Japón y Suecia abogan por estrechar su cooperación tras inclusión de Estocolmo en la OTAN
Ambos primeros ministros se mostraron de acuerdo en seguir trabajando para estrechar la cooperación en ámbitos ya explorados como la transformación verde, el hidrógeno, la digitalización o la ciencia
Los primeros ministros de Japón y Suecia, Fumio Kishida y Ulf Kristersson, abogaron el miércoles por fortalecer los vínculos políticos, de seguridad y empresarial bilaterales en un encuentro en Washington en los márgenes de la cumbre de la OTAN, a la que Estocolmo asiste por primera vez como miembro.
"La adhesión de Suecia a la OTAN ha ampliado las oportunidades para la cooperación entre Japón y Suecia a través del organismo", le transmitió Kishida a Kristersson durante la reunión, que se prolongó por unos 20 minutos, según un comunicado de la Cancillería japonesa.
Ambos líderes se mostraron de acuerdo en seguir trabajando para estrechar la cooperación en ámbitos ya explorados como la transformación verde, el hidrógeno, la digitalización o la ciencia, y "coincidieron en mejorar aún más la colaboración bilateral en áreas no sólo de política y seguridad, sino también económica, científica, tecnológica y académica".
Kishida y Kristersson también intercambiaron puntos de vista sobre cuestiones geopolíticas como la agresión de Rusia a Ucrania o la situación en el este de Asia, incluido el desarrollo armamentístico de Corea del Norte, y coincidieron en trabajar "estrechamente".
"El primer ministro Kristersson elogió mucho la ayuda de Japón a Ucrania", reza el comunicado, que también asegura que los dos líderes "confirmaron que la seguridad de la zona Euroatlántica y del Indo Pacífico son cada vez más inseparables".
Suecia se unió oficialmente como miembro a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el pasado marzo, convirtiéndose en el miembro número 32 del organismo y en el segundo en sumarse desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, tras Finlandia, una decisión motivada en gran parte por ese conflicto.
Con su adhesión a la Alianza, con la que todos los países nórdicos quedaron bajo el paraguas de la OTAN, Estocolmo llevó a cabo un giro en materia de política exterior y abandonó dos siglos de no alineación militar.