El vicepresidente de Kenia niega las acusaciones para su posible destitución
Gachagua negó ante la Asamblea Nacional los once cargos presentados contra él, que incluyen, corrupción, promoción de la discriminación étnica, insubordinación e intimidación, entre otros
El vicepresidente de Kenia, Rigathi Gachagua, negó este martes ante la Asamblea Nacional (Cámara baja del Parlamento) todas las acusaciones en el proceso de destitución contra él, antes de que los 349 diputados voten para decidir si avanza o no el 'impeachment' (como se conoce ese procedimiento en inglés).
"Como a cualquier otro keniano, la Constitución me otorga la presunción de inocencia sobre los delitos hasta que se demuestre lo contrario en un tribunal en base a un estándar de evidencias específico", dijo Gachagua ante los parlamentarios.
"Por lo tanto, en ausencia de una investigación activa por parte de cualquier agencia de investigación de Kenia, creo que no puede haber ninguna razón seria para creer que he cometido algún delito", añadió el dirigente.
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En una intervención de cerca de dos horas, Gachagua negó ante la Cámara cada uno de los once cargos presentados contra él, que incluyen, entre otros, corrupción, promoción de la discriminación étnica, insubordinación e intimidación y humillación hacia funcionarios públicos.
Durante su discurso, el vicepresidente quiso reforzar sus argumentos con la proyección de vídeos de declaraciones pasadas de él mismo o del presidente keniano, William Ruto, además de proporcionar documentación que, según afirmó, desmiente las acusaciones.
Después de la declaración de Gachagua y para poner fin a la maratoniana sesión de este martes, que duró todo el día, los diputados votarán para decidir si el proceso de destitución sigue adelante o no.
Para prosperar, el procedimiento necesita el respaldo de dos tercios de los miembros de la Cámara Baja.
Tras ese paso, el Senado constituiría un comité de investigación, que debería pronunciarse en un plazo de diez días.
Si el comité considerara que no hay razones para continuar el proceso, este se detendría. De lo contrario, si juzgara válidos los cargos, la moción tendría que ser apoyada por al menos dos tercios de los 67 miembros del Senado.
Si Gachagua es finalmente destituido, su carrera política -es vicepresidente desde 2022 y, desde 2017 hasta 2022, fue diputado de la Asamblea- se acabará: no podrá ocupar ningún otro cargo público en el futuro y, además, perderá todos los beneficios derivados de haber ocupado la Vicepresidencia de Kenia.
Gachagua, de 59 años, y el primer ministro del Gabinete y también titular de Asuntos Exteriores, Musalia Mudavadi, fueron los únicos miembros del Gobierno que no fueron destituidos por el presidente Ruto el pasado 11 de julio.
Entonces, el presidente despidió a la mayoría del Gobierno tras semanas de protestas contra los planes del Ejecutivo keniano de subir algunos impuestos y crear otros a través de un controvertido proyecto de ley que se acabó retirando.
Las movilizaciones contra el proyecto de la Ley de Finanzas 2024 derivaron en manifestaciones antigubernamentales promovidas por jóvenes de la generación Z en redes sociales y se convirtieron en la peor crisis de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022.
Kenia destaca como estrecho aliado de Occidente y una de las economías de más rápido desarrollo de África, pero las desigualdades persisten y uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial.