Segunda vuelta: cómo se define ahora el futuro de Francia en las urnas
Macron y la oposición buscan frenar a Le Pen en la segunda vuelta
El histórico resultado de Agrupación Nacional de Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones legislativas obliga a las demás formaciones a adoptar una estrategia común si quieren evitar la llegada del partido ultraderechista al poder. Sin embargo, subsisten divergencias
Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) de Marine Le Pen y sus aliados obtuvieron alrededor del 33% de votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas el domingo.
La formación heredera del Frente Nacional está en condiciones de obtener el próximo domingo la mayoría absoluta (más de la mitad de los 577 diputados) en la Asamblea Nacional y gobernar, con Jordan Bardella como primer ministro y Emmanuel Macron como presidente, pero con sus prerrogativas recortadas.
Otra hipótesis ganadora par RN es obtener una mayoría simple pero lo suficientemente holgada para tejer alianzas que le permitan captar los votos necesarios para llegar a la cifra necesaria y gobernar.
Sin embargo, para el resto de las formaciones políticas hay que impedir la llegada de RN al poder a cualquier costo, o casi. "La extrema derecha está a las puertas del poder", "ningún voto debe ir a RN", advirtió el domingo por la noche el primer ministro, Gabriel Attal. La advertencia obedece a la necesidad de que en la segunda vuelta del 7 de julio las formaciones que van de la extrema izquierda a la derecha conservadora formen un "cordón sanitario" o "frente republicano" en las urnas.
Esta estrategia consiste favorecer que el partido que esté mejor posicionado para vencer al RN obtenga el apoyo explícito de las demás formaciones y que retire a su candidato para maximizar las posibilidades del adversario de partido de Le Pen en caso de "triangulares". Las triangulares se producen cuando aparte de los dos partidos más votados para pasar a segunda vuelta deben competir con un tercero (a veces más) que ha logrado obtener al menos el 12.5% del padrón electoral de la circunscripción.
La política del "cordón sanitario" ha funcionado durante décadas contra el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, conocido por sus exabruptos racistas y antisemitas. Sin embargo, de la mano de Marine Le Pen Agrupación Nacional ha suavizado su imagen, dándole a su formación el mejor resultado electoral hasta la fecha.
Pero la otra novedad que pone en entredicho la estrategia de "bloque republicano" contra RN es que la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular está integrado por La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), partido que Macron calificó de "antisemita" y "antiparlamentario".
Por este motivo, no queda claro algunos desde el centro liberal o los conservadores ponen en entredicho que LFI pertenezca efectivamente a "campo republicano" y haya que votar por ellos en un duelo con RN.
Macron, cuyo bloque de centroderecha terminó tercero con alrededor de 22% de votos, llamó a una alianza "amplia" contra la extrema derecha durante la segunda vuelta, pero sin aclarar si apoyarán a candidatos de izquierda radical.
Algunos fueron más explícitos. En bando presidencial, el centrista François Bayrou, presidente del partido MoDem, defendió la retirada de candidatos mirando circunscripción por circunscripción y el ex Primer Ministro Edouard Philippe, presidente de Horizontes, reclamó un bloqueo al RN, pero también a LFI, postura defendida también el lunes por el ministro de Economía, Bruno Le Maire.
"Lo que acaba de hacer Bruno Le Maire es el comportamiento de un cobarde y un privilegiado. Privilegiado. Está fuera de lugar, es lunático y no está a la altura de la historia", denunció la dirigente de Los Verdes Marine Tondelier, refiriéndose a la postura del ministro de Economía.
Ante estas objeciones a un voto para LFI en caso de duelo con el RN, el líder socialista, Olivier Faure, criticó el domingo el mensaje "confuso" de los responsables oficialistas, a quienes urgió a realizar un "llamamiento claro" para "evitar lo peor".
En cuanto al RN, sigue buscando obtener superar la mitad de los escaños en la Asamblea Nacional.
"Necesitamos una mayoría absoluta" para poder gobernar, dijo Le Pen el domingo en su feudo de Hénin-Beaumont, en el norte. Su programa aboga por recrudecer el control de la inmigración, más "autoridad" en la escuela y reducir la factura energética de los hogares, entre otras medidas.
Si no logran la mayoría absoluta, Francia podría vivir un período de bloqueo institucional con tres bloques en el Parlamento --izquierda, centroderecha y extrema derecha-- y sin posibilidad de convocar nuevos comicios hasta dentro de un año.
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