VIDEO | Síndrome de ‘Cara Enojada’
Si recibes comentarios a diario que rezan “¿Te pasa algo?”, o “¿estás enojad@?”, queremos que sepas que muchas personas pasan por lo mismo.
A muchos y muchas les sucede, y no pueden hacer gran cosa para evitarlo, pues la forma y expresión del rostro cuando está en estado de reposo no es tan fácil de modificar, al menos que se recurra a algún tipo de cirugía plástica, pero, ¿quién tiene tiempo para eso?
El síndrome de Cara Enojada, o Bitchy Resting Face, como se dio a conocer en las redes sociales a raíz de un jocoso vídeo realizado por chicos y chicas que ‘sufren’ de este curioso síndrome, es la causa de que las caras de miles de personas alrededor del mundo mantengan siempre una expresión “de enojo” o “triste” en sus rostros, no necesariamente porque estén sintiendo esas emociones.
La iniciativa comenzó a forma de chiste, pero gracias a esta, muchos usuarios de internet se dieron cuenta de que tal vez este “síndrome” no esté muy alejado de la realidad, y por fin tenían algo con qué identificarse. Comentarios como “¡Yo sufro de eso!” y “¡Eso me pasa a mí!” se fueron mostrando mientras las visitas del famoso vídeo aumentaban, en donde veíamos a chicas luchando contra los efectos de tener una ‘cara de enojo’ en su día a día, y es que, a decir verdad, el Síndrome de “Cara Enojada” es algo que puede hacer que muchas personas sean malinterpretadas, teniendo como resultado que sus verdaderos sentimientos no sean comprendidos.
“¿Hola, conoces a personas con una cara de enojo? Lucen como que siempre están medio tristes o enojadas por ningún motivo”, comienzan diciendo las líneas del video, en el que de manera descriptiva se muestran situaciones diarias, tan sencillas como una cena con la pareja o la compra de un artículo en una tienda, que pueden ser totalmente arruinadas por el Síndrome de “Cara Enojada”, y esto es algo que puede afectar tanto a mujeres como hombres, cuya variación del término en inglés es la Ashole Resting Face (Síndrome de Cara de Cretino).
¿La moraleja del asunto? Cuando veas a una persona que posiblemente sufra de este síndrome, no hagas el señalamiento de que se ven tristes, o enojados, y mucho menos le preguntes: “¿Estas bien?”, no, eso no es buena idea.
Foto: AP