Manifestaciones espontáneas vs. represión sistematizada: diferencias de las protestas en Venezuela
Análisis detallado de las movilizaciones populares en Venezuela durante las elecciones presidenciales. ¿Qué ocurrió y cuáles fueron las repercusiones?
Las protestas en Venezuela han sido intermitentes en la última década. La llegada de Nicolás Maduro al poder, en 2013, vino acompañada con una serie de manifestaciones que se hicieron más fuertes en 2014. Luego, de forma cíclica, los movimientos populares se gestaron en 2017 y 2019. En todas estas ocasiones las movilizaciones fueron convocadas por dirigentes políticos. En cambio, después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, la gente decidió salir a las calles de forma espontánea.
Sin embargo, la respuesta a las movilizaciones del segundo semestre de 2024 fue respondida con una represión frontal y sistemática. Además de desplegar a fuerzas de seguridad en la calle, las autoridades venezolanas también activaron a los civiles armados que buscaron generar terror y desconfianza en la población. A todo esto se sumó la ola de detenciones llevada a cabo por distintos cuerpos de seguridad y enfocada en los sectores más populares del país.
La exigencia que tenían algunos en el pasado sobre la necesidad de que los barrios protestaran ocurrió el lunes y el martes inmediatamente después de las elecciones presidenciales. La respuesta por parte de Nicolás Maduro fue anunciar como un triunfo la detención de más de 2.000 personas, a quienes identifica como terroristas y criminales entrenados.
También se han registrado 24 muertos en apenas 11 días. Una suma alta. En promedio son cerca de dos muertos por día en contexto de manifestaciones postelectorales.
Sobre las protestas de 2024, Rafael Uzcátegui analiza lo siguiente. «Una característica es que fueron espontáneas y no convocadas por la dirigencia política. Sus principales protagonistas fueron los sectores populares, con protestas intensas pero de corta duración, de hecho el lunes fue el día con mas cantidad. La estrategia de movilización fue desconcentrada, hacia símbolos del poder como sedes de instituciones, sedes del Psuv y CNE, estatuas, material publicitario», explicó el activista de DDHH, quien es director del Laboratorio de Paz.
2014, 2017 y 2019, Venezuela salió a protestar con una agenda diferente
Las características principales de las protestas de 2014 y 2017 era exigir la renuncia de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. En ambas ocasiones las exigencias se basaban en la difícil situación que atravesaba el país, especialmente en 2017. Durante 2015 y 2016 el país atravesó una acentuada crisis de abastecimiento que fue acompañada por los problemas en el sistema de salud.
En 2014 se exigía un adelantamiento de elecciones presidenciales y la renuncia de Nicolás Maduro. Aquellas manifestaciones se mantuvieron entre febrero y mayo con una cuenta de 43 muertos y más de 3.000 detenidos.
Tras la victoria opositora en las elecciones parlamentarias de 2015, la agenda de los políticos era usar el Poder Legislativo como un contrapeso contra Nicolás Maduro. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) funcionó para poner un freno a una Asamblea Nacional con mayoría opositora.
En 2017, tras la denuncia de ruptura del orden constitucional en Venezuela, se dieron una serie de protestas durante varios meses. Entre abril y principios de agosto, las principales ciudades del país se veían convulsas prácticamente a diario.
El resultado de aquellas protestas fue 158 muertes (según ONG) y casi 3.000 personas detenidas. Las huellas de esa represión y de esos días se mantienen presentes en las mentes de los venezolanos que por mucho tiempo se pensaron dos veces antes de salir nuevamente a las calles.
Mientras tanto, el tono de las protestas en 2019 era buscar demostrar masivamente el apoyo a Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional. Mientras el entonces presidente del Parlamento sumaba respaldos internacionales, en el país se convocaban protestas multitudinarias. La respuesta represiva también fue frontal. Más de 100 muertos y casi 1.000 detenidos dejaron aquellas manifestaciones. Además, una larga lista de dirigentes opositores presos o exiliados.
2024, las protestas en Venezuela tomaron otro tono
- Tras varios años de manifestaciones constantes pero no masivas, llegó el año 2024 y la expectativa por las elecciones presidenciales. María Corina Machado, ganadora de las elecciones primarias de 2023 no pudo competir en los comicios por una inhabilitación impuesta por la Contraloría General de la República y reafirmada por el TSJ. Sin embargo, lo que sí pudo hacer Machado fue recorrer el país para despertar el ánimo en la población.
- El 28 de julio las personas salieron a las calles a votar y a defender su voluntad. El ambiente de júbilo y alegría cambió abruptamente con el cierre de los centros de votación y las dificultades para poder hacer las auditorías ciudadanas.
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Tras conocer los resultados, poco después de la medianoche, la población venezolana se fue a dormir con una sensación amarga que se expresaría en la calle durante el día lunes 29 y el martes 30 de julio. Los actos de protestas del lunes 29 fueron autoconvocados. No contaron con la presencia de dirigentes políticos y la propia gente organizó sus formas de expresarse en la calle. Pero también de compartir la información a través de redes sociales.
- El martes 30 sí hubo una convocatoria por parte de María Corina Machado, buscando hacer un llamado de atención a las autoridades de la ONU en Caracas. La represión vista luego de esa movilización fue brutal. De forma coordinada, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) desfilaban con sus vehículos por distintas zonas de Caracas para reprimir y detener a quienes estuvieran en la calle.
- Situación similar se vivió en los barrios criollos, que fueron prácticamente tomados por parte de distintos cuerpos de seguridad y por civiles armados que marcaban a dirigentes locales. El saldo de esta represión todavía se está contando, pero según el Foro Penal son más de 1.200 personas detenidas en el contexto de las protestas. Para Nicolás Maduro son más de 2.000.
- Mientras tanto, la cifra de muertos es de 24 personas. Especialmente en zonas populares que alguna vez fueron bastiones chavistas. También se ha dado una serie de detenciones de dirigentes políticos y activistas por los derechos humanos.
El saldo visible de la represión son las personas detenidas, heridas o fallecidas. Pero el invisible es el miedo que hay en la población venezolana. Periodistas, activistas y personas en general establecen protocolos de limpieza en los teléfonos y redes sociales para evitar tener una experiencia negativa con los cuerpos de seguridad desplegados en distintas zonas del país.
**Este contenido fue publicado inicialmente en "www.efectococuyo.com"; es republicado gracias a la iniciativa #LaHoraDeVenezuela**.