La pasarela de Madrid se anota al consumo responsable
Las firmas españolas le siguen los pasos a las grandes casas de moda del mundo en el camino hacia el consumo responsable y el respeto a la naturaleza
Con la mirada puesta en el futuro, en un nuevo renacer tras la llegada del coronavirus, las firmas Andrés Sarda, Modesto&Lomba y Malne proponen un cambio en el rumbo de la moda, en el que lo importante es el consumo responsable y el respeto a la naturaleza y para ello han presentado prendas atemporales.
Entre grandes medidas de seguridad, la 72 edición de la Mercedes-Benz Fashion Madrid ha comenzado este jueves con las propuestas de baño y lencería de Andrés Sarda, las lujosas creaciones de Malne y la moda relajada de Modesto&Lomba, desfile al que ha asistido el ministro español de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes,y Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
La actriz Rossy de Palma ha abierto y cerrado el desfile de Andrés Sarda en el que el mar es la fuente de inspiración para una colección de baño y lencería.
Coquetas medusas, exóticos peces, misteriosas sirenas y exuberantes corales han desvelado una colección que nace en casa, "en el Mediterráneo, pero que nos hace nadar lejos, ya que es optimista y alegre", ha explicado a Efe Nuria Sardá momentos antes inaugurar la pasarela.
En la primera parte del desfile se han visto coloristas prendas de baño que "esconden más que enseñan", con aros ocultos, dobles tejidos y copas de quita y pon.
Sarda propone bañadores y biquinis versátiles que celebran ante todo la comodidad, "piezas de una gran simplicidad y belleza que se adaptan y ensalzan el cuerpo", añade la diseñadora quien considera que la COVID-19 "nos ha conducido a una renovación en el sector".
Han destacado biquinis negros "con malla de red y lycra cortada a sangre", detalla Sardá que en esta ocasión propone una lencería "más etérea".
Delicadas piezas envueltas en organzas, plisados, perlas y destellos nacarados que evolucionan hacia el esplendor de los plateados y dorados.
No pasan por alto los encajes franceses de alta costura, una aplicación inédita en lencería antes de que la pusiera en práctica el fundador de la firma Andrés Sardá.
Junto a las icónicas piezas con cristales de Swarovski han brillado otras confeccionadas en tul con efecto tatuaje, combinando "tono natural sobre color crudo y azul eléctrico sobre blanco".
Devota&Lomba comparte esa inquietud por el deterioro del plantea recuperar el gusto por una moda más tranquila, "ajena a las tendencias".
A través de una paleta cromática muy suave, Modesto Lomba, director creativo de la firma, propone prendas que perduren en el tiempo. "El consumo compulsivo es poco cariñoso con nuestro propio mundo, con nuestro medioambiente".
Más reducida que en otras ocasiones, su nueva colección recrea en un "minimalismo sofisticado, muy femenino", una serie de vestidos, trajes de chaqueta y blusas de líneas puras con "de patrones casi líquidos", versátiles y funcionales.
"Hago moda que perdura en el tiempo", dice Lomba, que ha mostrado prendas atemporales, conjuntos delicados y fluidas túnicas, confeccionadas en lino y algodón.
"Creo que hay que hacer un consumo de moda responsable", dice con determinación Lomba, quien recomienda a la hora de comprar "más calidad y menos cantidad".
Y esta misma línea de comprar menos y de mayor calidad se sitúa la firma Malne, que ha presentado una 'fashion filme' y cinco piezas.
"Es una oda a las mujeres fabulosas", explican Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, dúo creativo de la firma que para su último trabaja ha recuperado del miriñaques, bustiers interiores, hombreras pagoda, volúmenes y bordados. "Intentamos mezclar clasicismo y vanguardia".
Esta pareja ha querido redefine el concepto alta costura, "no como deseo inalcanzable o capricho, sino como una manera de hacer más sostenible el mundo", y con esa idea sobre la pasarela se ha visto prendas con artesanía y oficio como un traje de chaqueta estructura en el que habitan tejidos antiguos "de acristianar".
Y esta misma línea de comprar menos y de mayor calidad se sitúa la firma Malne, que ha presentado una 'fashion filme' y cinco piezas.
"Es una oda a las mujeres fabulosas", explican Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, dúo creativo de la firma que para su último trabaja ha recuperado del miriñaques, bustiers interiores, hombreras pagoda, volúmenes y bordados. "Intentamos mezclar clasicismo y vanguardia".
Esta pareja ha querido redefine el concepto alta costura, "no como deseo inalcanzable o capricho, sino como una manera de hacer más sostenible el mundo", y con esa idea sobre la pasarela se ha visto prendas con artesanía y oficio como un traje de chaqueta estructura en el que habitan tejidos antiguos "de acristianar".