Rafael Correa ve con "alegría" e "indignación" la liberación de Julian Assange
Recordó que su Gobierno le otorgó la protección a Assange en 2012, cuando "corría el riesgo de ser sancionado con la pena de muerte" en Estados Unidos
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) aseguró este martes a EFE que recibió tanto con alegría como con indignación la noticia de la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien salió el lunes de la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, en Reino Unido, luego de 62 meses.
"(Es) una gran alegría, pero (con) sentimientos encontrados, también de rabia, porque 12 años han tenido preso prácticamente -primero en la Embajada de Ecuador en Londres y luego en la cárcel en Reino Unido- a un periodista por decir la verdad (...) por denunciar crímenes de guerra", dijo el expresidente, que se encuentra en Caracas.
Recordó que su Gobierno le otorgó la protección a Assange en 2012, cuando "corría el riesgo de ser sancionado con la pena de muerte" en Estados Unidos, que lo solicitaba por filtración de documentos clasificados que mostraban, entre otras cuestiones, secretos sobre la guerra de Irak.
"Estrictamente hablando, Assange, más que divulgar la información, provee la información a los medios de comunicación. ¿Por qué no persiguieron a esos medios de comunicación o a sus dueños?, ¿por qué atacaron el eslabón débil de la cadena?", cuestionó Correa.
Desde 2012, el periodista australiano esperaba en la Embajada de Ecuador en Londres que Reino Unido le entregara un salvoconducto que nunca llegó y, por el contrario, en 2019 la fuerza pública entró a la sede diplomática para arrestarlo y llevarlo a la cárcel de la que salió hace menos de 48 horas.
"Fuimos pocos los que estuvimos siempre ahí defendiendo a un periodista que dijo la verdad. Entonces, son sentimientos encontrados, alegría, pero también indignación, porque nunca debió pasar", insistió el exmandatario.
A su juicio, al fundador de WikiLeaks "lo dejaron solo", tanto la prensa como su propio país, si bien -matizó- "en los últimos tiempos, después de tanto sufrimiento, hay gente que volvió a defender" a este hombre de 52 años de edad, al que "le robaron 12 años de su vida".
Assange compareció este miércoles ante un tribunal de las Islas Marianas del Norte, un territorio estadounidense en el océano Pacífico al que llegó para declararse culpable de uno de los cargos que le imputa EE.UU. por la mayor filtración de documentos clasificados de la historia del país, ocurrida en 2010.
El periodista, que llegó a este acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., aceptó su culpabilidad a cambio de una pena de cinco y años y dos meses, que ya cumplió en Reino Unido, tras lo cual pondrá rumbo a su país.
Esta manera de poner fin a la batalla legal es, según Correa, un mecanismo "para que nadie quede mal" y evitar que Estados Unidos quedé "derrotado por la persistencia de un hombre".
"Por supuesto que va a aceptar, pero yo creo que es tan solo una leguleyada, buscar una salida algo honrosa frente a la derrota de Estados Unidos al enfrentar el peso de la verdad, al enfrentar el peso de la autenticidad (y) como sabían que el mundo se estaba poniendo contra ellos", sostuvo.
El expresidente, que asegura que habló una única vez con Assange por vía telemática, meses antes de ser acogido en la Embajada en Londres, espera que el australiano "recupere su vida" pues, consideró, se trata de "un hombre tan destrozado (a quien) enterraron en vida" por "decir la verdad".