Rusia refuerza su flota aérea en el noreste de Siria como "mensaje" a Ankara
El Gobierno sirio denunció que la "soberanía" del país árabe no debe ser "una carta de chantaje y negociación entre Ankara y la OTAN"
Rusia, aliada militar de Siria, reforzó este viernes su flota aérea desplegada en la estratégica localidad siria de Qamishli, en la frontera con Turquía, para enviar un "mensaje" disuasorio a Ankara después de que esta semana amenazase con lanzar una nueva ofensiva contra el país árabe.
Las tropas rusas recibieron esta tarde seis helicópteros, dos cazas y otros equipamientos militares en la base que regentan dentro del Aeropuerto de Qamishli, controlado por las fuerzas gubernamentales sirias, informó a Efe una fuente militar asignada al aeródromo que pidió el anonimato.
El envío busca lanzar un "mensaje" al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien el pasado lunes anunció que "pronto" reanudarán sus "trabajos" para establecer una zona de seguridad de 30 kilómetros de profundidad a lo largo de su frontera sur, según la fuente.
Con la misma intención, una patrulla conjunta rusa y siria recorrió esta mañana varios puntos fronterizos controlados por Damasco en la provincia de Al Hasaka, donde las tropas de Moscú mantienen tres bases desde 2019, la principal de ellas dentro del Aeropuerto de Qamishli.
La mayor parte de esta localidad, al igual que muchas otras zonas del noreste del país, está en manos de las fuerzas kurdosirias, enemigas del Gobierno del presidente, Bachar al Asad, pero con quien en el último par de años han colaborado en algunas instancias concretas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, aseguró en un comunicado que las fuerzas kurdosirias tomaron parte junto a Moscú y Damasco en la patrulla de hoy cerca de la divisoria.
El Gobierno sirio denunció ayer que la "soberanía" del país árabe no debe ser "una carta de chantaje y negociación entre Ankara y la OTAN", pues muchos expertos han vinculado el anuncio de Erdogan a sus negociaciones para permitir la entrada de Suecia y Finlandia en la Alianza Atlántica.
La posible nueva ofensiva, la cuarta desde 2016, pretendería afianzar las ganancias de su última operación lanzada en 2019, cuando los kurdosirios perdieron importantes áreas septentrionales, y Finlandia y Suecia impusieron en respuesta un embargo de armas a Ankara.
Turquía considera terroristas a las Unidades de Protección Popular (YPG) presentes en el norte de Siria por verlas como una extensión de las guerrillas kurdas contra las que lucha en su territorio.