Muñoz y Vivanco, dos jueces de la Corte Suprema bajo el ojo de la tormenta política
Congreso chileno destituye a Sergio Muñoz y Ángela Vivanco en medio de un escándalo de tráfico de influencias
RFI entrevistó al constitucionalista chileno Javier Couso sobre las recientes destituciones de dos miembros de la Corte Suprema aprobadas por el Congreso chileno, controlado por las fuerzas de derecha: el juez Sergio Muñoz, destituido ayer, y la exmagistrada Ángela Vivanco, destituida la semana pasada.
Contra Vivanco se aprobó este jueves una acusación en el marco de un escándalo mayor por tráfico de influencias.
Sergio Muñoz fue destituido por notable abandono de deberes, y Ángela Vivanco, por comprometer la imparcialidad en causas judiciales. Ambos eran jueces de la Corte Suprema.
El presidente Gabriel Boric cuestionó ayer la decisión del Congreso de Chile de destituir a Muñoz en un juicio político, subrayando que fue quien investigó casos de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Es inexplicable "que se haya decidido dar curso a una acusación constitucional a dos jueces de la Corte Suprema por hechos totalmente distintos en una sola votación", comentó Boric.
Javier Couso, constitucionalista, habló con RFI sobre los antecedentes de estas dos destituciones aprobadas por el Congreso chileno, dominado por las fuerzas de derecha en la oposición.
"Esto surgió a raíz de un caso conocido como 'Audios', el cual destapó un fenómeno que, en Chile, al menos públicamente, nunca había ocurrido. Se trata de una red de tráfico de influencias tejida por un personaje muy peculiar, un hombre que fue comunista en los años 80 y luego pasó del Partido Comunista al partido UDI, que está en las antípodas del comunismo", relata Couso.
El personaje muy peculiar es el abogado Luis Hermosilla, actualmente en prisión y a la espera de juicio.
"Cuando se incautó el celular de Hermosilla, se encontraron cerca de 7.700 chats de WhatsApp que revelaron los favores mutuos entre la jueza Vivanco y el abogado Hermosilla. La relación comenzó en 2018, cuando ella le pidió ayuda para acceder al máximo tribunal, y Hermosilla desplegó su influencia hasta lograrlo. Luego, Vivanco fue removida de la Corte Suprema por sus propios pares. Sin embargo, la acusación continuó en el Congreso Nacional", explica Couso.
Un caso distinto
Esta semana, el Congreso aprobó la destitución de la ministra Vivanco junto a la del magistrado Muñoz, cuyo caso es diferente, puntualizó Couso.
"Muñoz era un juez muy importante. Fue presidente de la Corte Suprema y era muy respetado por sus pares. Su hija también es jueza. Durante la pandemia, ella presentó un documento falsificado a la Corte Suprema alegando que trabajaría de forma remota para cuidar a su madre enferma en Santiago, cuando en realidad estaba en Roma. No recibió una sanción seria, apenas un tirón de orejas. Esta mujer, a sus 38 años, posee alrededor de 34 propiedades inmuebles. Además, una inmobiliaria afirmó que ella se retiró de un negocio porque su padre le anticipó un fallo que podría haber sido económicamente perjudicial para ella. Sin embargo, cuando estalló el escándalo de Vivanco, quien es de centro-derecha, la derecha vio una oportunidad para ir contra Muñoz. Por eso considero que la acusación contra él fue espuria, de origen meramente político. Creo que ellos (la derecha) calcularon que Muñoz, aunque fue un juez valiente en temas de derechos humanos, ahora es percibido como parte de una élite que actúa de forma cuestionable", explicó Couso.
El jueves, la Corte Suprema de Chile respondió que el Poder Judicial no es corrupto, y aseguró que respeta la decisión del Senado, pero rechaza las acusaciones de corrupción generalizada en el tribunal.