De vuelta a las aulas: consejos para padres y maestros
Tras casi un año de clases a distancia, regresar a la ‘normalidad’ amerita un gran esfuerzo por parte de los padres y del profesorado
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La educación virtual tiene sus beneficios, pero implica también muchas otras desventajas, tanto en el aspecto educativo como psicológico, que el formato presencial aborda de forma satisfactoria, razón por la que diferentes sectores se han unido a una sola voz a favor del regreso a las aulas en República Dominicana. Sin embargo, no podemos dejar de lado que, tras casi un año de clases a distancia, volver a la 'normalidad' amerita un gran esfuerzo de parte de los padres y del profesorado.
“Concluir este año escolar 20-21 y asumir el año 21-22 implica que todos los miembros de la comunidad escolar participen activamente, para optimizar los logros que alcancen los niños y los adolescentes”, asegura la psicóloga y educadora Nancy Patricia Canó. Para ella, el rol de los maestros será de gran relevancia, convirtiéndose éstos en protagonistas del proceso educativo para promover un regreso a clases exitoso.
En ese sentido, la profesional cita algunas de las responsabilidades que recaen sobre los hombros de los profesores en el nuevo escenario educativo que se avecina:
-Ser empáticos con la realidad de cada niño y adolescente a su cargo.
-Reconocer y abordar las dificultades que experimentan sus alumnos y el profundo impacto que la pandemia está teniendo en sus vidas.
-Lograr una conexión emocional con sus alumnos. Ayudarles a identificar y a regular sus emociones y que puedan usarlas de forma positiva, para el logro de sus metas.
-Inspirar a sus alumnos y comprometerse a desarrollar actividades donde logren abordar a cada niño o adolescente de forma personalizada.
-Desarrollar una relación de cercanía con sus alumnos, para convertirse en una especie de ‘coach’, con la finalidad de potenciar sus destrezas y de que cada uno alcance el máximo desarrollo, así como transmitirles seguridad, haciéndole sentirse cómodos en el ambiente escolar.
-Estar alerta a los cambios o patrones que identifiquen en un alumno o en el grupo completo y comunicarlo de inmediato.
-Atender a los intereses de cada niño y adolescente, así como a las diversas inteligencias y estilos de aprendizaje que hay en su grupo de alumnos.
-Desarrollar la creatividad, el pensamiento crítico y el liderazgo de sus alumnos.
-Ser claros y precisos en las reglas a seguir y los límites a establecer.
-Ser lo más coherente posible en los mensajes y acciones, además de evitar medidas contradictorias.
-Mantener una buena y fluida comunicación con las familias y los directivos del centro.
Considerando que los padres son los principales interesados en que sus hijos alcancen un óptimo desarrollo y aprendizaje, la experta también comparte algunas recomendaciones a seguir de cara al retorno a las aulas:
-Verificar la propuesta educativa, los programas y el protocolo de salud y seguridad que definirá el centro educativo.
-Trabajar constantemente en equipo con los profesores de su hijo.
-Conectar lo que tu hijo está aprendiendo en el centro educativo con experiencias de la vida diaria, para ayudarle a poner en práctica sus conocimientos.
-Desarrollar actividades divertidas con su hijo cada tarde/noche donde el niño o adolescente afiance las competencias y los conceptos que se están trabajando en el colegio y, que, además, promuevan el desarrollo de su creatividad, de su liderazgo y su pensamiento crítico.
-Ser flexible y empático con su hijo, con el centro educativo y con los profesores.
-Cumplir con el protocolo de salud y seguridad establecido por el centro educativo.
-Mantener a los profesores y a los directivos del centro informados sobre el desarrollo emocional de su hijo, así como de la salud del niño y de posibles síntomas o casos de contagios de personas con las que interactúan.
El trabajo en equipo ahora es más importante que nunca para garantizar la readaptación y motivación de los niños y adolescentes. “Trabajar en equipo con los profesores de los hijos contribuirá en gran medida con el alcance de las metas individuales de cada niño y de la familia”, concluye Canó.
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