Ucrania tacha de hipócrita la "apertura al diálogo" de Putin, que prosigue sus ataques
Representantes del Gobierno ucraniano, militares y centros de análisis no ven voluntad real de negociar en Rusia
Ucrania rechaza como hipócrita la supuesta apertura del presidente ruso, Vladímir Putin, a un diálogo para poner fin a la guerra, al considerar que el Kremlin pretende forzar a las autoridades a la mesa de negociación con sus ataques contra Járkov y sólo utilizaría cualquier pausa en las hostilidades para recuperar sus fuerzas para otra ofensiva.
Representantes del Gobierno ucraniano, militares y centros de análisis no ven voluntad real de negociar en Rusia, cuyo presidente escribió antes de reunirse el jueves en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping sobre su "apertura al diálogo y a las negociaciones".
"Los objetivos que Putin fijó antes del inicio de la llamada operación militar especial siguen siendo los mismos", Oleksí Melnik, codirector de los programas de política exterior y seguridad internacional del centro de estudios Razumkov en Kiev.
Según el experto, Rusia sigue buscando "la destrucción de Ucrania como Estado democrático proeuropeo independiente" y su conversión en un país satélite de Rusia.
"Sería ingenuo suponer que, por alguna razón, Putin se ha vuelto de repente dispuesto a negociar y a tener en cuenta los intereses de Ucrania", subrayó Menlik.
Un truco de Rusia
Las afirmaciones "engañosas" del jefe del Kremlin pretenden seguir el juego a la postura oficial china de incluir a Rusia en cualquier negociación de paz y generar divisiones entre los participantes de la Cumbre de Paz de junio en Suiza, a la que Rusia no ha sido invitada, opina Melnik.
Las palabras de Putin son "hipócritas", opina también Mijailo Podoliak, asesor del jefe de la Oficina Presidencial de Volodímir Zelenski.
A la vez que Rusia "plantea ultimátum", sigue incendiando ciudades en el Donbás (este) e intenta abrirse paso en la región (nororiental) de Járkov, "intensificando sus crímenes contra la población civil", escribe en su canal de Telegram.
Rusia utilizaría cualquier tregua únicamente para recuperarse y desplegar de nuevo sus fuerzas, argumenta Podoliak.
Tal tregua, que duraría uno o dos años, es necesaria para el Ejército ruso, cuyos recursos están en gran medida agotados, opina Oleksandr Kovalenko, observador militar del Grupo de Resistencia Informativa.
"Está malgastando recursos, batallones y regimientos enteros, equipos y municiones en Járkov con un único objetivo: convencer a todo el mundo de que puede seguir luchando durante un tiempo indefinido y de que sólo las negociaciones en los propios términos de Rusia pueden detenerlo", escribe en Telegram.
Las condiciones y los intereses de Rusia se reflejan plenamente en el plan de paz de China, que prevé el inicio de negociaciones sin la retirada de las fuerzas rusas de Ucrania, señala Kovalenko.
Sin cambios en la postura de Ucrania
La postura oficial de Ucrania permanece inalterada, reflejada en la Fórmula de Paz de Zelenski, en la que se hace hincapié en la liberación de todos los territorios ocupados por Rusia, explica Melnik.
Según esta fórmula, Ucrania sólo estará abierta a negociar cuando estos territorios hayan dejado de estar ocupados o cuando Rusia acepte discutir la retirada de sus tropas.
Que esto sea realista es "un gran interrogante" señala Melnik. Sin embargo, Ucrania intentará reforzar su posición en la Cumbre de la Paz en Suiza asegurándose la posición consolidada sobre el deseado fin de la guerra de "medio mundo", añade.
A pesar de los intensos ataques rusos, la postura de Ucrania sobre unas eventuales negociaciones debe permanecer inalterada, opina Maksim Zhorin, subcomandante de la 3ª Brigada de Asalto del Ejército ucraniano.
"El Estado terrorista debe retirar sus tropas de todo nuestro territorio", escribe en Telegram, donde reconoce que, para que Ucrania pueda imponer sus condiciones, tiene que hacerse mucho más fuerte.
Varias medidas inmediatas ayudarían a Ucrania, además de la rápida entrega de las armas y municiones prometidas por sus aliados, señalan los analistas militares.
De dos a tres baterías adicionales de defensa antiaérea Patriot disminuirían la amenaza de cientos de bombas guiadas lanzadas por Rusia cada semana, indicó en la red social X Mikola Bielievskov, del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos.
Permitir el uso de armas occidentales contra objetivos en territorio ruso también reduciría el riesgo de otra ofensiva rusa a través de la frontera, subraya a su vez Melnik.
Esta "restricción política" es "un regalo" de Washington para Rusia, que ya cuenta con muchas ventajas, lo que le permite concentrar fuerzas y municiones muy cerca de la frontera sin temor a ser atacada, como hizo antes de su incursión en Járkov, explica.