Las “colas de hambre” continúan en aumento en España
“Tengo tres hijos y necesito comida”, suplica ucraniana mientras espera en la fila por sus alimentos
Las constantes alzas de precios de los alimentos, alquileres de viviendas y de la energía eléctrica han empujado a cientos de familias de España a apoyarse en los Bancos de Alimentos para poder subsistir.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas de esa nación, la inflación anual se situó en septiembre pasado en un 9 %, productos de la canasta básica familiar como la leche, huevos y aceite han sufrido alzas de más de un 20 %, en comparación con agosto del presente año con los del 2021.
“Mi marido tiene un trabajo de media jornada, ahí vamos avanzando algo, pero no es suficiente, el niño va al colegio, o sea, que hay que pagar; la niña va a la guardería, hay que pagar el piso, las facturas, la canasta básica y prácticamente lo que él cobra es mil euros brutos, es más lo que sale que lo que entra”, explicó la cubana residente en España, Malena Pérez.
Cada día son citados al Banco de Alimentos unas 200 personas para buscar sus raciones alimenticias para los próximos siete días. La Fundación Madrina busca aumentar el número de beneficiario debido a que ha detectado más de 1,500 llamadas desde su servicio de emergencia de “familias que ya no pueden más”.
Este auge también fue detectado desde el Banco de Alimentos de Madrid, una fundación privada que reparte comestibles a más de 560 entidades benéficas de la capital española.
“A diciembre del 2019 cerramos con una cifra de beneficiario de 130 mil, ahora mismo estamos en 182 mil, han crecido con un nuevo perfil, además de beneficiario están solicitando ayuda alimentaria personas de clase media, jóvenes, inmigrantes recién llegados que nunca antes habían solicitado alimentos y ahora necesitan la ayuda”, detalló Mila Benito, del Banco de Alimentos de Madrid.
Estos bancos han habilitado un servicio de atención a los ucranianos.
“Tengo tres hijos y necesito comida”, enfatizó la ucraniana Nahalia.
Las organizaciones benéficas y sin fines de lucro intentan ayudar a las familias como les sea posible, sin embargo, también se han visto afectadas por la inflación.
“Las donaciones han ido bajando desde el año 2019 y estamos en un 40 % menos”, informó Benito, quien animó a la población a donar alimentos.
“Creemos que las filas del hambre van a subir muchísimo más cuando empiece el uso de las calefacciones y se empiece a pagar el precio de la luz”, advirtió Conrado Giménez, de la Fundación Madrina.