Localidad cubana San Antonio del Sur busca borrar el golpe de la tormenta Óscar
Apoyo humanitario en Guantánamo después de tormenta tropical Óscar
Una semana después del azote devastador de la tormenta tropical Óscar, San Antonio del Sur, en la provincia cubana de Guantánamo (este), da pasos para resarcir los estragos y borrar las intensas huellas que dejó en sus viviendas, servicios de agua, telefonía y electricidad, entre otros.
Este martes, por primera vez desde la ocurrencia del desastre meteorológico, fotógrafos de algunos medios de prensa internacionales acreditados en Cuba -entre ellos EFE- tuvieron acceso a una de las áreas más golpeadas por el impacto de las lluvias y vientos de Óscar: el municipio San Antonio del Sur.
Con ellos viajó el coordinador residente de Naciones Unidas en Cuba, Francisco Pichón, quien avanzó que presentará un "plan de acción" preparado por las agencias, fondos y programas de la organización "fin de sumarse a los esfuerzos de recuperación de las autoridades nacionales concentrados" en apoyo a los damnificados en las zonas más afectadas.
San Antonio del Sur junto a los municipios vecinos Baracoa, Imías y Maisí, fue uno de los territorios más gravemente afectados por las inundaciones del pasado 21 de octubre, con saldo inicial de seis fallecidos, numerosos destrozos al fondo habitacional, instituciones de salud y centros escolares, y pérdidas de bienes personales.
En 24 horas, las montañas que quedan al norte recibieron más de 355 milímetros (mm) de lluvias, y en poco tiempo los ríos de esa demarcación -Los Ciguatos y Sabanalamar- se salieron de sus cauces y sus aguas invadieron la cabecera del municipio, algo nunca antes vivido, según señalan algunos de sus 8.000 pobladores.
El paisaje, visto allí por EFE, es de casas totalmente destruidas, escombros, árboles derribados, fango dentro de las viviendas y fuera de ellas muebles, ropas, colchones, electrodomésticos y otros artículos que los pobladores intentan salvar secándolos al sol.
Hasta ahora, las autoridades insulares no han podido informar un total de pérdidas materiales tras el paso del ciclón debido a que aún hay lugares como las montañas donde es muy difícil el acceso.
Las intensas lluvias que acompañaron a Óscar y las que en los últimos días seguían afectando la región provocaron la crecida de ríos, escurrimientos desde las montañas que ocasionaron grandes inundaciones y el aislamiento de comunidades a las que los socorristas no han podido llegar por el estado de las vías.
Pero esta semana se han abierto algunos caminos para permitir el paso de la ayuda a los asentamientos que han estado incomunicados, sobre todo en áreas montañosas o anegadas.
Informes preliminares sobre la recuperación divulgados por medios oficiales indicaron que San Antonio cuenta ahora con el 91 % del servicio de agua segura para el consumo y el restablecimiento general de la electricidad se acerca al 97 %.
Ayuda a la recuperación
- Brigadas de empresas estatales de electricidad, comunicaciones, así como de médicos, militares y voluntarios se han desplazado a este y los otros territorios más castigados por el embate de Óscar para trabajar en la recuperación.
A ello se han sumado los donativos de organizaciones locales y de la población y además, la ayuda internacional de agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas como PMA, la UNICEF, y la ONG española SODePAZ, que han entregado de alimentos, medicinas y otros materiales.
En un mensaje en X, el presidente Miguel Díaz-Canel indicó hace unos días que "unos 41 países y varios organismos internacionales se han solidarizado con Cuba".
Unicef confirmó el arribo a la isla de un donativo de 1,5 toneladas de "medicamentos y material gastable" que incluye analgésicos, antipiréticos, antibióticos, antifúngicos y otros recursos para casos de emergencia médica.
Además señaló que, con el apoyo de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO), pudo asegurar "1.000 láminas de techos, 680 purlins y 4.700 tornillos" para la reconstrucción de 74 escuelas" en Guantánamo.
Óscar -el primer meteoro que impactó directamente a Cuba en la actual temporada de ciclones- penetró en Cuba el domingo 21 -como huracán de categoría 1 (máxima de 5) en la escala Saffir-Simpson- muy cerca de la ciudad costera de Baracoa, en Guantánamo (este), y se convirtió en una tormenta antes de irse al día siguiente por una zona próxima a Gibara, en la provincia Holguín (noreste).