de Estados Unidos y de Kenia para planear la llegada de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) a la isla caribeña.
Uno de los aspectos que se abordaron en esos encuentros fue precisamente el memorando de entendimiento entre Kenia y Haití, para garantizar que se adapte a las legislaciones de ambos países.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en octubre de 2023 el envío de una misión de apoyo a la Policía Nacional de Haití, en respuesta a la solicitud manifestada un año antes por el primer ministro haitiano para erradicar a las bandas armadas.
Actualmente, estos grupos controlan el 80 % de la capital haitiana, Puerto Príncipe, e incluso las entradas y salidas de la ciudad, según un estudio de Iniciativa Global contra el Crimen Transnacional.
El despliegue de la misión se ha visto obstaculizado por los tribunales de Kenia, país que se ofreció a liderar una misión en la que aportarán también personal Jamaica, Bahamas, Antigua y Barbuda, y Benín.
Mientras, la financiación está llegando con cuentagotas y procede sobre todo de Estados Unidos, Canadá y Francia, si bien la ONU ha establecido un fondo fiduciario para que la misión pueda recibir contribuciones adicionales de los países que lo deseen.
Según la ONU, en 2023 fueron asesinadas en Haití 4,789 personas, 1,698 resultaron heridas y 2,490 secuestradas, siendo la tasa de homicidios en el país de 40,9 por 100,000, el doble del año anterior y una de las más altas del mundo.
Violar para aterrorizar
La impunidad ante la violencia sexual contra mujeres y niñas en Haití fue motivo de denuncia este jueves ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde se expusieron las carencias del sistema a diversos niveles, en un contexto de inseguridad y falta de operatividad de la Justicia.
Representantes de la sociedad civil pertenecientes al Comité para la Paz y el Desarrollo, organización de defensa de los derechos humanos, señalaron el vacío institucional para afrontar la violencia contra las mujeres, especialmente de carácter sexual.
La violencia sexual en Haití da "asco y miedo", las pandillas usan la violación para imponerse y difundir el terror, hay ataques constantes de los grupos armados y las mujeres sufren violaciones continuas en sus casas o en plena calle. Incluso se filman las agresiones "para quienes las quieran disfrutar", expusieron.
Como ejemplo, se mencionó la violación, en octubre de 2023, de 17 mujeres que vendían en la calle, a quienes después "se les obligó a caminar por las calles desnudas. Esta es una violación a la sociedad misma".
Para tener una panorámica de la criminalidad sexual en Haití, la organización elaboró un estudio que pone de manifiesto categorías de violencia de todo tipo, como hostigamiento, chantaje, explotación, incesto y violación de menores.
Las víctimas pertenecen a todas las categorías sociales y edades, incluidas menores, con predominio de personas de escaso nivel económico y gente con bajo nivel de educación que vive en los barrios más pobres y que representan el 86 % de los casos estudiados.
En la exposición se puso de manifiesto la imposibilidad de acceder a las pruebas médicas exigidas para confirmar la agresión, certificado que debe presentarse en los tres días siguientes. En las zonas rurales es donde menos opciones hay de conseguirlo ("las pueden violar por delante y por atrás y no hay quien se preocupe o lo señale").
También denunciaron la ausencia de apoyo jurídico a las víctimas. Entre 2022 y 2023 hubo 1,535 quejas por agresión sexual, de las que el 31.9 % (490 personas) no obtuvo atención de la justicia y a las que sí fueron atendidas no se les dio seguimiento en el 80 %. Además, son muchos los casos que no se denuncian por miedo a represalias.
Ante la "falta de funcionamiento del sistema judicial", se apeló a la CIDH a que "adopte resoluciones que recomienden a las autoridades haitianas que termine con la impunidad en materia de crímenes sexuales, que se tomen medidas concretas para proteger a las mujeres y reparar a las víctimas de manera eficaz", entre otras cuestiones.
Parálisis de la Justicia
Los representantes del Estado respondieron mostrando su rechazo ante la impunidad debido a la inacción de "distintos actores judiciales que deberían haber intervenido" y por "las respuestas de la Policía que no fueron lo que deberían haber sido".
Reconocieron que la violencia basada en género ha aumentado exponencialmente en los últimos años, pero "jamás se ha dejado de reconocer la necesidad de apoyar a las víctimas de la manera en que sea posible", médica y jurídicamente.
"Todo tipo de violencia basada en género es inaceptable, y nos queda claro que 72 horas después de la agresión debería haber un documento médico o de otra índole" sobre la agresión, "las mujeres tienen derecho a ese apoyo legal, según la normativa".
Conforme a los datos aportados, 4,000 mujeres y más de 3,000 niñas recibieron apoyo de la sanidad pública y del sistema jurídico en 2023, pero "entendemos que nos hace falta reforzar a la Policía frente a la violencia de género".
Sobre la inacción de la Justicia, explicaron que ha habido huelgas de distintos actores judiciales, también adujeron "problemas de logística y seguridad que impiden el normal funcionamiento" de los tribunales y admitieron que "el aparato judicial en su totalidad debe ser agilizado".
Señalaron en este sentido que mientras tanto trabajan en la capacitación "sobre lo que supone la violación de mujeres y niñas, para que tengan una idea más cabal".
"Hace falta formar a más personas e identificar nuevas infracciones en materia sexual" y fortalecer la capacidad de la Policía Nacional para mejorar la protección de menores y mujeres, sostuvieron.
Haití atraviesa una crisis de seguridad sin precedentes desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, y su capital, Puerto Príncipe, está tomada por bandas armadas.
Según datos de la ONU, en 2023 fueron asesinadas en Haití 4,789 personas, 1,698 resultaron heridas y 2,490 secuestradas, siendo la tasa de homicidios en el país de 40.9 por 100,000, el doble del año anterior y una de las más altas del mundo.