La izquierda francesa se moviliza al considerar que le ´robaron´ las elecciones
Las manifestaciones es también una respuesta al nombramiento del conservador Michel Barnier como primer ministro
La coalición de partidos de izquierda, que llegó primera en las elecciones legislativas aunque lejos de alcanzar una mayoría, denuncia el nombramiento del conservador Michel Barnier como primer ministro y llama a manifestarse este sábado en las calles.
Del festejo y la exigencia de nombrar un representante de la izquierda como nuevo primer ministro, a denunciar que "la elección le ha sido robada a los franceses", en palabras de Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa. Misma desazón del Primer Secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, que fustigó en X una "negación democrática llevada a su clímax: un Primer Ministro del partido que quedó 4º y ni siquiera participó en el frente republicano". "Estamos entrando en una crisis de régimen", afirmó.
El trago es amargo para la izquierda francesa, aglutinada en el Nuevo Frente Popular (NFP), que no pudo superar la realidad aritmética salida de las urnas. El NFP obtuvo 193 diputados en la Asamblea (cámara baja), seguido de la alianza de Macron (166) y del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados (142), lejos de la mayoría absoluta de 289 escaños.
La hipótesis de un socialista como el ex primer ministro Bernard Cazeneuve naufragó por falta de apoyos y Macron terminó decantándose por un conservador aceptado por el partido de Marine Le Pen.
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"El Gobierno está ahora en manos de grupos parlamentarios de extrema derecha, una vergonzosa primicia bajo la V República", deploró la *presidenta de la región de Occitania, Carole Delga.
La izquierda busca ahora llevar su descontento a las calles. En un video publicado en las redes sociales, Mélenchon llamó a "la movilización más fuerte posible" el sábado, para las marchas contra la decisión del presidente previstas desde finales de agosto.
El NFP anunció además que censuraría al Gobierno Barnier, que "no tiene ni legitimidad política ni legitimidad republicana". Pero para que esta censura prospera, necesita los votos del partido de Marine Le Pen, quien ahora tiene las llaves de la subsistencia o fin del nuevo gobierno francés.
Le Pen descartó por ahora una moción de censura, a la espera de escuchar su discurso de política general, y le reiteró sus prioridades: el poder adquisitivo, luchar contra la "inmigración fuera de control" y la inseguridad, y modificar el sistema electoral.
Cabe recordar que, a diferencia de los países vecinos de Francia, el presidente francés comparte el poder ejecutivo con el primer ministro, que puede ser de otro color político, y tiene la competencia de nombrarlo, sin pedir la aprobación del Parlamento.