¿Por qué estás postergando las cosas y qué puedes hacer para evitarlo?
La psicóloga Nancy Patricia Canó, asegura que cada persona posterga sus responsabilidades y obligaciones, de forma distinta, ya que procrastina por razones diferentes
¿Quién no ha dejado una tarea importante para después? En muchas ocasiones posponemos y posponemos lo que tenemos que hacer hasta llegar a un punto de estrés y presión donde solo tenemos la opción de hacerlo, pero tarde.
Muchos procrastinadores justifican esta conducta en lo laboral con la frase “yo soy bueno trabajando bajo presión”, o “cuando yo hago algo, lo hago bien” y así van dejando para luego tareas importantes que después pueden generar sentimientos y sensaciones negativas.
La psicóloga Nancy Patricia Canó, creadora de @eduaccion afirma que muchas personas postergan sus responsabilidades y obligaciones, pero no todos lo hacen de la misma forma. “Lo que nos hace diferentes es el estilo que asumimos para procrastinar, ya que cada persona procrastina por diversas razones”, explica.
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La especialista afirma que “el cerebro de cada persona que procrastina es distinto y conocer las diferencias ayuda a encontrar una solución. Ya sea por miedo al fracaso, por sentimientos abrumadores, por evasión o por convencerte de que estás demasiado ocupado para hacer algo, puedes mejorar tu capacidad de ser productivo al eliminar los desencadenantes que te llevan a postergar tus tareas o proyectos”, afirma.
Podrás ser muy productivo, una vez descubras y comprendas las causas que te llevan a procrastinar y actúes a tu favor. A continuación la especialista te explica las razones que te llevan a procrastinar.
¿Eres perfeccionista?
Con frecuencia no logras completar las tareas, ya que siempre estás buscando el momento o el enfoque perfecto. Te quedas atrapado en un ciclo interminable en el que te mantienes “mejorando y perfeccionado” el producto final.
¿Eres un soñador?
Prefieres quedarte en la etapa de soñar, en la que imaginas grandes y ambiciosos proyectos. Obtienes una falsa sensación de logro con solo visualizar los proyectos en tu mente. A menudo, no llegas a la fase de esforzarte trabajando, ni te expones a lidiar con el estrés.
¿Eres un auto-saboteador?
No tienes confianza en tus capacidades y el miedo a cometer errores te paraliza. Por lo que evitas exponerte y decides no hacer nada en absoluto. Lo que reduce significativamente tus logros y se convierte en un ciclo dañino que cada vez te lacera más la estima.
¿Eres optimista y temerario?
Usualmente, prefieres completar los proyectos o tareas en el último momento posible porque entiendes que hacerlos de esta forma, te ayuda a tener mejores resultados y crees que comenzar a trabajar con suficiente antelación, te hace sacrificar tiempo valioso que puedes dedicar a actividades placenteras.
¿Eres el más ocupado y estás siempre abrumado?
Tiendes a no poner prioridades en tu trabajo. Haces lo que sientes que deberías hacer, en lugar de pensar en lo que realmente necesitas hacer. Estás constantemente ocupado en tareas irrelevantes y de bajo impacto, que no se relacionan o contribuyen con el proyecto o tarea relevante. Los proyectos o tareas grandes te abruman y no sabes por dónde empezar.