Al menos tres personas permanecen detenidas por la ley anti-LGBTIQ en Uganda
El texto legal incluye largas penas de cárcel y castiga con la pena de muerte la "homosexualidad agravada"
Al menos tres personas permanecen detenidas en Uganda después de ser acusadas bajo la nueva y polémica ley anti-LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales y queer), en vigor desde el pasado mes de mayo, confirmó hoy la Policía.
La última acusada, una joven de 26 años y propietaria de un salón de masajes, fue acusada de homosexualidad y de permitir que sus instalaciones se utilicen para cometer "actos de homosexualidad", según informó la portavoz de la Policía de la región de Ssezibwa (centro), Hellen Butoto.
De acuerdo con la última ley anti-LGBTIQ de Uganda, "promover la homosexualidad" supone un máximo de veinte años de cárcel, y "permitir el uso de instalaciones para la homosexualidad" supone una condena no superior a siete años.
La joven también ha sido acusada de trata de personas, delito que conlleva quince años de prisión.
A mediados de este mes, las autoridades de Uganda también acusaron a otros dos jóvenes de 26 y 21 de homosexualidad y les pusiesen en prisión preventiva.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, aprobó a finales de mayo una dura ley contra la homosexualidad que aumenta la represión contra las personas del colectivo LGBTIQ.
El texto legal incluye largas penas de cárcel y castiga con la pena de muerte la "homosexualidad agravada", término amplio usado para referirse al hecho de mantener relaciones íntimas con un menor de edad u otros grupos vulnerables.
La norma ha sido duramente criticada por las Naciones Unidas, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, así como por organizaciones de derechos humanos, y el Banco Mundial anunció que no destinará nuevos fondos al país africano.