La historia detrás de un foodtruck
Lo hemos visto apostado en algún lugar céntrico de la ciudad, con sus luces encendidas, rodeados de mesitas y sillas, con un intenso olor condimentado que se confunde con la humareda. La estufa con su tanque de gas, el refrigerador y toda clase de utensilios de cocina, sustituyen los asientos traseros. El camión se ha convertido en un restaurante ambulante, con una oferta gastronómica dispuesta a conquistar a los comensales citadinos, cada vez más exigentes.
Nos pudo más la curiosidad y nos decidimos: queríamos saber cuál era la historia detrás de los ya conocidos foodtrucks o camiones de comida que pululan en varios puntos estratégicos de la ciudad.
Al azar, escogimos a fahfoud “comida rápida estilo árabe”. Laura Veloz y Milton Montero, una pareja de esposos con una pasión por la comida –árabe-, salieron a nuestro encuentro para contarnos cómo su historia que quedó atrapada entre cuatro paredes hechas latón y sostenidas por cuatro neumáticos.
Iniciamos la aventura en el parqueo donde dejan el camión. Nos subimos e hicimos el trayecto con los chicos que le ayudan Manuel y Daniel, hasta la Churchill con Max Henríquez Ureña, donde se estaciona el truck.
Sus credenciales
Nombre. Si pensaste que Fahfoud es una palabra árabe, te equivocas. Es solo como ellos creen que un árabe pronunciaría la palabra “fast food”.
Oferta gastronómica. Incluye desde sus originales bolitas fritas de hummus (que es una receta original de Milton) hasta el “shawardog”o el perrito árabe, una versión fusión del shawarma, el quipe, hamburguer, falafel, todos con sazones y combinación de sabores árabes, en las salsas y condimentos.
Higiene. El camión antes de operar fue higienizado por un equipo profesional de limpieza profunda industrial. Antes y después de terminar cada jornada, dejan todo limpio, para evitar la presencia de alimañas. Una vez al mes se sacan los equipos para hacer una limpieza profunda.
Video: Ricardo Hernández/Edición Romel Cuevas