Francia legislativas 2024: voto ultraderechista contra élites parisinas
Impacto del descontento en las elecciones
En la 2a vuelta de las legislativas anticipadas en Francia el 7 de julio, los electores podrían llevar al poder a la extrema derecha. Explicaciones sobre el auge de este partido con la profesora Hélène Combes y la escritora Laurence Debray. También entrevistamos a Armando Cote, psicólogo del Centro Primo Levi, colectivo de ayuda a exilados.
"No, no creo que se puedan ver las cosas así", responde Hélène Combes cuando le preguntamos si los doce millones de electores que votaron por el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) en la primera vuelta de las legislativas anticipadas pueden ser considerados "racistas".
Esta profesora de Sciences Po - París, experta en movimientos sociales, precisa que hay efectivamente un "voto duro de la ultraderecha francesa que es bastante racista, extremista, homófobo, etc., y que tiene bastiones específicos en el norte de Francia y en ciertas zonas de la Costa Azul". Pero para ella el voto del elector promedio del RN es, sobre todo, una protesta "contra las élites parisinas".
El voto por la extrema derecha se ha alimentado, según ella, "de los cambios en la sociedad francesa en los últimos 30 años, en particular la desindustrialización masiva y la progresiva desaparición de los servicios públicos. Desaparecieron los trenes, cerraron hospitales, tribunales locales, colegios. Los que votaron masivamente por la extrema derecha son esos franceses que viven en zonas rurales donde ya no hay tren y la movilidad es difícil, donde el empleo es escaso. Por ejemplo, una mujer que va a dar a luz tiene que recorrer varias horas en auto, arriesgando la vida de su bebé, buscando una maternidad; Es una Francia rural que ya no tiene nada que ver con la de los 80", concluye.
La escritora Laurence Debray, biógrafa del Rey Juan Carlos de España y autora de un libro sobre sus padres ex guerrilleros castristas (el francés Régis Debray y la venezolana Elisabeth Burgos), señala también este aspecto de un país dividido para explicar la situación actual.
"Hoy en día vivimos como en dos mundos. Está París y una élite financiera, social, cultural, etc. Y luego está el resto del país que sufre mucho y que se siente marginado. Francia ya no escucha a sus líderes políticos. Los franceses están amargados, saben que sus hijos van a vivir peor que ellos, los salarios no les alcanzan. Macron no supo darles respuesta. No supo tener empatía hacia ellos. Ellos no se sienten considerados ni escuchados", dice.
Laurence Debray se niega a ser pesimista, pero reconoce lo delicado de la situación para Francia, que por muchos años pensó que era la excepción al populismo. "La Historia está en marcha. Hay que reconocer que la extrema derecha y la extrema izquierda están arrasando hoy en Francia. La ola populista no se puede negar. Aunque Francia es la hija de la Revolución Francesa, vive como muchos otros países. El populismo también lo vimos en Venezuela con Chávez, que fue uno de los primeros de ese tipo de líderes. Los franceses creímos que podríamos ser la excepción, una nación aparte, una nación políticamente muy madura. Pero al final llegamos, como todos, al mismo lugar".
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