Nicolás Maduro ordena la liquidación de la institución del control cambiario en Venezuela
Cierre de Cencoex: Venezuela busca nuevas estrategias financieras
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó este jueves un decreto en el que ordenó la liquidación del Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), una institución que creó en 2013 para continuar con la administración del control cambiario, instaurado en la nación desde 2003.
"Estoy firmando el decreto mediante el cual debe procederse a la liquidación del Centro Nacional de Comercio Exterior, pasamos la página, yo mismo creé el Cencoex, cuando lo creé estaba transformando el Cadivi (Comisión Nacional de Administración de Divisas)", señaló el mandatario en un acto televisado.
Maduro aseguró que en los últimos 20 años, gracias al fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), se logró que una "parte importante de la riqueza petrolera", del país que tiene las mayores reservas probadas de crudo del mundo, se invirtiera en desarrollo tecnológico, industrial y en "formulación de proyectos productivos".
Ahora, luego de la crisis que contrajo la economía entre 2013 y 2019, considera que las "angustias" del pasado, "producto de un modelo rentista que desangraba al país", han sido superadas.
"Procedo a firmar la liquidación de Cencoex y vamos a lo nuevo que es producir para exportar", reiteró.
En Venezuela existió un control de cambio, impuesto en 2003 bajo el Gobierno de Chávez, que dejó en manos del Estado el monopolio en la compraventa de divisas a través de Cadivi y, posteriormente, de Cencoex.
Uso de divisas
- Hasta 2018, cuando el Gobierno comenzó a desmontar este sistema, los ciudadanos y las empresas debían acudir al Estado para acceder a divisas extranjeras, que durante años ofrecieron a precios preferenciales y muy por debajo del valor de mercado.
Los venezolanos han adoptado de manera no oficial el uso de divisas, en su mayoría dólares, para proteger sus ingresos tras el período de hiperinflación que registró Venezuela desde 2017 hasta 2021, cuando se redujo el valor del bolívar, así como la confianza de los ciudadanos en la moneda local.