Los ecuatorianos aplauden el método Noboa para recuperar la seguridad
El país se encuentra en estado de emergencia y el presidente ha declarado el estado de guerra interna
Desde la fuga a principios de enero del enemigo público número uno, Adolfo Macías, alias Fito, líder de la poderosa banda de los Choneros, el país se encuentra en estado de emergencia y el presidente Noboa ha declarado el estado de guerra interna. Decenas de miles de militares y policías están en las calles y en las cárceles para recuperar el control del país. La toma del poder es enérgica, a veces en detrimento de los derechos humanos.
Informe del corresponsal en Quito, Eric Samson
El acceso a las prisiones sigue estando prohibido a la prensa, pero en las redes sociales circulan numerosos vídeos, como de costumbre, con gran cantidad de desinformación. Un vídeo, por ejemplo, muestra a detenidos en el suelo siendo rociados con gases lacrimógenos y agua caliente. Parecen haber sido editados.
Otros, en cambio, son reales y conocemos la fuente, como el que muestra a detenidos en calzoncillos, sin camisa y con las manos en la cabeza, subiendo unas escaleras con militares inusualmente groseros, que les obligan a gritar "Ecuador, Ecuador", como para demostrar que el Estado ha vuelto al poder y que las bandas ya no mandan.
Aumenta la popularidad del presidente Noboa
Es muy difícil encontrar a gente que no apruebe la vía dura. El índice de popularidad del presidente Daniel Noboa es del 80%, porque la gente aprecia el hecho de que, por ejemplo, la policía y los militares hayan retirado de las cárceles camiones cargados de armas de fuego, cuchillos, drogas, televisores, computadoras, teléfonos móviles, antenas de televisión por cable, cocinas industriales, consolas de videojuegos y hasta juegos de llaves...
Billy Navarrete, director ejecutivo del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos, admite que su mensaje es cada vez más difícil de transmitir. "Desde el 9 de enero, la fuga de "Fito", el punto de vista que defendemos desde hace 40 años atraviesa su momento más difícil. Nosotros también somos víctimas de la violencia, pero cualquier mensaje que defienda los derechos humanos, en particular los de los presos, nos vale insultos y amenazas. Hace poco, un colega recibió una amenaza de muerte porque se publicó su foto en las redes sociales", lamenta.
¿Vuelve la calma a las cárceles?
Son sobre todo las familias de los presos las que protestan contra esta política de "mano dura". Sienten que sus seres queridos son tratados como animales. Conocimos a algunos de ellos el miércoles pasado en las afueras de la prisión de Guayaquil. No habían tenido contacto con sus seres queridos durante una semana, ya que todos sus teléfonos móviles habían sido confiscados y todas las visitas suspendidas.
Cabe señalar que las Fuerzas Armadas han publicado un video oficial en el que nadie grita. Quieren mostrar que ahora las cárceles están bien administradas, que se han suprimido todos los privilegios y que los internos que antes eran extorsionados por las bandas son más pacíficos, lo que probablemente sea cierto.