Turquía inicia conteo de votos de segunda vuelta, ¿continuará Erdogan, que lleva 20 años gobernando?
Si gana, Erdogan, de 69 años, podría permanecer en el poder hasta 2028
Turquía inició la noche del domingo el conteo de votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que decidirán si el si el mandatario del país, que lleva 20 años en el poder, inicia una tercera década de su gobierno cada vez más autoritario o es desbancado por un aspirante que ha prometido restaurar una sociedad más democrática.
Turquía no tiene encuestas de salida, pero los resultados preliminares se esperan unas horas después del cierre de casillas, el cual fue a las 17:00.
La decisión final podría tener implicaciones que van más allá de Ankara. Turquía se encuentra en una encrucijada en Europa y Asia, y tiene un papel fundamental en la OTAN.
El gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan vetó el intento de Suecia por sumarse a la alianza y adquirió sistemas de misiles de defensa rusos, lo cual resultó en el hecho de que Estados Unidos sacara a Turquía de un proyecto de aviones de combate que encabeza. Pero también ayudó a negociar un acuerdo crucial que permitió los envíos de cereales ucranianos para evitar una crisis alimenticia global.
Erdogan, que lleva 20 años al frente de Turquía, era favorito para ganar un nuevo mandato de cinco años en la segunda vuelta de las elecciones, tras quedarse a nada de conseguir la victoria absoluta en la primera vuelta, celebrada el 14 de mayo.
El divisivo y populista mandatario terminó cuatro puntos porcentuales por delante de Kemal Kilicdaroglu, candidato de una alianza de seis partidos y líder del principal partido de la oposición de centro-izquierda de Turquía. Los resultados de Erdogan se produjeron a pesar de la abrumadora inflación y los efectos del devastador terremoto que azotó la nación hace tres meses. Fue la primera vez que no ganó una elección en la que participó como candidato.
Los dos candidatos ofrecen visiones drásticamente diferentes del futuro del país y su pasado reciente.
"Estas elecciones se celebraron en circunstancias muy difíciles, hubo toda clase de calumnias y difamaciones", dijo a la prensa Kilcdaroglu, de 74 años, después de votar. "Pero confío en el sentido común de la gente. La democracia llegará, la libertad llegará, la gente podrá pasear por la calle y criticar libremente a los políticos".
En declaraciones a la prensa tras votar en una escuela de Estambul, Erdogan señaló que era la primera vez en la historia de Turquía que hacía falta una segunda vuelta en las elecciones presidenciales. También elogió la alta participación en la primera ronda y dijo que esperaba una alta afluencia también el domingo.
"Rezo porque (las elecciones) sean beneficiosas para nuestro país y nación", dijo.
Los detractores culpan a la política económica heterodoxa de Erdogan de provocar una inflación disparada que ha aumentado la crisis de coste de la vida. Muchos también han acusado a su gobierno de reaccionar con lentitud al sismo que mató a más de 50,000 personas en Turquía.
En la provincia de Diyarbakir, de mayoría kurda y una de las 11 regiones afectadas por el terremoto del 6 de febrero, Mustafa Yesil, de 60 años, dijo que había votado por el "cambio".
"No estoy contento en absoluto con la forma en la que marcha este país. Déjeme ser claro, si este gobierno continúa no veo cosas buenas para el futuro", dijo. "Veo que terminará mal, este gobierno tiene que cambiar".
Pero Mehmet Yurttas, partidario de Erdogan, se mostró en desacuerdo.
"Creo que nuestra patria está en su cúspide, en una situación muy buena", dijo el tendero de 57 años. "La trayectoria de nuestro país es muy buena y seguiremos estando bien".
Erdogan ha conservado el apoyo de los votantes conservadores, que le siguen siendo fieles porque aumentó la importancia del islam en Turquía, un país fundado sobre principios seculares, y porque el país ha ganado influencia en la política internacional.
Si gana, Erdogan, de 69 años, podría permanecer en el poder hasta 2028. El mandatario ya es el gobernante que más tiempo ha servido en el país. Ejerce una presidencia con amplios poderes en gran parte de su propia creación, tras tres periodos como primer ministro. Es un musulmán devoto y encabeza el conservador y religioso Partido de la Justicia y el Desarrollo, o AKP.