Amnistía Internacional denuncia la "represión y regresión" de El Salvador
En estos momentos hay dos mujeres encarceladas por llevar a cabo abortos
Tres misiones de investigación y 83 entrevistas de Amnistía Internacional han determinado que El Salvador vive una de sus peores crisis democráticas desde el fin de la guerra civil entre 1980 y 1999.
Violaciones masivas de derechos humanos, el debilitamiento del Estado de derecho, deterioro grave del acceso a la información pública... Este martes, Amnistía Internacional ha hecho publico un informe demoledor, en el que denuncia el preocupante deterioro de los derechos humanos en El Salvador.
Desde el pasado marzo de 2022, el país vive en un estado de excepción con el objetivo, según el presidente, de acabar con las pandillas. ¿Estamos ante el fin de las pandillas, pero también ante el fin de los derechos humanos en El Salvador?
Ana Piquer, directora de Amnistía Internacional para las Américas, nos cuenta para RFI la situación que se vive en El Salvador.
"La seguridad no puede conseguirse a costa de violar derechos humanos. Cuando se violan derechos humanos, también hay inseguridad para las personas. Cuando tú sustituyes la violencia de pandillas, por la violencia que comete el estado, en definitiva, estás continuando una situación de inseguridad. Estas detenciones masivas se producen muchas veces sin que haya ninguna justificación ni evidencia de una investigación previa, ni nada", explica.
Según el último informe de Amnistía Internacional, desde que empezó la "guerra contra las pandillas" hace 20 meses, en total se han detenido a 74,000 presuntos pandilleros. La mayoría sin proceso judicial y sin pruebas. Además, el informe refleja que, actualmente hay más de 300 personas desaparecidas y casi 200 personas fallecidas bajo custodia policial.
"Es difícil saber exactamente cuántas personas son pandilleros y cuántos no. Precisamente, no hay información transparente y esa es una de las críticas que también estamos haciendo. Hay familias que ni siquiera saben a dónde se llevaron a sus familiares, dónde están, en qué condiciones están... Pudimos hablar con muchas personas que, efectivamente, no tenían vinculación con pandillas. Quizás tenían vinculación porque vivían en una zona similar, o por familiares. Incluso algunos habían sido denunciados anónimamente, sin saber el motivo", denuncia Piquer.
Cuando hablamos de El Salvador y Nayib Bukele es inevitable hablar de las pandillas, aunque, según Ana Piquer, las violaciones de Derechos Humanos en el país van mucho más allá.
"Algunos de los elementos que identificamos tienen relación con la libertad de expresión y el derecho a la asociación. También, hay vulneraciones de derechos de las mujeres, como la prohibición del aborto en El Salvador", estima.
Según Amnistía Internacional, en estos momentos hay dos mujeres encarceladas por llevar a cabo abortos, y otras seis salvadoreñas se encuentran en pleno proceso judicial, por lo mismo.
Tres misiones de investigación y 83 entrevistas de la organización internacional han determinado que detrás del velo de popularidad del sistema bukele, El Salvador vive una de sus peores crisis democráticas desde el fin de la guerra civil entre 1980 y 1999.
Mientras tanto, el congreso de El Salvador ha aprobado la licencia para que Nayib Bukele pueda presentarse de nuevo, a una reelección como presidente. Algo que hasta el momento no estaba permitido, según la Constitución del país.