Cumbre de la OTAN: prometen a Ucrania nuevos compromisos militares y financieros
Zelensky pide más apoyo y flexibilización de restricciones de ataque en territorio ruso
La cumbre por el 75º aniversario de la OTAN concluyó en Washington con compromisos adicionales en favor de Ucrania, el despliegue de nuevas armas estadounidenses en Alemania, así como interrogaciones e inquietudes sobre las relaciones chino-rusas. Los monumentales lapsus de Biden durante la reunión alimentaron dudas sobre las capacidades del mandatario.
Durante casi tres días, los líderes de los 32 países de la Alianza Atlántica multiplicaron las garantías de apoyo a Ucrania en su guerra contra Rusia. Una cumbre para conmemorar el 75º aniversario de la organización político-militar que el presidente estadounidense Joe Biden calificó de "gran éxito" durante una conferencia de prensa de clausura el jueves 11 de julio.
La guerra en Ucrania, aliado de la OTAN, fue claramente el tema central de las discusiones. El jueves por la noche, el presidente francés Emmanuel Macron indicó que esta reunión en Washington permitió tomar "decisiones importantes" a favor de Ucrania.
En detalle, los Aliados anunciaron el inminente traslado al país dirigido por Volodymyr Zelensky de F-16 de fabricación estadounidense, nuevos sistemas de defensa antiaérea y un compromiso financiero de al menos 40 mil millones de euros en ayuda militar.
El presidente ucraniano, quien fue invitado de honor de esta cumbre, expresó su esperanza de que los cinco sistemas de defensa antiaérea prometidos por la OTAN lleguen a Ucrania "lo más rápido posible". También evocó los ataques rusos mortales a principios de semana, que devastaron un hospital infantil en Kiev y causaron al menos 43 muertos en todo el país.
A pesar de todo, el presidente ucraniano no obtuvo completamente lo que hubiera deseado: por ejemplo, no recibió una invitación formal para unirse a la OTAN como lo había solicitado hace un año en Vilna, aunque consiguió una declaración sobre el carácter "irreversible" de esta trayectoria de adhesión por parte de la Alianza.
Zelensky también pidió a los países de la OTAN que levanten las restricciones sobre el uso de sus armas en territorio ruso. Restricciones que le impiden atacar posiciones rusas, pero que algunos países, como Alemania, han implementado porque temen una escalada del conflicto con Rusia.
Por su parte, Estados Unidos ha flexibilizado sus restricciones, pero sin dar carta blanca a las fuerzas ucranianas. "Evaluamos diariamente" hasta dónde pueden atacar los ucranianos en territorio ruso, aseguró Joe Biden ante la prensa.
Paralelamente, la Casa Blanca anunció el envío de armas nuevas y más eficientes a sus aliados europeos. Estados Unidos desplegará de manera puntual, a partir de 2026, nuevos armamentos en Alemania para permitir ataques más lejanos que los sistemas estadounidenses actualmente posicionados en Europa.
En el mismo sentido, Francia, Alemania, Italia y Polonia también firmaron el jueves una carta de intención sobre el desarrollo y producción de capacidades en el ámbito de los ataques de largo alcance.
Otro gran tema de discusión fue China y la región Indo-Pacífica. Los líderes de la OTAN expresaron su preocupación por la ayuda que China brinda a Rusia en su guerra contra Ucrania. Abordaron este tema en una reunión el jueves con sus socios de Asia-Pacífico.
En una declaración inusual, los Aliados expresaron sus "profundas preocupaciones", denunciando el "papel decisivo" de China al lado de Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022. La OTAN acusa a China de proporcionar equipos de doble uso, civil y militar, a Rusia, como microprocesadores que luego le permiten fabricar armas contra Kiev.
China se indignó ante estas acusaciones. En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino denunció una campaña de "prejuicios, difamación y provocación" por parte de los países de la Alianza Atlántica.
Sin embargo, estos anuncios ambiciosos y el "gran éxito" de la cumbre presentados por Joe Biden fueron ensombrecidos por varios errores del presidente estadounidense durante esta última conferencia de prensa, que resonaron fuertemente en la prensa mundial.
Durante su discurso, Joe Biden, de 81 años, preocupó al cometer, por ejemplo, un lapsus monumental: confundió, antes de corregirse, los nombres de dos líderes actualmente en guerra entre sí, Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky.
En términos más generales, la capacidad física y la frescura mental del presidente estadounidense, candidato a su reelección en noviembre, no dejaron de rondar por los pasillos del gigantesco Centro de Convenciones donde se celebró esta cumbre de la OTAN.
No obstante, numerosos líderes de la OTAN, desde el presidente francés Emmanuel Macron hasta el canciller alemán Olaf Scholz, expresaron su apoyo a su aliado estadounidense, pero estas muestras no parecen haber sido suficientes para disipar las dudas sobre la capacidad de Joe Biden para llevar a su partido demócrata a la victoria en noviembre.
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