Policía brasileña lanza megaoperativo contra el crimen organizado en Río de Janeiro
Cerca de 2,000 militares y civiles lucharán en 10 barrios para recuperar el control, que hasta ahora lo tiene el crimen organizado
Agencias policiales del estado de Río de Janeiro lanzaron el lunes un megaoperativo con una fuerza que incluye casi 2,000 militares y civiles en 10 barrios de bajos ingresos para recuperar el control de áreas dominadas por el crimen organizado, informó el gobierno estatal en un comunicado.
Los militares fueron desplegados en la zona occidental de Río, una zona que en los últimos años ha sido escenario de intensas disputas territoriales que involucran a narcotraficantes y milicias.
El operativo, en que también se busca ejecutar órdenes de aprehensión, no tiene fecha de finalización. Hasta el momento, la policía ha realizado tres detenciones y ha incautado un auto con tres granadas en su interior.
"La fuerza operativa de seguridad del gobierno estatal está en las calles para combatir con las organizaciones criminales que pretenden tomar como rehenes a la población", dijo el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, que estuvo presente en la salida de las tropas militar-policiales en Recreio a las 4:00 de la madrugada, señala el comunicado.
Se desplegaron agentes en los extensos barrios urbanos —conocidos como favelas— de Rio das Pedras, Terreirao, Cesar Maia/Coroado, Cidade de Deus, Muzema, Gardenia Azul, Tijuquinha, Fontela, Morro do Banco y Sitio do Pai Joao.
Entre los colaboradores en el operativo lanzado por el gobierno del estado de Río de Janeiro se encuentran la Marina, la guardia municipal, operadores de televisión por cable e internet, y empresas de agua, electricidad y gas.
La expansión del crimen organizado en el oeste de Río ha provocado fuertes enfrentamientos entre las fuerzas del orden y diferentes facciones de grupos y milicias narcotraficantes.
Las milicias —creadas a finales de la década de 1980 para detener la expansión del narcotráfico— se mudaron recientemente hacia el acaparamiento de tierras y los bienes raíces y controlan más de la mitad del territorio en la región metropolitana de Río, según un estudio de 2022 de la Universidad Federal Fluminense y el Instituto Fuego Cruzado.