"No es un gobierno extranjero el que debe decidir", dice Petro sobre las elecciones en Venezuela
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, publicó en sus redes sociales que las decisiones sobre Venezuela no las puede tomar un gobierno extranjero
El presidente colombiano Gustavo Petro insistió el jueves en la no injerencia en los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela, que están bajo numerosos cuestionamientos internacionales.
"No es un gobierno extranjero el que debe decidir quién es el presidente de Venezuela", publicó Petro en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
La declaración se dio en respuesta a la líder opositora venezolana María Corina Machado, quien ha denunciado un presunto fraude en los comicios, controvirtiendo las cifras divulgadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano —controlado por el oficialismo— que dan como ganador a Nicolás Maduro con 51 % de los votos frente a 44 % del opositor Edmundo González.
Para Petro, un cercano aliado de Maduro, a los venezolanos les corresponde alcanzar un "acuerdo político para que cese la violencia en su país y establecer la forma transparente como se pueda adelantar un escrutinio con garantías para todos".
Machado respondió al presidente colombiano por la misma red social que el "pueblo de Venezuela ya decidió" y lo instó a consultar más del 80 % de las actas electorales que la oposición dice tener en su poder y, según las cuales, Edmundo González Urrutia habría ganado las elecciones.
Tras su llegada al poder hace dos años Petro restableció las relaciones diplomáticas con Venezuela, reconociendo a Maduro como el presidente legítimo de ese país. Su antecesor, Iván Duque (2018-2022) fue un duro crítico de Maduro y se unió al grupo de países que reconocían al líder opositor Juan Guaidó como mandatario.
Tras el silencio luego de las elecciones presidenciales en Venezuela, Petro se refirió públicamente a los comicios en ese país la víspera y pidió a Maduro que permita un "escrutinio transparente" ante las "graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral".
Colombia se abstuvo de votar ayer una resolución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que instaba a la autoridad electoral de Venezuela a publicar de inmediato los resultados de la votación.
Colombia argumentó que no considera a la OEA como el escenario correspondiente para abordar los temas relativos a Venezuela, país que se retiró unilateralmente del organismo. Agregó que el gobierno colombiano ha mantenido diálogos con Brasil y México para "crear las condiciones necesarias y buscar un acuerdo" en Venezuela.
Los presidentes de México, Brasil y Colombia tienen previsto mantener una llamada el jueves para abordar la situación en Venezuela, anunció por la mañana el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador.
- "Vamos a platicar sobre las posturas que se tienen en el caso de Venezuela", dijo. "Nosotros hemos actuado con prudencia para no meternos en un asunto que corresponde fundamentalmente a los venezolanos".
López Obrador reiteró que lo que plantea México es "primero, que no haya violencia; segundo que se respete la voluntad de los venezolanos; tercero, que se presenten las pruebas, las actas de resultado electoral; y cuarto, que no haya injerencismo".
Según el mexicano, que volvió a arremeter contra la OEA, hay que dar confianza a las autoridades venezolanas. Maduro ya planteó "que van a entregar las actas" y deberá probar si, como dijo, hubo un sabotaje, pero ahora corresponde al tribunal electoral "escuchar a todos, recopilar todas las actas" y pronunciarse, agregó López Obrador.
Por su parte, el presidente panameño José Raúl Mulino dijo el jueves que teme que ante la actual situación en Venezuela aumente el flujo de migrantes de ese país que cruzan la selva del Darién, en la frontera con Colombia.
"Tenemos un problema de migración sin duda alguna. El 66 % del problema en Darién son venezolanos. Esperamos que no aumente (la migración), pero la lógica indica que sí puede aumentar", dijo Mulino en una conferencia de prensa.
Desde 2014 unos 7,7 millones de venezolanos han abandonado el país, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), huyendo de la crisis económica y el deterioro social. Ese flujo se incrementó en los últimos años.