El gobierno interino bangladesí promete acabar con la violencia contra los hindúes
Muhammad Yunus anuncia medidas para proteger a las minorías religiosas
La caída del primer ministro Sheikh Hasina desató violentos ataques contra la minoría hindú, en los que han muerto al menos tres personas. En Daca crecen las protestas para exigir el fin de la violencia. Este domingo el gobierno interino dirigido por Muhammad Yunus se comprometió a proteger los derechos de las minorías.
"Hemos observado con gran preocupación los ataques contra las minorías religiosas en algunos lugares del país", expresó este domingo 11 de agosto en una declaración oficial el gobierno interino presidido por el premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus.
Los miembros del gobierno interino prometen "encontrar la manera de poner fin a estos atroces ataques".
Casi todos los días desde hace una semana, miles de hindúes se reúnen en Shahbagh, en el centro de Daca, para manifestar su enfado.
"Hay represión y torturas de todo tipo. Somos bangladeshíes, pero no tenemos los mismos derechos que los demás. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que haga respetar nuestros derechos", dice a RFI uno de los manifestantes.
En Bangladesh, la población hindú representa el 8% del país, con 13 millones de habitantes. Se les acusa de ser partidarios del anterior primer ministro. Algunos afirman que los ataques contra los hindúes son más políticos que religiosos.
"¿Qué hemos hecho mal? Mi hermana ha protestado con todos, con los musulmanes, con todos. Ahora no puede quedarse en casa", cuenta la doctora Progga Laboni Pujja en la manifestación.
Una bandera palestina ondea en medio de la marcha. En la capital, los templos hindúes están protegidos por musulmanes. Según la principal asociación de defensa de las minorías, el 80% de los distritos del país están golpeados por la violencia.
El gobierno internido ordenado además que se "respalde" a las familias de los manifestantes muertos durante las semanas de protestas que provocaron la huida del ahora exprimer ministro, y que se destinen fondos públicos para pagar los cuidados de salud de los heridos.