A un año de la fuga del hombre más peligroso de Ecuador, la inestabilidad se instala en el país
Un año de conflicto armado interno, violencia y crisis política bajo el mandato de Daniel Noboa
Hace un año, Ecuador entró en una nueva fase de su tumultuosa historia, la de un "conflicto armado interno" decretado por el presidente Daniel Noboa.
Tras la fuga, el 7 de enero, del jefe de la banda de los Choneros, el hombre más peligroso del país, las imágenes de una toma de rehenes en directo, el 9 de enero, dieron la vuelta al mundo. Hoy, la situación sigue siendo muy compleja.
Hace un año, el periodista José Luis Calderón negociaba en directo con unos secuestradores que le apuntaban a la cabeza con una pistola y jugaban con un cartucho de dinamita delante de él. Este traumático episodio le llevó a pedir asilo en Florida (EE.UU.).
Fue un paso que le alejó de su familia, pero del que el periodista no se arrepiente.
"Aquí puedo salir, pasear y sentirme seguro, mientras que en Ecuador ya no hay paz. Nuestras élites son incapaces de ponerse de acuerdo para poner fin a la crisis y a la violencia brutal que nos afecta", comenta.
Decisiones positivas
Sin embargo, el presidente Daniel Noboa ha tomado algunas decisiones positivas, según el experto en defensa y seguridad, el coronel Mario Pazmiño, quien reconoce tres de ellas.
"El primer punto positivo es la declaratoria de conflicto armado interno, porque era necesario reconocer la realidad y tomar medidas. En segundo lugar, recuperar el control de las cárceles, que eran bastiones de la delincuencia, y en tercer lugar, el referéndum sobre seguridad y las nuevas leyes que el Gobierno ha promulgado para facilitar el uso de la fuerza pública", afirma.
A pesar de ello, el 2 de enero se declaró un nuevo estado de emergencia en siete provincias del país. El año pasado se incautaron más de 295 toneladas de droga, un récord histórico para Ecuador.
A mediados de diciembre, el número de muertes violentas había descendido un 16,5% en un año, pero con 6,547 homicidios, Ecuador sigue siendo el país más violento de la región.