China reafirma oposición a nueva venta de armas de EE.UU. a Taiwán
Reiteró su compromiso con la reunificación con la isla, instando a Washington a detener estos suministros para evitar tensiones en el Estrecho de Taiwán
China condenó este domingo la nueva venta de armas de EE.UU. a Taipéi y reiteró su compromiso con la reunificación con la isla, instando a Washington a detener estos suministros para evitar tensiones en el Estrecho de Taiwán.
Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, declaró que esta venta "viola el compromiso estadounidense de no apoyar la independencia de Taiwán" y fomenta acciones que amenazan la paz y estabilidad en la región.
La vocera exigió a EE.UU. "respetar el principio de ´una sola China´ y los tres comunicados conjuntos", haciendo especial mención al del 17 de agosto de 1982.
China también criticó al Gobierno de Taiwán, liderado por el soberanista William Lai (Lai Ching-te), por "apoyarse en EE.UU. para buscar la independencia" y usar la compra de armamento como herramienta política.
Pekín advirtió que estas acciones no garantizarán "la seguridad de la isla", sino que harán que "Taiwán sea más peligrosa", además de resaltar nuevamente que la reunificación es una "inevitabilidad histórica" que no será frenada por interferencias externas ni intentos separatistas.
Este sábado, el Departamento de Estado de EE.UU. aprobó la posible venta de tres paquetes de armas a Taiwán por un total de 1.988 millones de dólares, la mayor bajo la Administración de Joe Biden.
Entre los equipos solicitados se incluyen sistemas de radar y misiles NASAMS, los mismos empleados por Ucrania en su defensa.
Taipéi agradeció el apoyo estadounidense, destacando que "fortalecerá la capacidad de autodefensa" de la isla y contribuirá a la "estabilidad regional".
Las autoridades chinas consideran que la cuestión taiwanesa es la "línea roja" entre Washington y Pekín, ya que EE.UU. es el principal suministrador de armas de Taipéi y podría defender la isla en caso de conflicto.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949)- se ha gobernado de manera autónoma desde el fin de la contienda, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya "reunificación" no ha descartado el uso de la fuerza.