Caricaturistas del mundo hacen un balance del género y la libertad de expresión
El impacto del atentado de Charlie Hebdo en el mundo del humor y la sátira
Mientras en Francia las autoridades francesas y la revista Charlie Hebdo recuerdan los atentados yihadistas que causaron una docena de muertos hace diez años, el mundo de los caricaturistas y de la sátira política hace un balance de la evolución de ese género y de la liberta de expresión.
El 7 de enero de 2015 Francia fue golpeada por el asesinato de ocho personas de la redacción Charlie Hebdo situada en Paris; tras un atentado de los hermanos Kouachi en nombre de la organización Estado Islámico.
Una ola de apoyo a los caricaturistas se levantó. El caricaturista cubano residente en Chile, Alen Lauzan recuerda que en ese momento él y sus colegas llegaron a la conclusión "del nivel de violencia con que la gente puede actuar contra el humor grave".
Edición especial
Charlie Hebdo, símbolo de la lucha por la libertad de expresión público un número especial para los 10 años con el título "¡inquebrantable!".
Sin embargo, para el caricaturista ecuatoriano Bonil, el balance de estos últimos años para el género y la libertad de expresión no es tan alentador.
"En ese momento, todas las sociedades occidentales blindaron y cerraron filas en torno a este valor de la democracia, que es la libertad de expresión, pero parecería que luego de 10 años esta libertad de expresión está más en riesgo y no por la censura de organismos gubernamentales oficiales, sino por la sociedad misma, la irreverencia. La sátira mordaz quizás se ha trasladado a las redes sociales, aunque no necesariamente en forma de caricaturas", agregó.
Por su parte, el dibujante cubano Alen Lauzan recuerda que trabajó en un medio que prefería llenar una página de memes y no de caricaturas.
"No estoy en contra de los memes, ojo, -lo que pasa es que- salía gratis en comparación a tener un caricaturista que hacía una cosa exclusiva. Cada vez más desaparece el humor. En mi caso, yo me he visto afectado también, por eso necesitamos ir un poco en contra de cualquier tipo de poder o de fanatismo", indicó.
Desde que la revista de tono ácrata publicó caricaturas del profeta Mahoma en 2006, Charlie Hebdo vivió bajo la amenaza islamista, hasta que sucedió el atentado en el que murieron su emblemático director, el dibujante Charb, así como dos leyendas de la caricatura en Francia, Cabu y Wolinski.
Para Bonil, del diario El Universo en Ecuador, poco importa el tema. Más allá de la religión, es el género que está en peligro.
"Bueno yo en lo personal que ya llevo más de casi 35 años en este oficio, un tema que yo no dibujaría o que tendría mucho cuidado es satirizar a narcotraficantes con nombre y apellido, cosa que sí puedo hacer con respecto a los actores políticos" confesó.
Charly Hebdo sigue publicando decenas de miles de ejemplares semanalmente. Su sede es secreta, y sus dibujantes y periodistas viven bajo extraordinarias medidas de seguridad.