Militares de Ecuador mantendrán el control de las cárceles el tiempo que sea necesario
El país está sometido desde enero pasado a un estado de excepción desde que se declaró la guerra el crimen organizado
Los militares ecuatorianos permanecerán con el control de las cárceles del país el tiempo que sea necesario con el objetivo de recuperar la paz en todo el territorio nacional, aseguró este martes el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela.
"Las Fuerzas Armadas permanecerán en el control de dichos centros hasta que sea necesario", remarcó el jefe militar tras recordar que las prisiones fueron durante años bases del crimen organizado y zonas de conflicto entre bandas de delincuentes que se disputaban el control de las cárceles.
Esas declaraciones fueron reproducidas por la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia de la República tras una reunión reservada del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), liderado por el presidente del país, Daniel Noboa.
Vela recordó que el país está sometido desde los primeros días de enero pasado a un estado de excepción en el que se declaró la existencia de un "conflicto armado interno" contra el crimen organizado, como respuesta a la espiral de violencia que desataron en las cárceles y calles los grupos criminales, a los que pasó a calificar de "terroristas".
El jefe del Comando Conjunto reiteró el compromiso de las fuerzas militares por recuperar la paz en el país mediante la ejecución de operaciones supeditadas al derecho internacional humanitario, en el marco de los decretos ejecutivos suscritos por el presidente Noboa.
Desde el ingreso permanente de los militares a las cárceles organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado excesos y violaciones contra los reclusos, por lo que un juez ordenó en el plazo de 45 días constatar esas acusaciones, una misión encomendada a la Defensoría del Pueblo, que después de cinco años ha logrado ingresar a algunas prisiones escoltada por las fuerzas del orden.
Tras declarar el "conflicto armado interno", el Gobierno identificó a al menos 22 grupos del crimen organizado transnacional y los ubicó "como organizaciones terroristas" y "actores no estatales beligerantes".
Al señalar a esos grupos como beligerantes, el mandatario abrió una puerta legal para que las Fuerzas Armadas junto con la Policía actúen con todos sus recursos para neutralizarlos.
La espiral de violencia en Ecuador se desató cuando aparentemente el presidente se disponía a poner en marcha su Plan Fénix contra el crimen.
En principio, esa estrategia buscaba recuperar el control de las prisiones, muchas de ellas dominadas internamente por grupos de delincuentes, cuyas rivalidades dejaron más de 450 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias.
Sin embargo, la violencia carcelaria saltó a las calles hasta convertir a Ecuador en uno de los países más violentos de 2023, con una media de 45 homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes en ese año.