La polémica ley de inmigración pone a prueba la mayoría simple de Macron
Las concesiones a unos y a otros pueden irritar al ala izquierda del partido de Macron
El muy controvertido proyecto de ley de inmigración llega al hemiciclo de la Asamblea Nacional francesa tras meses de idas y venidas, pero tendrá que enfrentar inmediatamente una moción. Este proyecto cristaliza las dificultades a las que se enfrenta un gobierno sin mayoría absoluta para legislar.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, defiende este lunes el proyecto de ley que pretende acelerar los procedimientos de solicitud de asilo, facilitar la expulsión de extranjeros considerados peligrosos y regularizar la situación de los trabajadores sin papeles en determinadas profesiones donde hay escasez de mano de obra.
Sin embargo, el proyecto de ley se someterá a su primera prueba de choque: la votación de una moción de rechazo preliminar presentada por los ecologistas.
Si la izquierda, la derecha y la ultraderecha el Reagrupamiento Nacional (RN) apoyan esta moción podrían interrumpir inmediatamente el examen de las cerca de 2.600 enmiendas que deben debatirse durante dos semanas.
El debate parlamentario tendría entonces que continuar sobre la base del texto del Senado, que está claramente más a la derecha que el reescrito por los diputados en comisión.
"Hay argumentos a favor y argumentos en contra. El argumento en contra es que evidentemente queremos debatir porque el señor Darmanin dice cualquier cosa. Los pros son que nos oponemos frontalmente a esta ley, que crea un nuevo canal de inmigración", dijo Marine Le Pen, que cuenta con un fuerte grupo de 88 diputados en el hemiciclo.
El gobierno de Macron presiona a los conservadores para conseguir los votos
Para el líder de los conservadores de LR, Eric Ciotti, la adopción de esta moción "conduciría a otro debate sobre el texto del Senado", el "único" que es "apropiado". Pero algunos diputados de LR se muestran reticentes, sobre todo entre los 17 firmantes (de 62) que se declararon dispuestos a discutir el asunto con el gobierno en una declaración a finales de noviembre.
"Matemáticamente, hay más opositores que una mayoría, ya que tenemos una mayoría relativa", reconoció Gérald Darmanin. Pero "sería una negación de la democracia no debatir", declaró este lunes en la radio francesa Europe 1. Una frase dirigida directamente a presionar al partido LR. "Si LR no vota a favor del texto que permite deportar cada año a 4,000 delincuentes extranjeros, ¿qué dirán a sus electores?", preguntó el ministro del Interior.
Apelando un "compromiso", Darmanin "tiende la mano" a la LR sobre el restablecimiento del delito de residencia ilegal o el control de las regularizaciones. Y les promete una reforma de la ayuda médica estatal (AME) a principios de 2024.
Riesgo de fracturas en el partido oficialista por 'el delito de residencia ilegal'
En el bando presidencial, el proyecto podrá contar con el apoyo de los diputados del partido Horizontes del ex primer ministro Edouard Philippe, que propuso el domingo limitar el número de personas que pueden regularizarse mediante "cuotas".
Las concesiones a unos y a otros pueden irritar al ala izquierda del partido de Macron, que también tiene "sus líneas rojas", señaló el domingo su portavoz, Sacha Houlié, presidente de la Comisión de Derecho. "El texto no puede adoptarse a costa de dividir a la mayoría", advirtió, reiterando su oposición al delito de residencia ilegal.
A pesar de que la Nupes (alianza de izquierdas) ha implosionado, los diputados de La Francia Insumisa (LFI), comunistas, socialistas y ecologistas quieren demostrar que pueden unirse en una "causa común" contra "un proyecto de ley inútil y demagógica", según el coordinador de la LFI, Manuel Bompard.