¿Cuáles fueron los pasos que siguió Gabriela Reyes?
El cadáver de Gabriela Reyes fue encontrado en el río, pero el motivo de su desaparición sigue sin resolverse
El 7 de diciembre, la dominicana Gabriela Reyes salió de un bar en Pamplona, España, y no se supo nada más de ella durante más de dos meses. Hasta el pasado viernes 16 de febrero, cuando un vecino encontró su cuerpo en el río, a 3 kilómetros del lugar de su desaparición. Estos son los pasos que Gabriela Reyes pudo dar. Un mapa basado en las pruebas que se han encontrado durante la investigación del caso.
Gabriela llegó al bar Antequera alrededor de las 11:00 de la noche. Había quedado con unos amigos. Era un bar que solía frecuentar, es por esto que conocía al dueño y a la gente que también lo frecuentaba. Se encontraba en un ambiente de confianza.
El bar se encuentra a 300 metros del río Arga y a 90 metros de la casa de su novio. Gabriela, según cuenta su hermana Mariel, "iba a ir a casa de su novio para llevarle cena, pero en el vídeo se ve que no pidió nada para llevar". Esta es la primera incógnita de este caso. Gabriela había quedado con su pareja para llevarle la cena, pero salió del establecimiento con las manos vacías.
Este es el vídeo de las cámaras de seguridad del local:
En las imágenes del bar Antequera se puede ver a Gabriela sentada en uno de los taburetes. Iba vestida con unos jeans y una camiseta naranja salmón. Es la única mujer que aparece en el vídeo. A su izquierda, sentado, está el dueño del local, que después de su desaparición manifestó no haber notado nada raro en ella. Era una noche normal y la fallecida no mostró que le preocupara algo.
En las imágenes se puede observar a un hombre que entra en el local y retrocede para saludar a Gabriela. La rodea con un brazo y coloca su mano sobre su hombro. Se saludan, intercambian algunas palabras y luego él le hace el gesto co la mano de coger el teléfono. Cuando él se va, Gabriela le echa un vistazo a su celular, luego lo guarda y toma un trago de su bebida. Mariel declaró que ese hombre era conocido. "Es mi amigo y es amigo de mi hermana. Mi hermana está acostumbrada a compartir con él. Es una persona del barrio", explicó en una cadena de televisión (EITB).
Posteriormente, se puede ver que el hombre que tiene a su derecha le toca el brazo. Primero la acaricia y luego intenta cogerle el brazo, pero Gabriela hace un gesto y se deshace de él. Parece que no quería que la agarrara.
Gabriela salió del bar sobre la 1:30 de la madrugada. Estuvo alrededor de dos horas y media en el local. Había quedado con su pareja para ir a su casa, que se encontraba a sólo 90 metros del establecimiento. Gabriela llamó a su novio, pero no cogía el teléfono. "Ella salió del bar y le hizo dos llamadas, pero él estaba dormido. Cuando se despertó, le hizo dos llamadas, pero su móvil no daba señal", contó su hermana.
Así pues, Gabriela salió del bar y caminó por la calle Doctor Juaristi mientras llamaba a su pareja. Ya se había despedido de sus amigos en el bar, así que se cree que caminaba sola. Él no contestaba a sus llamadas. ¿Qué hizo Gabriela? El reloj marcaba la 1:30, su pareja no respondía y se encontraba sola por la calle. Es todo un misterio lo que hizo en aquel momento. Sin embargo, su familia encontró su bolso al lado del río unos días después de su desaparición.
"Encontramos el bolso a 300 metros del bar. Lo encontramos nosotros, hicimos un grupo de búsqueda", confesó su hermana Mariel.
Aquí fue donde la familia de Gabriela encontró su bolso. Estaba en el suelo, con sus pertenencias esparcidas, como si alguien hubiera estado buscando algo dentro. Inmediatamente llamaron a la policía. Es por esto que se cree que cuando salió del bar, se dirigió andando hacia ese parque situado en la orilla del río.
Tal y como informó el medio de comunicación español Antena3, algunos conocidos de Gabriela declararon que le gustaba ir al río para pensar y estar tranquila. Por lo que no sería la primera vez que se acercara a esa zona. Es posible que, al no tener respuesta a las llamadas a su pareja, decidiera acercarse al parque Biudarna, en la orilla del río Arga, para estar tranquila después de dos horas de conversación en el bar.
Entre estos tres puntos hay una distancia de 300 metros. Una distancia que se puede recorrer en menos de cinco minutos andando. ¿Qué pasó en la orilla del río? Esto es lo que la policía intenta averiguar con sus investigaciones. Tal y como informaron, la autopsia no mostró signos de violencia en el cuerpo. Es por este motivo que se descarta una muerte causada por una disputa o una agresión.
A su vez, sus familiares y amigos declararon que Gabriela era una mujer optimista y feliz. No tenía motivos para desaparecer, pues tenía planeado un viaje a República Dominicana para ver a sus dos hijos, de 14 y 16 años. Por este motivo se descarta también el suicidio.
Entonces, lo que baraja la policía, y lo que parece ser lo más probable, es una muerte accidental. Se cree que Gabriela cayó al río y se ahogó, aunque la policía no ha confirmado aún que su muerte fuera así. De haber caído al río, su cuerpo habría recorrido 3 kilómetros hasta llegar al punto en el que la encontraron el viernes 16 de febrero.
El río Elorz (afluente del río Arga), a la altura de una zona pública para hacer barbacoas, fue el lugar donde se encontró su cadáver el pasado viernes 16 de febrero. Todo indica a que su cuerpo recorrió tres kilómetros hasta llegar a ese punto. Durante la búsqueda de los equipos de bomberos no la encontraron porque el cuerpo estaba "a dos aguas", es decir, ni en el fondo, ni en la superficie. Las autoridades policiales creen que el cuerpo de Gabriela se habría mantenido durante dos meses atascado con algunas ramas, por esto no dieron con ella en los rastreos que hicieron. Sin embargo, debido a una crecida del río y el avanzado estado de descomposición del cuerpo, finalmente salió a la superficie, lo que permitió a un viandante localizarla.
La ropa del cadáver coincidía con lo que Gabriela llevaba el 7 de diciembre: Unos jeans, una camiseta naranja salmón y un reloj en la muñeca. Debido al frío de Pamplona y las bajas temperaturas, el cuerpo pudo conservarse mejor y finalmente, con una prueba de huellas, se confirmó que era Gabriela.
Así pues, tras una inspección del lugar y una autopsia, las autoridades policiales determinaron que la causa de la muerte no estuvo relacionada con algún acto delictivo ni violencia, dado que el cuerpo no presentó heridas ni golpes.
La familia de Gabriela ha manifestado su voluntad de esclarecer el asunto y pide a la policía que no cese su investigación para averiguar todos aquellos puntos borrosos de esa noche del 7 de diciembre. ¿Cómo acabó en el río?, esa es la pregunta que la familia de la fallecida y el pueblo dominicano se hace. Por el momento es una incógnita sin resolver.
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