Al menos 26 personas, son asesinadas en Papúa Nueva Guinea por disputa territorial
Entre los muertos se encuentran 16 niños
ONU "horrorizada" por explosión de violencia y pide rendición de cuentas"
Al menos 26 personas, 16 de ellas niños, han sido asesinadas en varios pueblos situados a ambas orillas del río Sepik a su paso por la provincia de Sepik del Este, en el norte de Papúa Nueva Guinea, en lo que las autoridades investigan como una posible disputa territorial.
Las matanzas comenzaron el pasado 17 de julio en el pueblo de Tamara, mientras que los días siguientes se produjeron acciones similares en Tambari y Agrumara, donde los atacantes violaron a sus víctimas antes de matarlas y donde quemaron y saquearon las propiedades de los habitantes, según el diario el diario papú 'The National'.
La Policía ya ha identificado a 33 sospechosos, si bien aún no ha informado sobre detenciones en un momento en el que las autoridades están centradas en proveer asistencia y apoyo a los supervivientes.
Según el diario 'Post Courier PNG', la mayoría de cuerpos han sido decapitados o lanzados al mencionado río, habitado por cocodrilos, y que algunos de estos pueblos están llenos de cadáveres que aún no han podido ser retirados.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, se ha mostrado "horrorizado" por el "impactante brote de violencia mortal" como resultado de "una disputa sobre la propiedad y derechos de uso de terreno y de agua".
Turk también ha informado de que la cifra de muertos podría aumentar a 50 en un momento en el que las autoridades continúan buscando a desaparecidos, y ha lamentado que más de 200 viviendas han sido incendiadas.
"Insto a las autoridades a que lleven a cabo investigaciones rápidas, imparciales y transparentes y a que garanticen que los responsables rinden cuentas. También es vital que las víctimas y sus familias reciban reparación, incluida vivienda adecuada, protección efectiva contra nuevos ataques y el apoyo psicosocial necesario", ha añadido.
Por último, Turk ha pedido al Gobierno que trabaje con las comunidades afectadas para "abordar las profundas causas" de estas disputas para "evitar" que se repitan nuevas masacres de este tipo.