¿Qué sigue para Gran Bretaña tras renuncia de Liz Truss?
Los candidatos a sustituirla deben conseguir el apoyo de 100 legisladores conservadores, de un total de 357
La primera ministra británica Liz Truss asumió el cargo el mes pasado con esperanzas y promesas de revitalizar la economía británica y encaminarla hacia el éxito a largo plazo. No salió según lo previsto.
En lugar de ello, el mandato de Truss se vio marcado por la inestabilidad, luego de que sus políticas económicas pusieron en riesgo la estabilidad financiera del país, llevando a la libra esterlina a mínimos históricos, desatando el caos en el mercado de bonos e incrementando los costos de las hipotecas para millones de personas.
Aunque Truss asumió el cargo en medio de una crisis del costo de la vida, la guerra en Ucrania y los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19, su decisión de anunciar recortes fiscales por 105,000 millones de libras (116,000 millones de dólares) y aumentos en el gasto público sin dar detalles sobre cómo los iba a financiar inquietó a los inversionistas, que advirtieron de un enorme incremento en la deuda pública.
Eso socavó la confianza en la capacidad del gobierno para pagar sus facturas y generó interrogantes sobre las credenciales económicas de una nueva primera ministra que asumió el cargo luego de una contienda profundamente divisiva por el liderazgo del Partido Conservador, actualmente en el poder.
El caos alrededor del plan económico debilitó la autoridad de Truss como primera ministra, y finalmente condujo a su decisión de renunciar el jueves.
¿Qué ocurrirá ahora?
El partido informó que elegirá a un nuevo líder y primer ministro para el 28 de octubre. Truss seguirá siendo primera ministra hasta entonces.
Para evitar la necesidad de una prolongada campaña electoral que podría haber dejado al país sin un gobierno efectivo durante semanas, los líderes del partido decidieron que los legisladores tendrían mayor voz en la elección.