Sarah Lucía Tafur, creando postres a gran escala
La dominicana formó parte del Holiday Baking Championship
Sarah es una pastelera dominicana que creció rodeada entre el amor de su familia y el amor por la cocina. Contrario a lo que pudiera pensarse de un chef dominicano, Sarah se inclinó por la parte más dulce de la gastronomía: los postres, y ese deseo fue lo que la llevó a Estados Unidos para especializarse.
En 2018, fue contactada por la cadena de televisión Food Network, para ser parte de la competencia Holiday Baking Championship, donde junto a otros chefs, tendría el reto de hacer sus mejores preparaciones con motivo de las fiestas navideñas. Conversamos con ella para conocer un poco más de su historia
Sabemos que tienes una tía chef, ¿creciste bajo las influencias de la cocina por ella o influyó algo más?
¡Claro! Por ella y el resto de la familia también. Cuando era pequeña mi tía Lilia me llevaba al restaurante donde ella trabajaba y a mi me encantaba “aprender” ¡pero sobre todo comer!
También influyó mi abuela Lea, que cocinaba riquísimo, y mi mamá que también cocina delicioso.
Yo diría que la parte ya más profesional, la disciplina, organización y ética de trabajo me la enseñó mi hermano Carlos Eduardo. Es uno de los chefs más increíbles que he conocido y para mi haber tenido la oportunidad de aprender de él no tiene precio.
¿Qué recuerdos tienes de tu relación temprana con la cocina? ¿Recuerdas qué o cuándo decidiste dedicarte por completo a ella?
Bueno son muchos. Recuerdo cuando tenía entre 5 y 6 años que mi mamá me ponía en una silla parada al lado de la meseta de la cocina, mientras ella hacía la masa de bizcocho con una batidora de mano de esas que sonaban durísimo. A mi me encantaba ver como la masa se mezclaba y se iba acumulando en los bordes del bowl.
Yo decía que parecía una viejita porque se veía como si fueran arrugas, (risas).
También recuerdo que una semana antes de San Valentín, en Febrero de 2011, se me ocurrió empezar a vender dulces en el colegio. Siempre hacía dulces para la familia y amigos pero nunca los vendía ni nada por el estilo. Le dije a mi mamá y a mi tía que les dijeran a sus amigas y clientas que me encargaran dulces, todos los niños de mi clase también me encargaron. Al final me encargaron un montón de postres y duré como cuatro días cocinando. Estaba super nerviosa porque no sabía si me iba dar tiempo de terminar todo pero mi papá, mi mamá y mi primo Fernando me ayudaron y gracias a Dios terminamos todo a tiempo, y todos los clientes quedaron felices.
Ese día me di cuenta que la pastelería era mi pasión y que quería hacerlo por toda la vida.
¿Por qué el área de la pastelería?
Porque para mi es un medio no sólo culinario sino artístico. Me encanta combinar diferentes texturas, tipos de rellenos y sabores, que cuando la gente se lo coma sea inesperado e inolvidable y no el típico bizcocho de nutella con chocolate y con dulce de leche que luego necesitas un vaso de agua para calmar la sobredosis de azúcar. Y claro, la parte de la decoración es donde me paso horas haciendo cada detalle a mano, para mi es hermoso ver como cada detalle se une y crea una pieza artística al final. ¡Las opciones son infinitas!
¿Te gustan los postres? ¿Tienes algunos favoritos?
Me encantan, siempre y cuando no empalaguen. Creo que mi postre favorito es el bizcocho, por supuesto; el que me conoce sabe que me fascina el chocolate oscuro pero como postre en sí no hay nada que me haga más feliz que un buen bizcocho.
Dicen que este campo de la gastronomía tiene un grado de dificultad pues los ingredientes deben ser exactos, si no, se daña la preparación. ¿Es cierto?
Si y no. La mayoría de las veces si no sigues la receta al pie de la letra las cosas te quedan mal. Pero si tienes conocimientos sobre los principios básicos de la repostería muchas veces puedes hacerlo al ojo porque ya tienes una idea de las proporciones y la función que tiene cada ingrediente en la receta. Por ejemplo, la gente sabe que el azúcar endulza pero otras funciones fundamentales del azúcar en una receta incluyen la humedad que aporta, el color y la textura que dan al producto final.
Vemos, por tu sitio en internet, que eres “una dura” en diseño de pasteles... ¿cuáles son las tendencias que veremos en pasteles para este año?
Gracias, pero yo digo que todavía me falta mucho por aprender. Creo que este año vamos a seguir viendo muchos acentos metálicos y texturas. La gente está empezando a ver que hay muchas más opciones que el típico fondant liso y perfecto, que es muy bello pero no es la única opción.
Por otra parte, se están poniendo muy de moda las flores de azúcar con un look más realista, cada vez más delicadas y frágiles pero al mismo tiempo más bellas. A diferencia de lo que se usaba antes que eran las flores de pastillaje super pesadas y gruesas.
Con una industria tan creciente de chefs y en la gastronomía en RD, ¿por qué decidiste hacer carrera fuera, y por qué específicamente en Miami?
Realmente yo no pensé nunca en Miami específicamente pero papá Dios lo quiso así. En el 2013 cuando me gradué del colegio en RD no había universidades de pastelería o cocina. Habían escuelas donde daban cursos como Risk Escuela Culinaria y EPP (Escuela de Pastelería y Panadería) de NTD ingredientes, ¡ambas buenísimas!
Aprendí muchísimo ahí mientras estaba en el colegio, pero en realidad no había donde hacer carrera profesional de pastelería y yo estaba negada a estudiar hotelería en cualquier sitio porque eso no era lo que en realidad quería hacer. Entonces mis padres hicieron un esfuerzo extraordinario para enviarme a estudiar a NYC pero mi abuela tuvo un problema de salud y vine a Miami a cuidarla porque aquí estaban todos sus doctores. Al final, ella no mejoró y me dijo que me inscribiera en la universidad en Miami, ya que estábamos aquí, para que “no perdiera el tiempo”. Creo que ella fue demasiado sabia: ya estábamos en Miami y NYC estaba en “veremos” y claro, mejor pájaro en mano que cien volando.
Entonces tienes tu propio negocio. ¿Qué tal la experiencia de emprender en un nuevo país? Y, ¿Cómo le va a Sarahlú?
¡Si, ni yo me lo creo! (risas). La experiencia ha sido increíble. MUCHO sacrificio y esfuerzo, muchas noches sin dormir pero inmensa gratificación. Estados Unidos es un país muy difícil en el sentido de que hay demasiada gente trabajadora y buena en lo que hace, o sea que para sobresalir hay que “fajarse”. La diferencia es que aquí los frutos de todo ese esfuerzo se ven y se vuelven palpables.
Creo que lo más importante en este proceso de emprender en un país ajeno es el soporte familiar. Mi familia y mi esposo están ahí 24/7 ayudando en todo lo que se necesita y manteniendome cuerda (risas).
Gracias a Dios nos va muy bien. Poco a poco la clientela ha crecido, he conocido a más gente, y los mismos clientes son los que riegan la voz.
Hablando de tu recién aventura, tu participación en Holiday Baking Championship... Cuéntanos de qué se trata esta competencia, cómo se dio tu ingreso y qué tal fue la experiencia.
Holiday Baking Championship es un programa de televisión de la cadena Food Network donde nueve chefs compiten haciendo postres con motivo de las fiestas navideñas, acción de gracias y Hanukkah para ganar el premio final. Cada semana eliminan un competidor y al final el ganador se lleva a casa 25 mil dólares.
Realmente nunca había visto el programa, pero ellos me contactaron a través de Instagram y me escribieron que si estaría interesada en participar. Al principio, pensaba que era como un spam o algo falso, pero después me di cuenta de que era verdad y me pareció súper buena idea. Tuve que hacer 3 entrevistas con los productores, etc., y también hacer un bizcocho y un postre de prueba.
Mi experiencia en el programa fue totalmente diferente a todo lo que he hecho en mi vida, no es lo mismo cocinar en tu propia cocina con todo lo tuyo, que estar en una cocina extraña rodeada de cámaras y luces sin saber lo que te van a poner a cocinar, ni tener tus recetas ni nada. Fue verdaderamente un reto. Sobre todo porque todos los demás competidores eran increíbles y tenían mucha más experiencia que yo, pero lo importante para mi en ese momento fue disfrutar al máximo y aprender de todos los que estaban ahí.
Y resultaste entre los finalistas, ¿qué recompensas y aprendizajes te llevaste a casa?
Para mi la mayor recompensa fue haber podido conocer y compartir con todos esos chefs tan increíbles. Las críticas del jurado durante la competencia para mi no tienen precio, cada vez trataba de usar todo eso que me decían y aplicarlo en el próximo reto para cada vez hacerlo mejor.
Creo que por eso llegué a la final, porque mi competencia no eran los demás, sino superarme a mi misma y que cada plato fuera mejor que el anterior.
Realmente fue una bendición haber tenido la oportunidad de estar ahí. Estuve al aire en Food Network durante dos meses completos por lo que me llegaron muchísimos clientes, ya de por sí eso es una mega recompensa. Y en cuanto a aprendizajes, te diría que el más importante de todos es que aprendí a creer en mí misma y en que ¡todo se puede!
¿Y ahora qué sigue en tus planes?
Pues seguir trabajando mucho y dedicarme 100% a mi cake studio. A penas estamos empezando y queda mucho por hacer y por aprender. Mi meta es lograr que cada bizcocho sea mejor que el anterior y que los clientes queden tan felices como yo con el resultado.
Sigue el trabajo de Sarah en página web sarahluconfections.com
@sarahluconfections