5 hábitos para ser más amigables con el planeta
Si quieres aportar para beneficiar a tu planeta y que generaciones futuras puedan disfrutar de los múltiples recursos que nos ofrece la naturaleza debes tomar acción ahora y cambiar hábitos que no son amigables
Necesitamos cambiar de hábitos. Cada día más vemos cómo el planeta está llamando a gritos un cambio ya que durante muchos años el ser humano se concentró en su desarrollo y bienestar, sin medir los efectos de su creación al medio ambiente.
Producto de esto, actualmente existe una gran degradación de los ecosistemas y muchas especies están en peligro de extinción. Pero, ¿qué podemos hacer para minimizar el impacto? Sabemos que es muy cómodo consumir de forma impulsiva, durar horas en la ducha, no apagar el aire acondicionado y lanzar nuestros desperdicios donde nos plazca, sin pensar en clasificarlos, ni mucho menos considerar darles una mejor vida.
Si quieres aportar en beneficio del planeta y que generaciones futuras puedan disfrutar de los múltiples recursos que nos ofrece la naturaleza (agua, aire, tierra, alimentación...) debes realizar acciones urgentes para que el planeta se restaure, y para ello puedes iniciar con pequeños cambios de hábitos que a la larga harán una gran diferencia. A continuación, te compartimos cinco acciones que puedes hacer para ayudar a la preservación de la generación actual y futura.
1. Utiliza cepillos ecológicos y solo un vaso de agua al cepillarte
Los profesionales recomiendan cambiar el cepillo de dientes cada tres meses, lo que significa que una persona desecha a lo largo de su vida 300 cepillos aproximadamente. Si utilizamos cepillos de plástico (Polipropileno) estos duran cada uno 75 años para degradarse. Los mismos terminan en los vertederos o, lo que es peor, arrastrados hasta el campo o el mar, provocando la muerte de muchos animales.
Como los cepillos dentales no son un elemento que podemos dejar de utilizar por la importancia de su función en nuestra higiene, Davianca Gracia de @planetfriendlyrd recomienda utilizarlos de bambú. Los cepillos fabricados de bambú o de madera, no generan residuos y reducen el daño ambiental que supone su propia fabricación.
Aunque también para los cepillos plásticos convencionales está la posibilidad de reciclarlos, dándoles una segunda vida, y convirtiéndolos en herramientas para limpiar espacios pequeños o pintar, aunque esta no es la mejor opción para ayudar al medio ambiente.
2. Deja de usar botellitas plásticas de un solo uso
El plástico en general es enemigo del planeta. La fabricación con este material tal y como lo conocemos se inició hace aproximadamente 60 o 70 años y la mayoría de estos productos están diseñados para durar mucho tiempo, lo que da como resultado que casi todo el plástico que se ha creado aún existe.
¿Te has preguntado a dónde va todo ese plástico? Según un estudio publicado por la BBC, y realizado en 2016, se calculó que se había producido hasta esa fecha 8,300 millones de toneladas de plástico, de los cuales unos 6,300 millones de toneladas estaban convertidas en residuos, y el 79% de ellos se encontraba en vertederos o en el entorno natural.
Para solucionarlo una de las cosas que es necesario hacer es eliminar por completo el uso de plásticos de un solo uso, como las botellas de agua, refresco, jugos, etc. Y sustituirlo por botellas que puedan durar contigo un periodo más largo y si es posible en otro material. Solo de este material se vendieron en 2016 alrededor de 480,000 millones de botellas de plástico en todo el mundo, es decir, un millón de botellas por minuto.
En caso de que uses botellas plásticas desarrolla un consumo más consciente, que incluya la reducción, el depósito y la devolución del plástico.
3. Compra productos ecológicos y comida empacada en material reciclable
Aunque no lo parezca la única opción no es un envase plástico. Existen empaques ecológicos que hacen menos daño al medio ambiente ya que duran menos tiempo para descomponerse y muchos están hechos de materiales orgánicos. Habitualmente estos están fabricados de cartón, fibras vegetales y PLA, o ácido poliláctico, un material muy parecido al plástico, pero fabricado con almidón de maíz, mandioca, yuca o caña de azúcar.
Por esto, una de las mejores formas de ayudar al planeta es eligiendo marcas que estén utilizando empaques ecológicos. Pero, además tú también al comprar cualquier producto debes elegir los que son más amigables con el medio ambiente. Por ejemplo, al usar desechables elige los que están hechos de cartón.
4. Elige fundas reusables
Aunque veas difícil usar fundas reusables, estas pueden convertirse en un bonito y elegante hábito de vida. Solo debes buscar fundas que puedas lavar, para usar una y otra vez, y entender que debes llevarlas contigo cada vez que vayas de compras.
Las fundas plásticas que nos dan en el súper o el colmado solo funcionan para cargar nuestras compras a casa y luego botarlas, haciendo un gran daño al planeta, ya que en su elaboración se produce una gran cantidad de petróleo y gas natural para crear un producto no reciclable. Además, este material tarda entre 150 y 300 años en degradarse.
Utilizando bolsas reusables ayudas principalmente a la conservación de los animales que habitan en el mar, ya que mueren unos 100,000 de ellos cada año debido a esto.
5. Disminuye el uso del auto
Optar por caminar, andar en bicicleta o disminuir el transporte privado son algunas de las cosas que puedes hacer para ayudar al medio ambiente. Estudios demuestran que el alto grado de industrialización y la actividad económica ha hecho que los transportes que transcurren en los países desarrollados sean responsables del 30% al 90% del total de los gases contaminantes emitidos por el tráfico en todo el mundo.
Al usar autos que usan motor de combustión interna estamos liberando varios tipos de gases y partículas que contaminan el medio ambiente como son: óxidos nitrosos (NOx), monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), compuestos orgánicos volátiles y también macropartículas.
Para minimizar el impacto es recomendable disminuir el transporte privado, usar transporte público, andar en bicicleta o caminar. Al final de la jornada todas las opciones que no involucran autos favorecen a tu salud.
En conclusión si buscas tener una vida más eco-amigable debes eliminar de ella todos los plásticos y viajar a una vida con hábitos sostenibles donde primen los materiales reciclados, biodegradables, reutilizables y de fuentes renovables.