Londres suspende la negociación del níquel por un auge "sin precedentes"
El níquel cerró el lunes en la capital británica en 42.990 dólares por tonelada
El Mercado de Metales de Londres (LME, en inglés) anunció este martes la suspensión de las negociaciones de los contratos de venta de níquel debido a un auge "sin precedentes" de su precio, que los analistas atribuyen a un "caos en las materias primas" a raíz de la guerra en Ucrania.
El níquel cerró el lunes en la capital británica en 42.990 dólares por tonelada, frente a 29.750 dólares el viernes (un 44,5 % más), y su valor llegó a alcanzar 100.000 dólares de madrugada, durante la negociación en los mercados asiáticos.
Tras registrar esos movimientos, el mercado londinense anunció en un comunicado que dada la alta volatilidad observada durante la noche quedaban cancelados de manera inmediata todas las operaciones con contratos del níquel "al menos" durante el resto de la jornada.
El LME subraya que continúa monitorizando "el efecto de la evolución de la situación en Rusia y Ucrania".
Rusia produce en torno al 17 % de la oferta global de níquel, un metal necesario para fabricar baterías de vehículos eléctricos, entre otros productos, cuya cadena de distribución ya sufría escasez antes de la invasión de Ucrania, señaló a Efe Michael Hewson, analista de CMC Markets.
El auge inicial en el precio del metal desencadenó lo que en términos técnicos se conoce como un "short squeeze", o "estrangulamiento de posiciones cortas", un rápido movimiento al alza de la cotización que expulsa a los inversores que habían apostado a la baja y tratan de minimizar sus pérdidas.
"La enorme volatilidad y los rápidos movimientos en el precio durante las operaciones en Asia llevaron a la drástica decisión" del mercado londinense, expresó por su parte Susannah Streeter, analista de inversiones y mercados de Hargreaves Lansdown.
"A pesar de que se han frenado las sanciones contra las exportaciones de materias primas desde Rusia, el suministro ya sufre interrupciones, dado que las compañías navieras evitan los puertos en la región y las empresas metalúrgicas han comenzado a reducir su exposición a Rusia", agregó Streeter.