Rusia acusa a Ucrania de "rusofobia" y pide a la CIJ desestimar el caso sobre genocidio
Ucrania acusó a Rusia de "manipular la noción de genocidio" recogida en la Convención contra el Genocidio.
Rusia acusó este lunes a Ucrania de ser un "régimen neonazi y rusófobo" que "promueve el odio" contra su población rusoparlante, según el equipo legal ruso en una audiencia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). En la audiencia, Moscú pidió desestimar una disputa entre ambos países sobre la Convención contra el Genocidio.
Ucrania acusó a Rusia de "manipular la noción de genocidio" recogida en la Convención contra el Genocidio para "justificar la agresión" en febrero de 2022. Kiev alegó que Moscú usó ese tratado para argumentar la invasión y el uso de la fuerza, acusando al Gobierno ucraniano de cometer un presunto genocidio en las regiones de Luhansk y Donetsk.
El diplomático ruso Gennady Kuzmin, que expuso los argumentos de Rusia en la audiencia, alegó que la CIJ no tiene jurisdicción sobre este caso en particular. Kuzmin subrayó que "la Convención no da derecho a usar la violencia, ni Rusia ha dicho jamás que lo haga". Además, afirmó que Moscú justifica la invasión a Ucrania en el "derecho a la defensa propia y general en caso de un ataque armado" según el artículo 51 de la Carta de la ONU.
Kuzmin acusó a Kiev de "lanzar una guerra a gran escala" contra el Donbás en 2014 y de "promover el odio" contra la población rusoparlante de esa zona. También enumeró una serie de acusaciones contra el Gobierno ucraniano, al que definió en numerosas ocasiones como un "régimen neonazi".
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Rusia ha tenido problemas para reunir a su equipo legal después de la invasión, ya que la mayoría de los abogados dimitieron o fueron despedidos por su posición contra la guerra. La mayoría del equipo actual está formado por representantes rusos ante diferentes organismos internacionales, expertos iraníes y chinos, y letrados de un bufé ruso.
Alfredo Crosato Neumann, del Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo, agregó que la Convención contra el Genocidio "no regula la cuestión del uso de la fuerza" ni cubre reclamaciones sobre presuntas violaciones de la Carta de la ONU. Según Neumann, la jurisdicción de la CIJ se limita a "las violaciones de la Convención misma".
Kuzmin explicó que Ucrania no acusa a Rusia de cometer un genocidio ni de no prevenir o castigar actos genocidas. Además, Ucrania insiste en que no ha ocurrido ningún genocidio. Según el agente ruso, esto debería ser motivo suficiente para rechazar el caso, ya que si no hubo genocidio, no puede haber una violación de la Convención contra el Genocidio.
Rusia instó al tribunal a rechazar todas las alegaciones de Ucrania "por falta de jurisdicción". Las audiencias sobre este caso, programadas hasta el 27 de septiembre, solo se centran en escuchar los argumentos legales de ambos países sobre si la CIJ tiene o no jurisdicción sobre este caso, sin entrar aún en el fondo de la cuestión misma sobre la acusación ucraniana.
Este no es el único caso que enfrenta a estos dos países en la CIJ. En 2017, Ucrania acusó a Rusia de violar la Convención Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo (ICSFT) y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (CERD) durante los ocho años de conflicto previos a la invasión iniciada en febrero de 2022, y desde la anexión rusa de Crimea en 2014.